Viaje con nosotros
Sin duda uno de los beneficios que ha traído el efecto Trump para nosotros, los
españoles, es que ha re direccionado de forma clara el turismo de países de Latino América que prefieren evitar problemas fronterizos, como es el caso de México. Si ya antes visitar la “madre patria” era un deber de cualquier descendiente de gallego varias generaciones después, ahora el visitar Europa se ha convertido en el destino predilecto y el que más tiene que ofrecer a un ávido turista mexicano.
Hay dos tipos de viajes que he comprobado que realizan mis amigos aztecas. Los que debido a la limitación de tiempo (las vacaciones de un trabajador en México no llegan ni de lejos a los 30 días al año...) prefieren hacer el “viaje de sus vidas” y esto significa visitar un país europeo cada dos días. Sí, una locura. Hoy estoy en Madrid, mañana vamos a Barcelona, de ahí a Italia, luego pasaremos por Atenas y Santorini y acabaremos en Paris desde donde nos regresamos a México...
Buuffff, suspiro. Ese planeado viaje lo único que te servirá como experiencia vital es llegar agotado de vuelta a la Ciudad y sólo vas a tomar algún que otro selfie en el lugar emblemático pero de lejos no vas a conocer ni el 10% de un lugar porque no hay tiempo material. Un concepto de viaje sólo pensado para tus seguidores de facebook que verán el tour y dirán... qué padre... pero nada más.
El segundo tipo de viaje es el que te permite disfrutar, vivir un viaje y es siempre cuando decides emplear tu tiempo en convivir con tus amigos locales (siempre hay algún español que invita a visitar, tu familiar lejano, o amigo como es mi caso que invito a que conozcan Córdoba en mayo o en primavera). De esta forma el viaje es más relajado pero conoces los rincones, las tabernas, bares, entras en museos... Dejás de lado ese estrés del selfie y el estado de Facebook pero al regreso y contar las historias vividas serás sin duda la envidia entre otros amigos que estuvieron en el mismo lugar que tú. “Estuve en la feria, tomando rebujito” dirás, “ahh, ¿qué es eso? No conozco... qué padre”. Y millones de aventuras más que anotar en tu bitácora.
Por experiencia, a mi el segundo tipo de viaje es siempre el que más me llena como turista porque el crucero me permite conocer puertos, o aeropuertos, pero soy esclavo de un tour organizado y de mi tiempo. Sin embargo, mucho más gratificante es cuando te permites pasear, perderte, entrar a tomar algo sin prisas y hablar con el mesero... ¿Cómo prefieres viajar? ¿Cómo vas a organizar tu viaje a partir de ahora?
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