Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
El loro y el chihuahua
La lava de ese volcán lame las laderas de los cerros de La Palma y busca el mar para morirse. Cuando nos cortamos, sangramos, como decía Shakespeare en El Mercader de Venecia. Todos hemos sufrido alguna herida mal curada que nos chorrea sangre abajo por la pierna hasta llegar al pie que se posa sobra la Tierra. Y, así, parece que un círculo se cierra.
No vamos a hablar aquí de una ministra bocachancla, ni de los instagramers, ni del llamado “turismo de catástrofes”. Queremos hablar de lo que importa: un perro y un pájaro.
Escuché en la radio el testimonio de una señora que hablaba de que a su marido le habían permitido quince minutos para acceder a su casa en el pueblo de Todoque antes del cierre y la evacuación definitiva. La señora explicó, con su acento insular canario, precioso, musical, que a su marido le había dado tiempo para recoger de casa la jaula del loro y el pequeño chihuahua.
Maravilloso. Ternura pura.
Mientras, la lengua de lava se llevaba por delante una pequeña parroquia de fachada blanca. Porque los volcanes son el fuego del infierno manejado por Lucifer que, a veces, tiene flato y erupta.
Hay gente que cree en Dios y hay gente que cree en la UME. También hay gente que no cree en nada.
Y gente que cree en la gente. Así de simple.
Espero que el loro y el perro estén bien.
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
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