Dosmiltrece

El año 2013 no existe, ya lo han decidido otros por nosotros. Por eso lo escribo con letras, a ver si así tenemos más suerte. Nos han hecho creer que dosmiltrece va a ser un año en vano, como uno de esos domingos de resaca que pasamos sin hacer nada. Ya sabemos que no se creará empleo, así que no se moleste usted en buscarlo. Ya está claro que el PIB caerá, y con él nosotros. Ya han dicho que lo mejor, lo más práctico, es que ponga ya sus miras en 2014, que entonces tal vez, que si encarta ya veremos... Lo eliminarán de sus agendas, sepan que ya han hablado con el sector tipográfico y han conseguido paralizar las impresiones de los calendarios de oficina, para convencernos de que no habrá 2013, de que no vamos a poder hacer nada este año.

Por eso yo lo escribo con letras, dosmiltrece, para ver si así nos va mejor que con los números malditos. Nos han convencido de que los ritmos son los que hay, de que no hay dinero, de que sin dinero nada es posible y, entonces, es mejor esperar a ver si en 2014 lo hay. De que el presupuesto patatín, de que el déficit patatán. Seguro que sus proyectos, los de usted, están más relacionados con el ser que con el tener, así que adelante con ellos.

Es cierto, el 2013 lo han borrado de nuestra esperanza, como quien -omnipotente- elimina una palabra del diccionario, como si pudiéramos quedarnos quietos todo un año, esperando, viendo el tiempo pasar. Y lo peor es que ya han convencido a muchos. Y ya les advierto de que a final de dosmiltrece vendrán otra vez con el mismo cuento para 2014. Y usted me dirá que está todo muy mal, que la gente está pasándolo fatal y yo no lo niego, lo que niego es que dosmiltrece no exista. De hecho, será el primer año para muchos y el último para algunos otros. ¿Cómo privarlos a unos y a otros de disfrutarlo? Es cierto que 2013, así con números, ya ha desaparecido (contra eso no podemos hacer nada), pero hagamos nuestro el dosmiltrece, que será un buen año, nuestro año, no el de ellos. Que no decidan por usted, que no le amarguen el año, antes de empezarlo.