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Prevención de accidentes infantiles

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María Isabel Martínez

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Desgraciadamente, tienen que pasar cosas irremediables como la muerte de una niña por electrocución al chupar un cargador de móvil enchufado a la corriente o el niño que murió por el atragantamiento con un globo hace unos meses o con una uva a primeros de año, para que tomemos consciencia de que debemos estar siempre vigilantes y que nuestro hogar ha de ser seguro para nuestros pequeños exploradores. Descansen en paz estos pequeños angelitos y mucho ánimo a esas familias destrozadas, sin duda.

Con el nudo en la garganta y el dolor de esas familias en mis pensamientos, voy a dedicar la entrada de hoy a la prevención de riesgos para evitar accidentes infantiles domésticos.

Prevención de Accidentes infantiles en menores de 6 meses

Dada la limitada movilidad de un bebé menor de seis meses, que como mucho adquirirá la destreza de voltear sobre sí mismo a partir de los 4 meses, generalmente las causas más frecuentes de accidentes en esta edad son las consecutivas a caídas desde altura, los accidentes de tráfico, quemaduras solares, por alimentos o por agua caliente y en menor medida, los atragantamientos, dado que normalmente no ingieren aún alimentos sólidos en esta etapa. Otro capítulo a tener en cuenta en esta etapa es el Síndrome de Muerte Súbita del lactante (SMSL), del que hablamos largo y tendido sobre su prevención en esta entrada.

Recomendaciones:

Caídas: El lugar más seguro en el que los bebés menores de seis meses deben de dormir es en la habitación de los padres, en su cuna (correctamente homologada y despejada) o en la cama con los padres siempre y cuando no haya razones por parte de los padres o el bebé que impidan el colecho. El tema del colecho tiene tanto posicionamientos a favor como en contra.

Cuidado con dejar a los niños sin vigilancia en la cama de los papis porque pensamos que no se van a voltear, ya que nunca lo han hecho y sin embargo, los bebés no se caen nunca hasta que se caen la primera vez, es lo que le digo a mis pacientes. Cuidado de la misma forma con los bebés en los cambiadores sin supervisión, aunque sea una milésima de segundo y con los bebés en los cochecitos de paseo sin sujección.

Accidentes de tráfico: Levar siempre al bebé a contramarcha y con sillas homologadas y acorde con su edad y peso,  por supuesto, siempre bien sujeto. Nunca dejar a un bebé dentro del coche solo por muy poco tiempo que preveamos estar ausentes.

Asfixia: Otro aspecto a tener en cuenta son los collares (tipo ámbar para la dentición), los sujeta chupetes o los lazos de los vestidos. No sólo porque podrían desprenderse piezas pequeñas, sino porque se pueden enredar al cuello y provocar sofocación.

Quemaduras: Con respecto a las quemaduras por agua, vigilar la temperatura de la misma y que esta no supere los 36.5º C o 37º C como mucho. Las quemaduras por alimentación se pueden deber a que la temperatura del alimento no es homogénea por ejemplo cuando se calienta agua en el microondas para hacer el biberón. Si no movemos bien el agua tras hacerlo, podría quedar demasiado caliente en los planos superiores. Probaremos pues antes siempre nosotros la comida y evitaremos calentarla en exceso. Por último, evitar exponer al niño a intensidades altas de sol y llevarlo siempre con factores de protección solar (mejor filtros físicos), con ropa de algodón, de colores claros y con gorra. No llevar al niño a la playa en las horas centrales del día. Ya hablamos de esto por aquí también.

Prevención de Accidentes infantiles en bebés  de 6 a 12 meses

El bebé de esta edad, progresivamente va adquiriendo autonomía, es capaz de coger cosas con las manos, llevárselas a la boca y además esto le encanta. Comienza su progresión desde la sedestación hasta la marcha pasando por el período de gateo. En esta etapa pues, añadiremos a todos los posibles riesgos descritos para la etapa anterior los inherentes a la creciente movilidad de nuestro pequeño.

Recomendaciones:

Es el momento de proteger enchufes, colocar cantoneras en los muebles y esquinas o bordes afilados, sujetar cualquier mueble o estantería a la pared (pues suelen utilizarlos como elemento de sujeción para incorporarse y podrían volcar), poner topes en los cajones (pues son capaces de trepar por ellos en modo escalera), sujetar puertas (evitar portazos y atrapamientos de manos) y cerrar cualquier mueble que sea susceptible de ser abierto por nuestro pequeño explorador.

No dejar cargadores de dispositivos electrónicos enchufados a ninguna regleta y eso incluye los aparatos eléctricos como calefacciones o similares. Cualquier aparato eléctrico o electrónico, siempre apagados y desenchufados. Y eso incluye planchas y demás utensilios domésticos.

No dejaremos que los niños jueguen en estancias potencialmente peligrosas como la cocina o el baño. Colocar todos los productos de limpieza, potencialmente tóxicos o los botiquines fuera del alcance de los niños y a una altura razonable. Si cocinamos, siempre los mangos de las sartenes hacia adentro y en los fogones más pegados a la pared.

