Sebas Moyano y el ritmo frenético de una estrella en construcción
El futbolista de Villanueva del Duque alterna presencias en el primer equipo del Córdoba, el filial, la selección andaluza y la española sub 17
¿Dónde va a estar mañana? Ni él mismo lo sabe. Va necesitando que le controlen la agenda, siempre repleta de actividades. El precio de la popularidad se empieza a pagar pronto. Y seguramente Sebastián Moyano Jiménez (Villanueva del Duque, 1997) hace frente con gusto a esas nuevas exigencias. Esta semana vuelve a tener compromisos múltiples. El mediapunta cordobés ha vuelto a entrar en los planes de Santi Denia para dos encuentros amistosos de la selección española sub'17 en Alemania. Sebas vive en plena efervescencia. Es el chico de moda en la cantera del Córdoba, un vivero que no se agota.
Se trata de un momento especial para el talentoso jugador villaduqueño, que en su anterior citación con la Rojita para debutar ante Bélgica se quedó fuera a última hora por una lesión muscular. Esta vez acude con todo el caudal de entusiasmo que despierta una primera vez. Las citas frente al combinado teutón son en los estadios de Wetzlar y Georg-Gafmann, nombres casi impronunciables pero que quedarán marcados en la memoria, futbolística y vital, de uno de los mejores talentos de la cantera cordobesa en los últimos años. Después cogerá un vuelo para aterrizar en Barajas antes de retornar al Córdoba, donde le cuidan con mimo. Entonces le dirán a dónde tiene que ir a poner de su parte: si al filial de Segunda B, que pelea angustiosamente por una incierta permanencia, o al primer equipo de Segunda A, que corre en pos de un ascenso a Primera. Cada uno en su historia. Y Sebas en la de todos.
Sebas se mueve ya entre los jugadores de élite de su edad. La mayoría de los convocados por la selección están en las canteras de entidades de primera fila. Un vistazo al listado de reclutados por Santi Denia, ex del Atlético y actual seleccionador, da una idea del valor que tiene la presencia en ella de un chico que hace apenas un año era un cadete que jugaba con el equipo sénior de su pueblo en la Primera Provincial. A Alemania, con Sebas, fueron Asier Villalibre (Athletic), Carlos Marín y Diego Altamirano (Atlético de Madrid), Alejandro Carbonell (FC Barcelona), Iván Villar (Celta), Pol Lirola y Aarón Martín (Espanyol), Sergi Canós y Pedro Chirivella (Liverpool), Javier Ontiveros (Málaga), Pablo Maffeo (Manchester City), Álvaro Fidalgo y Borja Mayoral (Real Madrid), Jorge Mere (Sporting de Gijón), Madger Antonio, Aleix García, Ramiro Guerra y Adrián Marín (Villarreal CF) y Jesús Vallejo (Real Zaragoza).
A Sebas lo reclaman desde todos los frentes. A algunos, evidentemente, no podrá acudir. Carlos Domínguez, seleccionador de Andalucía en sub 18, también tiene en su lista, bien subrayado, al mediocampista cordobés. Lo ha citado esta semana para un entrenamiento en Alcalá de Guadaíra -junto a otro cordobés, Gonzalo Carmona, que juega en el Apedem Montilla-, pero cada llamada está condicionada por la citación con un combinado de rango superior. Carlos, ex jugador de Sevilla y Mallorca, entre otros clubes, lo sabe. Sólo espera que no haya compromisos que le impidan contar con Sebas cuando Andalucía tenga que disputar la fase final del Campeonato de España de Selecciones Autonómicas, un fantástico escaparate para las figuras emergentes.
Aquí, en El Arcángel, esperan grandes cosas de él. Resulta imposible no ver en la figura del jugador de Villanueva un paralelismo con Fede Vico, el último talento precoz del cordobesismo. Fue el segundo más joven de la historia en debutar con el primer equipo, había acumulado partidos de nivel profesional antes de cumplir la mayoría de edad y sus llamadas a la selección sub 19 le sirvieron para catapultarse: este pasado verano fichó por el Anderlecht belga. Sebas está ahora en plena irrupción. Hace poco más de un año, sólo los seguidores del fútbol base conocían de su existencia. Era un chaval que se había formado en las divisiones inferiores el Pozoblanco y que, con 15 años, brillaba rodeado de veteranos en la categoría sénior provincial con el equipo de su pueblo. El Córdoba lo fichó para su equipo cadete, pero rápidamente lo ascendió al de División de Honor Juvenil.
El chico llamaba la atención. En mayo estuvo en Londres realizando pruebas con el Liverpool. Todo el mundo volvía sus ojos hacia este eléctrico mediapunta, dotado de un amplio arsenal técnico y con la osadía típica del joven que se siente seguro de sí mismo y capaz de cualquier cosa. Este verano hizo la pretemporada a las órdenes de Pablo Villa en Isla Canela. Jugó amistosos en verano y se presentó ante el público de El Arcángel con un puñado de acciones centelleantes ante el Almería, de Primera División. Sin haber pasado siquiera por la categoría juvenil, en la que acaba de aterrizar por edad, Sebas ha entrado en escenarios superiores. José Antonio Romero cuenta con él para el equipo de Segunda B y Pablo Villa le incluyó en la lista de expedicionarios para el último desplazamiento a Alcorcón. Le falta debutar en categoría profesional en un partido oficial. Pronto lo hará.
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