La verdadera Patria... “miarma”
Uno de los síntomas innegables que lejos de tu Patria te vuelves más patriota es que lo que antes detestabas de tu país, se convierte de repente en una mirada nostálgica y placentera a algo que echas en falta. Un ejemplo, o varios. Antes detestabas tomar fino de Montilla y ahora mueves el mundo por encontrar una botellita en alguna tienda especializada y te lo bebes con ganas. En una coctelería de renombre en la Ciudad de México hay un trago llamado "Cádiz" que lleva precisamente fino y la verdad, la verdad, está de rayos... pero te lo bebes con arte y gracia. “Arsa illo”
Otro ejemplo. Para cualquier andaluz- he aquí una de Córdoba- el odio genérico y generacional a un sevillano chominista es siempre una seña de identidad cuando vives en cualquier otra ciudad andaluza. Y más yo, que viví cuatro años rodeada de “capillitas”, “rocieros”, “sevillistas” o “béticos” y todos muy fanáticos de la Feria de Abril. Pues pasados estos años tan lejos, juntarse con los llamados “miarma” me resulta hasta todo un evento social, el día de Andalucía a la máxima potencia. La asociación de sevillanos miarma, cordobeses, malagueños, resulta en una noche de convivencia y alegría recordando cantes, comidas, playas de nuestra tierra y eso a quién no le caen hasta bien. Transcurre la noche y me digo... “¡sí, que sí me caen estupendamente!”
Y así sucede habitualmente, fuera de nuestras fronteras autonómicas y patrióticas, la necesidad de unirse por unas raíces hace que todos nos toleremos mejor, encontremos los puntos en común de nuestras particulares diferencias. Y a menudo, eso es lo que hace falta en esta nuestra España de regionalismos, nacionalismos y banderas. Si a un andaluz le cae bien al final un sevillano auténtico, sí, esos de guitarra en mano y patilla perfilada, ¿por qué no ampliar ese sentimiento al resto, incluido catalanes? Lejos de estas fronteras se ve todo diferente y se toma otra perspectiva, de lo cual más de uno debería de aprender. Fíjate, mi amiga de Huelva dice que estoy enferma por simpatizar con miarmas, y yo... deseando poner un pie en el albero de la Feria de Abril de Sevilla. Esa es la verdadera Patria, la que se siente en el alma cuando estás lejos.
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