Suelo recomendar a mis pacientes que recorran su casa de palmo a palmo a cuatro patas y todo lo que esté a la altura de sus ojos, será potencialmente peligroso para sus hijos.

Barreras físicas: Cuidado con escaleras y ventanas. Colocar barreras que impidan el acceso a las escaleras tanto de subida como de bajada y colocar rejas en las ventanas o dispositivos que impidan su apertura. Si en nuestro hogar hubiese piscina, sería necesario mantener el recinto acotado y cerrado con puerta y candado para impedir el acceso del bebé al mismo.

Bañeras: No dejar nunca al niño en la bañera solo aunque haya poca agua o inclusive el bebé esté contenido en un sistema de sujeción y colocar pegatinas antideslizantes o similar en el suelo de la misma para evitar resbalamientos.

No a los Andadores, su uso está ampliamente desaconsejado no solo por el riesgo de accidentes y caídas, sino porque dificulta el desarrollo de la marcha en el niño y puede producir deformidades en sus extremidades.

Atragantamientos: Suelen ser los accidentes más frecuentes en esta edad, por lo tanto, cualquier precaución será poca en esta etapa. No solo los provocados por la introducción en la boca de piezas pequeñas (cuidado si hay hermanos mayores con tener estas piezas pequeñas confiscadas) como por los derivados de la introducción de la alimentación complementaria (uvas, aceitunas, cerezas, maíz, salchichas, manzanas y zanahorias crudas, frutos secos, caramelos....). Con respecto a estos alimentos mencionados debemos de cortarlos transversal y longitudinalmente, de tal forma que cada uva, salchicha (aunque esto mejor si no se lo das, no son saludables) o aceituna queden divididas en 8 partes. Frutos secos triturados, manzanas y zanahorias asadas o cocidas.

Ni que decir tiene que cada padre, madre y cuidador debe realizar un curso de primeros auxilios para si se diese el caso, saber actuar con contundencia y seguridad mientras acuden los servicios sanitarios en nuestra ayuda.

Prevención de Accidentes infantiles en bebés  de 1 a 3 años y en adelante en general

Como podemos imaginar, conforme el bebé adquiera sus progresos madurativos correspondientes a la edad, progresivamente se hará más auto suficiente e independiente. Además su afán explorador le hará investigarlo todo, lo que unido a su falta de sentido del peligro, lo transformará en un niño especialmente vulnerable y peligroso. Cualquier vigilancia será poca en estos años y siempre habremos de tener puestos los ojos en ellos (incluso los de la nuca, como le digo a mis pacientes). No obstante, suelo insistir en que una cosa es vigilar y otra muy distinta es sobreproteger o  poner en práctica conductas evitativas como prevención (no dejarlos que jueguen o vayan al parque o simplemente que exploren). Los niños son niños y deben explorar y nosotros, los padres y madres debemos vigilar sin coartarlos.

Los accidentes más frecuentes  en esta época sobrevienen por caídas y golpes, atragantamientos, ahogamientos,  intoxicaciones y accidentes de tráfico. Las recomendaciones por tanto serán las mismas que hemos estado exponiendo en las anteriores etapas solo que ahora ampliaremos el ámbito en el que se pueden producir: jugando en el parque, en nuestro jardín, en el balcón, en el colegio, en casa de amigos y abuelos, etc.

Protecciones: si montan en bici o en patinetes, llevar siempre cascos y protecciones y enseñarles a circular por la vía pública y los carriles bici.

Medidas para protegerles de accidentes

Cuando nuestros hijos van creciendo, también van adquiriendo la capacidad poco a poco de ir comprendiendo que hay ciertas conductas que pueden entrañar riegos de lesión para ellos. Por eso la misión de los padres es que los vayamos formando ante este tipo de situaciones de riesgo, con paciencia, si sobreprotecciones, sin cohibirlos ni atemorizarlos.

Llevarles siempre de la mano en la calle e ir dándoles poco a poco nociones de seguridad de cara a cruzar una calle, respetar semáforos, no correr nunca tras una pelota que rueda a la carretera, no asomarse por una ventana, etc.

Seguir con edades más superiores nos haría interminable nuestra entrada, la verdad, pero creo que con estas medidas, que por otra parte son generales para casi todas las etapas, nos hacemos a la idea de cuánto trabajo tenemos los padres y madres por delante para proteger a nuestros bienes más preciados: nuestros hijos e hijas. Por tanto mi recomendación final sería que los padres y madres adquiramos el compromiso de informarnos y formarnos para lograr prevenir los accidentes infantiles. Es nuestro deber como padres y madres.

Autor: Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz

Autor: Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz

Médico Especializada en Educación Maternal y Recuperación Puerperal.

Máster en Nutrición Clínica, Alimentación, Obesidad y Nutrición Vegetariana. Universidad de Barcelona

Asesora de lactancia Materna y Educadora de Masaje Infantil

Directora del Centro de Educación Maternal C.E.M. Los Arcos

www.cemlosarcos.es

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