Estimado director:
Me dirijo a usted para manifestar una preocupación respecto al proceso selectivo recientemente organizado por Aucorsa. Durante la realización del examen psicotécnico se produjeron diversas incidencias que, lejos de ser anecdóticas, ponen en entredicho la igualdad de condiciones entre opositores y la fiabilidad del resultado final.
La primera de ellas es la pregunta número 14, basada en una secuencia alfabética en la que se omitió la letra “Ñ”. Esta omisión alteró la lógica de la serie y, sin embargo, el tribunal dio por válida la respuesta errónea. Resulta incomprensible que en un examen oficial se ignore una letra que forma parte del abecedario español y que, por ende, cambia por completo el patrón de la prueba.
A esto se suma la permisividad durante el examen: varios aspirantes pudieron abandonar el aula para ir al servicio en grupo, lo que facilitó el intercambio de información entre quienes permanecían en el aula y quienes entraban o salían. Este hecho contradice el principio básico de control en cualquier prueba selectiva.
Por último, se ha observado que a ciertos candidatos se les han admitido respuestas mal ubicadas —por ejemplo, en la fila de anulación—, lo que supone aplicar un criterio extremadamente flexible para algunos casos, mientras que otros errores, como el de la letra “Ñ”, han sido pasados por alto sin corrección.
La “Ñ” es más que una letra: es identidad en nuestro idioma, un símbolo que distingue al español en diccionarios, en herramientas digitales y hasta en sistemas de inteligencia artificial. Ignorarla en un examen oficial no es solo un fallo técnico; es una falta de respeto hacia nuestra lengua.
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