Jesús hizo hablar a los ciegos (ejemplo de 'lapsus calami'... ¿o no?)
A veces, de forma involuntaria, como un resbalón no deseado, escribimos, decimos o leemos algo que no se corresponde con la verdad. Los correctores nos suelen salvar de los lapsus calami (los errores involuntarios de la escritura). Mientras tanto nuestros lapsus linguae, los errores y resbalones a la hora de hablar, resultan en la mayoría de las ocasiones graciosos (otras veces no). Ha transcurrido una semana desde que este forastero publicó un texto sobre el rumor cerebral. Algunos lectores me comunicaron el lapsus calami. Con extrema suavidad me indican que el término correcto era tumor cerebral... Una psicóloga me aclara con cariño que ya Freud denominaba a estos errores Fehlleistung (actos fallidos) y... me amplía su amable mensaje con la explicación de que estos actos fallidos son atribuidos (por Freud) a una intención o preocupación reprimida. Gracias.
Normalmente primero pensamos y después intentamos expresar (o escribir) en palabras lo que pensamos. El pensamiento que se origina en nuestro cerebro sigue un itinerario que permite transformarlo a un estado fonológico a través de los órganos vocales y acústicos... hasta llegar al nivel lingüístico de la expresión. Los lapsus o resbalones pueden ser de muy diverso tipo: permutamos palabras, letras o sílabas; cambiamos el contexto; conmutamos el final por el principio de una frase... así hasta llegar a los actuales lapsus digitorum, los errores involuntarios a la hora de teclear letras y signos en nuestros ordenadores.
Un evidente ejemplo de lapsus calami lo tuve ayer al leer (y recuperar) una noticia verdaderamente extravagante y por lo tanto difícil de creer salvo que fuese origen de un resbalón: en 2006 la prestigiosa Fundación San Telmo a través de su Instituto Internacional señalaba que los más influyentes personajes de Córdoba, los que posteriormente serían premiados como buques insignia del esfuerzo emprendedor, la constancia y..., eran: Rosa Aguilar (alcaldesa de Córdoba), Juan Moreno (presidente de Cajasur), Eugenio Sánchez-Ramade (presidente del Grupo Sánchez-Ramade), Rafael Gómez (presidente de Arenal 2000) y José Romero (presidente de Prasa). Un claro ejemplo de lapsus calami, ¿o no? El mayor problema de los lapsus (resbalones) es acreditar lo que no se es y nunca se ha sido.
No sé por qué extraña razón me viene al pensamiento la frase de Max Aub (otro forastero): “Hoy se ha olvidado mucho, dentro de poco se habrá olvidado todo”.
Nota: en 2008 el Consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, entregaba el Premio Andalucía Económica a uno de los anteriormente citados como ejemplo de esfuerzo al tejido empresarial andaluz. ¿Otro lapsus?
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