Palabras que brotan del corazón
Rafael Alonso Butelo ofrece un discurso lleno de emoción en el Pregón en honor a San Rafael de la Federación de las Peñas Cordobesas, en el que describe brillantemente la devoción popular de la ciudad por su Custodio
Emotivo, como lo son las palabras que brotan del corazón, es su discurso. Tras el atril. En el altar mayor. Junto a una efigie de quien realmente protagoniza la noche, tanto como este 24 de octubre. Horas antes de su festividad, a San Rafael le es dedicado un nuevo canto de devoción. Tras el que realizara días atrás, con motivo del inicio de los actos de la hermandad de la que es titular, Miguel Ángel de Abajo en el Círculo de la Amistad, la iglesia del convento de Santa Ana es el hermoso escenario esta vez. El Custodio de Córdoba, que también es patrón de cuantos se reúnen en el templo, recibe una nueva muestra del sentimiento que la ciudad hacia él profesa. Es el Pregón de las fiestas en honor al Arcángel de la Federación de Peñas Cordobesas, que en esta ocasión corre a cargo de Rafael Alonso Butelo.
El suyo fue un canto popular, como lo era y será el de Rafael Castro Pérez. Como lo fue también esta noche de viernes, víspera del día de Córdoba, su “Soy cordobés”. Porque tampoco faltó la expresión a través de las cuerdas de una guitarra y de la voz de quienes musicalizaron las emociones. Sus palabras fueron las que a la perfección definen el alma de una ciudad que difícilmente puede ser entendida sin su vinculación con el Arcángel. “Tuya y sólo tuya es la culpa de que esté aquí. Si sale mal, perdóname. Si sale bien, va por ti”, solicitó de entrada el pregonero al Custodio. Quien habitualmente trabaja con la cámara, porque fotógrafo es, tuvo esta vez capacidad para capturar y mostrar una imagen a través de los versos. Versos que todo lo decían sobre las peñas cordobesas, “pregoneras de Córdoba”, y claro está acerca de San Rafael.
A lo largo de su disertación, Rafael Alonso Butelo realizó un brillante recorrido por la Historia de la ciudad a través del Arcángel, de sus apariciones. También recordó la importancia de las asociaciones, de su participación activa en la vida de Córdoba. Estuvo el pregonero acompañado de centenares de personas, que llenaron tan bello espacio como es la iglesia del convento de Santa Ana. Un lugar en el que se dieron cita diferentes representantes municipales. Uno de ellos, Salvador Fuentes, fue el encargado de presentar a quien instantes después completaría un magnífico discurso. Tampoco faltaron el recientemente elegido presidente de la Federación, Alfonso Morales, así como el saliente, Francisco Castillero, y el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel. Todos quisieron estar junto al hombre que exaltó al Custodio con palabras emocionadas.
“Arcángel, te pido que a esta Córdoba, esta Córdoba embrujada, no le falten tus bendiciones”, comenzó su alocución Rafael Alonso Butelo, quien recordó de nuevo la estrecha relación existente entre la ciudad y su Custodio. Una relación imposible de romper, como a veces poco sencilla de explicar. Pues los sentimientos difícilmente puedan ser expresados a través de las palabras. El pregonero lo consiguió y en su canto, que fue popular, el que resulta profundo por venir del corazón de las gentes cordobesas, hizo valer la memoria e identidad de esta antigua urbe. “Sentir a Córdoba es sentir su protección, nombrar a Córdoba es recordarlo a él”, a San Rafael. No puede haber mejor, ni más acertada afirmación.
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