La economía de lo gratis
Lo gratis es perverso. Más de lo que parece.
Ya nos sabemos eso de “si te dan un producto gratis es que el producto eres tú”. Nos da igual y como suele decirse “si es gratis dame dos”. En realidad sabemos que nada es gratis y que simplemente no estamos pagando con dinero sino en otra divisa. Atención, privacidad, influencia.. etc.
Pero en fin,
nos gusta lo gratis. Dejémoslo ahí.
Pero el episodio de hoy no va de eso, va de avaricia, capitalismo salvaje, planes para dominar el mundo y tontos necesarios.
El capitalismo conceptualmente es bastante sencillo. Se trata de generar dinero del dinero. Adam Smith, uno de sus padres, definió una especie de círculo virtuoso donde el dinero de los ricos ( el que les sobraba ) fluía hacia los pobres que creaban cosas de valor que incrementaban el tamaño de la economía, los pobres conseguían ser un poco menos pobres y los ricos se hacían más ricos. La clave de la jugada es que la economía crece y todos ganan. Los ricos se compran un descapotable nuevo y los pobres se van de vacaciones a la playa y cuelgan fotos en Facebook. Todos contentos y cada uno en su nivel.
Pero, ¿qué pasa cuando el capital se usa para bloquear a otros en vez de para crear?
Si yo tengo mucho dinero y creo algo ( o financio a alguien para que lo haga ) y lo doy gratis digamos durante 5 años.
¿Qué pasaría?
Primero que rebajo mucho la barrera de entrada al uso de ese producto al tiempo que establezco un estándar sobre él mismo y le quito casi todo su valor económico percibido. Si la empresa X lo da gratis es que eso es gratis y el que me cobra por ello es un bandolero.
Segundo, me aseguro que a medio plazo nadie puede competir conmigo, y si hay alguien dando lo mismo que yo cobrando, lo voy a asfixiar más pronto que tarde.
Cuando me quede solo ya me encargaré de volver a darle valor y volver a cobrar por ello.
Silicon Valley es el paraíso de los fondos de inversión riesgo. Estos fondos son unas concentraciones de capital enormes que se dedican a invertir en “moonshots”, inversiones muy arriesgadas que son rentables una de cada 100. Con suerte. Dinero “del que sobra” a mansalva y dedicado a fines tan elevados e (in)necesarios como cambiar el mundo o conquistar Marte. Todo el riesgo lo toma el fin en sí, y es elevado ¿Queremos competencia?
Ya puestos, ¿porqué no creamos un estándar donde sólo puedan competir los que tengan tanta pasta como nosotros?¿Cashflows positivos? Eso es de pringados. Que todo el que quiera jugar a esto pase por nosotros. Los dioses del capital. Subamos el nivel. Si lo damos gratis y financiamos las pérdidas, a medio plazo nadie podrá competir, todos morirán y nos quedaremos con todo el mercado.
Un ejemplo, ¿os acordáis del negocio de los mapas electrónicos? Empresas como TomTom o Garmin cobraban por esos mapas. Llega Google y saca Google Maps gratis. Se cepillan a todo el mundo y voilá, los mapas de google ya valen dinero.
Capitalismo de monopolio.
Y ahí van todas las demás startups de pelotón, a pedir financiación para poder crear y dejar sus servicios gratis. Nadie paga por las apps y estas startups mueren sin ni siquiera darse cuenta.
Este es un terreno vedado por el capital, donde nadie puede competir sin pasar por el capital.
La ventana de Overton.
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