Veraneos, 9: Tontísima conversación estival
-Tomaré un tinto con casera.
-¿Cómo que “con casera”? Será con gaseosa.
-Sí; con gaseosa La Casera. Bueno, la que tengan…
-Es que la gaseosa –blanca, supongo- puede ser La Casera u otra…
-… La Revoltosa, por ejemplo ¿no?
-La Revoltosa suena a título de zarzuela…
-Pues también es el nombre de una casera; perdón, de una gaseosa.
-Como Pijuán, o la Jarota, o la Inmortal o ésa del logo tan gracioso… ah, sí: Shultz.
-Schuss, quieres decir.
-Más o menos, es que es muy difícil...
-Joder
-Sí; joder.
-El Seven-up también es una gaseosa…
-…Bueno, pero no es lo mismo.
-En fin; lo que yo quería tomar es un vargas fresquito (con blanca, of course); pero es que creo que aquí no lo conocen con ese nombre.
-No. Aquí se le llama “tinto de verano”. Además, en todo caso, lo correcto es decir “valgas”, que significa “Valdepeñas con gaseosa”. De ahí viene.
-Mira, chaval, es “vargas” por la cosa de la ley del rotacismo.
-¿La ley de qué?
-Del rotacismo. Lo explica la historia de la lengua. Concretamente de la lengua hablada: la neutralización de sonidos líquidos l/r da lugar a ese fenómeno, el del rotacismo, sobre todo en Andalucía, Murcia y algunas zonas del Caribe. Por eso se dice “er niño”, en vez de “el niño”, o “vargas” en vez de “valgas”.
-Ah, que nos estamos poniendo estupendos, pedantitos…
-No, perdona: te lo estoy explicando. A ver si ahora yo soy un pedante y Punset un “divulgador”… No te jode.
-Vale, vale… take it easy.
-Pues, mira ¿sabes lo que te digo?
-¿Qué?
-Que ahora quiero una caña. A tomar por culo.
-Sea: dos.
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