Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
El Aizkolari
De todo este majareo reciente, lo que me ha parecido más singular no es que haya “mordidas”, trinques diversos, traiciones varias y, desgraciadamente, prostitución. Nada de eso puede sorprenderme.
Lo más espectacular es que uno de sus protagonistas, el simpar Koldo, además de ser “gorila” de discoteca, chófer o “conseguidor” de personas y cosas, ha sido, atención, aizkolari. Es decir, que ha participado en competiciones y exhibiciones de ese ancestral deporte vasco de cortar troncos, básicamente de haya, con un hacha.
Así se han divulgado imágenes del gorila-aizkolari , con indumentaria tradicional blanca y pañuelito rojo subido al tronco y zurrándole hachazos a la madera mostrando sus poderosos antebrazos generosos como jamones de Trevélez.
Incluso se ve a Koldo haciendo una exhibición de corte delante de un tal Pedro Sánchez, que lo observa con un rostro que no sabemos discernir si es de pasmo, de admiración o de sorpresa.
Manda narices que un señor que se dedicaba a una actividad tan, digamos, analógica como es repartir hachazos o mamporros, haya evolucionado hasta ser especialista en grabaciones digitales. Pero es que hay gente muy buena en sus cosas y en su evolución vital y profesional.
Pegar hachazos delante de Pedro Sánchez… No me digan que la metafórica imagen no tiene gracia.
Si toda esta mierda fuera “graciosa”, quiero decir.
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
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