El tran tran de Cercadilla taitantos años después
Será que vienen comicios, o que hay mucho tiempo libre, puesto que la arqueología llena estos días columnas de opinión, portadas y mentideros. La desgracia, es que ese colmo brota desde un cenizo anacronismo cordobés, que es el que más vende y más postula ilustrados de espejo cóncavo: el de su destrucción. Cercadilla, los arrabales occidentales, los difuntos romanos recién alumbrados en la calle Sagunto y el consecuente retraso del murallón del Marrubial dan, en estos tiempos de Kalendas (precisamente) para portadas, columnas varias y algunas viñetas.
Kalendas
Se quiere enseñar, 26 años después, que Cercadilla fue un yacimiento destruido para hacer pasar el tren para la Expo92. Y efectivamente, no hacían falta nuevas vías, puesto que fotos hay suficientes donde se ve el yacimiento completo y el nuevo AVE pasando al lado. Los fastos hispalenses mandaban y los actuales (hasta hace unos días) Ministros de Cultura y Exteriores, Sres. Guirao y Borrell, (entonces Director General de Bienes Culturales de la Junta y Ministro del MOPU, respectivamente) protagonizaron, Ayuntamiento de Córdoba presente, el asunto. Y el asunto es muy sencillo: el Ave tiene que pasar más pacá, porque la nueva estación va más pacá, y ya está. Caigan las piedras que caigan, sean romanas, moras o budistas. Pero eso lo sabe todo el mundo desde hace un mundo. A Iker Jiménez seguro que no le interesa.
más pacá
Cercadilla no está sola. Por desgracia, la escoltan en la tragedia los inmensos arrabales occidentales y el más sensible de todos, viva historia de Córdoba, el de Saqunda. Igualmente se destruyeron, mutilaron o velaron, o, en cualquier caso, no se aprovecharon para la ciudad. Otro crimen. Otra infamia. Otra barbarie más. Pero esta historia también nos las sabemos.
Si cruel fue aquello, más duro e inútil es seguir en aquello. Se vive (y se ha vivido) más de la destrucción de Cercadilla, que de Cercadilla. Interesa más lo sórdido de Cercadilla, que lo que queda de Cercadilla. Sin embargo, suele pasar inadvertido que, mutilado y aniquilado, horroroso como lo dejaron, Cercadilla es más yacimiento todavía que la mayoría de los yacimientos que existen o aparecen. Si a Messi le cortas una pierna, le basta la otra para seguir siendo grande. Los que echaron más pacá el AVE, para hacer obra, no pagarán. No los sigan buscando. Han pasado casi treinta años. Los que siguen en el fango no se dan cuenta que lo tétrico es lo contrario al valor añadido. Que la destrucción y los problemas de las piedras ahuyentan las alegrías. Que el retorcerlas las desafecta. Y que así, quizás porque lo quieren, es normal que la gente se aleje del patrimonio.
más pacá
La barbarie no es invento cordobés, aunque Córdoba en eso tenga puestos de Champions. Atenas tiene el metro en mitad del Agorà y a cielo abierto. Roma tiene dos líneas de metro, a cielo abierto y luego tapadas, justo bajo la fachada del Coliseo. ¿Córdoba, no puede darse otra oportunidad? ¿Tenemos que machacarla? Cuando vayan al Coliseo, griten allí en contra de la nueva Metropolitana: sí, la que por mitad de Via dei Fori Imperiali se construye mientras me leen. Seguramente nadie vendrá escandalizado. O dejará el escándalo para zascandilearlo por aquí, que, en la Judería, tiene más efecto.
Champions.Via dei Fori Imperializascandilearlo
Para el que esté ya con el gatillo del Facebook preparado, no, no justifico ninguna destrucción. Me parece igual de mal que a Ud. Igual de infame. Sacrílego con el vientre de Córdoba. Los que lo consintieron, los que gestionaron en algún momento, no tienen días para asumir la deuda. Ni merecen pronunciar esta ciudad. Pienso simplemente que, como sociedad, somos capaces de darle la vuelta a eso. Sin olvidar ni perdonar, por supuesto sin consentir, no insistamos en lo tétrico. Pongamos el tiro futuro en lo útil, en lo que se puede hacer, a partir de las recientes y próximas elecciones, sabiendo que las fichas del juego están ya elegidas por defecto y que la única solución es moverlas bien, porque no se pueden quitar del medio. Pongamos la mira en una política municipal y autonómica que, durante más de treinta años, ha pasado universalmente, como la Expo, de sacarle todo el oro a las solemnes y sufridas piedras de Córdoba. Una política a la que le han bastado cuatro escaparates para dominar la situación. Y dejar ajena de todo ello a la sociedad.
gestionaron
Importan los millones de metros de arrabales que quedan, la superficie de Cercadilla que aún queda, los parques arqueológicos que no se han hecho, la masificación del Museo, la falta de personal, las míseras condiciones en las que trabajan los arqueólogos y en general los graduados en Historia o Patrimonio y los miles de garajes que custodian trocitos del alma de Córdoba. Entre mucho más, por supuesto.
Decía, que precisamente, este revival del holocausto arqueológico sucede en Kalendas. Sin embargo, Kalendas nos está enseñando lo que Roma en Córdoba puede llegar a ser. No seamos tan cordobeses como para estropearlo. La puesta en valor de nuestro patrimonio no debe quedarse en Kalendas, claro que no. Sin embargo, Kalendas es el síntoma más positivo que ha vivido la arqueología de Córdoba en muchos años. Kalendas va a arrasar púlpitos, historias interesadas y arqueologías travestidas: porque Kalendas ha sacado a todos los arqueólogos a la calle. Kalendas ha democratizado la arqueología cordobesa. Y los cordobeses han visto que los arqueólogos somos legión. Que somos ciudadanos como ellos. Y que damos sonrisas y no penas.
revivalKalendas
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