Malamente Apropiao: Funky Cañí y Acid Flamenco
Los de aduanas del flamenco ya le han denegado la visa a Rosalía. Se veía venir ya desde que sacó “Los Ángeles”. Pero ahora vienen con cargos y acusaciones de apropiación cultural indebida y antigitanismo para la cantante barcelonesa. Con esos cargos, me imagino que tendrá que devolver el carnet de flamenca y el título de la Escuela Superior de Música de Cataluña y no aproximarse a menos de 100 metros de un tablao.
Los cargos tienen su base, piensan en Aduanas: El antigitanismo, por ejemplo, se sustenta en que Rosalía no es gitana, ni pobre, ni andaluza. Y, por tanto, no puede ir por ahí metiendo en su música expresiones como iyo o undebel que provienen del caló y son patrimonio de los gitanos o de los payos que aceptan los gitanos. Y éste no es el caso. Tampoco puede ir de chunga y taleguera, siendo una niña bien. Ni santiguarse, ni usar símbolos como los toros o las vírgenes. Todo eso le achacan. La afirmación más potente es la de que Rosalía “usa a los gitanos como algo cool que incorporar a su disfraz, pero no le importamos socialmente hablando”. Puro Twitter.
El disfraz en cuestión es éste.
A mi juicio, tienen su parte de razón. Es evidente que a Rosalía la plantas en una peña o un tablao de Jerez y probablemente no aguante ni 3 minutos. Aunque también es evidente que a Rosalía eso no le interesa. También se sabe que, aunque vaya de malota en el vídeo y su estética tenga un punto poligonero, no es una chunga, sino una niña más o menos bien. Y es obvio que recurre al caló, sin ser gitana. Está claro que hay una gran parte de Rosalía que es un papel. Pero, y aquí está la clave, lo interpreta mejor que nadie en este momento, en el que el talento, guste o no, no sobra.
Esta polemicucha tiene poco recorrido. El mismo día que surgía, la canción de “Malamente” tenía su propia entrada en Fact, una web inglesa de música urbana y electrónica, con lo cual es bastante evidente que Rosalía está dispuesta renunciar al apoyo de una parte de los flamencos para llevar SU visión del flamenco a todo el que lo quiera escuchar. Es lo mismo que ha hecho Niño de Elche, que tampoco es andaluz ni gitano, por cierto. Éste, además, disfruta enfrentándose a los de Aduanas del Flamenco.
Y es que hablamos de una gente que es de gatillo fácil y expertos en dispararse en el pie. Son los mismos que masacraron a Camarón de la Isla, que era de los suyos, cuando sacó “La Leyenda del Tiempo”, y que 20 años después esperaron en la puerta del Teatro Albéniz a Morente cuando, tras un concierto con Tomatito, tuvo la osadía de subir al escenario a Lagartija Nick y ponerlos a tocar el “Omega”. Un disco este último que también tuvo su oposición entre los alternativos, que despreciaban el toque flamenco y que no lo consagraron como la hostia en vinagre hasta que Sonic Youth y otros músicos anglosajones empezaron a resaltar su importancia.
Los flamencos han condenado a muchos y viven queriendo preservar su arte y mantenerlo puro, cuando su arte no es otra cosa que una música bastarda surgida del lamento de varios pueblos y que es patrimonio de un país como España, en el que hablar de apropiación cultural debería implicar un calambrazo a quien lo pronuncie. Baste un ejemplo: Esta misma semana se ha enterrado con honores a María Dolores Pradera, una señora madrileña que cantaba muy bien y que se hizo famosa, entre otras cosas, por interpretar muy bien putas rancheras mexicanas.
Y lo peor (o lo mejor) es constatar que esto no siempre fue así. Lo mejor es que, a poco que uno rasca, se da cuenta de que el patrimonio flamenco está lleno de híbridos bastardos como el que acaba de hacer Rosalía. De canciones que mezclaban la tradición flamenca con la música de su tiempo. De apropiaciones culturales que son “gustito pa mis orejas” y que forman parte del patrimonio flamenco y gitano, sin otro juez que el tiempo, que es poco amigo de los carnets de pureza.
Hoy, en El Jukebox, revisamos una época: La que va desde los años 60 a principios de los 80, y en la que el Flamenco y la Rumba se hibridó con la música negra, en un caso de Apropiación Cultural Buenamente Hecha por parte de gitanos y payos, que entendieron que los lazos que les unen con el pueblo afroamericano -Ahí está el documental “Gurumbé” para atestiguarlo- son ancestrales.
Gran parte de esta música era pasto de las gasolineras. Otra mucha acabó en el Cine Kinki de la época. Muchas eran cosa de discotecas. Lo que eran y lo que son, escuchadas hoy en día, ya no importa tanto. Aunque encuentro en ellas un antecedente directo del “Malamente” de Rosalía, que no deja de ser un crossover de música urbana y flamenco bastardo, con una estética claramente kinki. También es la constatación de que, en el flamenco como en la vida, nada es inmutable y la memoria puede ser muy corta.
En la selección de hoy: Skinnybone Love y Juani Cash, dos disc jockeys y selectores cuyo discurso es, de nuevo, un ejemplo de apropiación cultural.
Tracklist.
Selección Juani Cash (Principio a Minuto 55)
El pelos - La Grifa
Antonio Gonzalez feat Lola Flores - Muchacho Barrigon
Chango - el guapo
Juncal y sus calistros - tequila
Chango - Chivato
Los Amaya - Bailen Mi Rumbita
Rumba Tres - Rumba Tru, La, La
Rumba Brava - Rumba, Rumba
Reto Gitano - Tú Me Gusta Más y Más
Lola flores - como me las maravillaria yo
Dolores Vargas La Terremoto - A La Pelota
La Marelu - Mala
Trigal - Tamara
El Noi - Zorongo Rock
Dolores vargas 'la terremoto' - dejalo
trigal - vente conmigo
Morena y Clara - No Llores Más
Perlita de huelva - almohada
El Turronero - Yo Soy Nube Pasajera
morena y clara - para vivir así
Selección Skinnybone Love (Minuto 55 a Final)
Morena Y Clara - El chico que yo quiero
Tony El Gitano - Dolores
Marian Conde - Hiel Miel
Los Troncos - Te quiero Me quieres
Las Deblas - Zorongo
El Turronero - a nadie se le ha ocurrio
Rosa Morena - que mirame
Manzanita - Espiritu sin nombre
las Grecas Amma Immi
Los Chichos - No me querias
Los Chorbos - Enrollé con la luna
Los Chunguitos - me quedo contigo
Morena y Clara - Tan Lejos de mí
Los Doñaña - marinella
Tijeritas - ¿Donde estará Dolores?
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