Bellas IV. Mimos
Resulta curioso lo delicadas que parecen algunas personas, ésas que con tan solo mirarlas parecen estar a punto de romperse y que, sin embargo, cuando las tratas y convives con ellas te dan una verdadera lección de fortaleza.
Cuando Ángeles empezó a trabajar en el centro andaba todo el día temerosa de romper alguna de esas delicadas piezas. Las llevaba de un salón a otro con un cuidado extremo, lentamente. Le obsesionaba la posibilidad de añadir más dolor a su dura existencia.
- No son de porcelana, Mari. no se te van a romper- le riñó un día su hermana. Trabajaban juntas en el centro ocupándose de la limpieza y la cocina, aunque echaban una mano en todo lo que hiciera falta, lo que las acabó convirtiendo en dos piezas imprescindibles del equipo de cuidadores que se ocupaba de dependientes y discapacitados.
Ángeles disfrutaba con su trabajo. Cuando perdió el miedo a romperlos, aprendió a abrazarlos, a reírse con sus bromas y a disfrutar de sus muestras cariño. Le gustaba pensar que cuando ella misma envejeciera alguien se ocuparía de ella de esa manera, mimándola y achuchándola sin miedo a romperla porque el amor nunca causa dolor.
* María de los Ángeles Santos López fue asesinada por su pareja el 14 de enero de 2014 en Pozoblanco. Tenía 47 años. Javier Fernández era diez años más joven.
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