Lourdes Mohedano: “Cuando empecé no sabía lo que eran unos Juegos Olímpicos”
El sueño de todo deportista es ir a unos juegos Olímpicos. Eso lo he cumplido, pero ahora, pido algo más. Me voy a pedir una medalla…
La gimnasta cordobesa, diploma olímpico en Londres 2012, ambiciona “una medalla” para la próxima cita internacional
Esbelta, dulce, prudente… Lourdes Mohedano, la única cordobesa que con tan sólo diecisiete años ha participado en la máxima competición planetaria deportiva, unos Juegos Olímpicos, habla con sus ojos. La gimnasta, diploma olímpico en Londres 2012, reconoce no haber recibido aún su premio, algo que asegura esperar con “intriga”. De vuelta en Madrid, tras unas “merecidas” vacaciones familiares junto a los suyos, antes de partir, concede una última entrevista en su tierra en el mismo lugar donde inició su carrera como deportista. En la charla, la cordobesa se muestra sincera, reconociendo la “dureza” de su profesión. Mohedano, que posee la virtud de comunicarse universalmente con su cuerpo, sabedora de lo que ha conseguido a temprana edad, proyecta una imagen madura en juventud. Con probabilidad, en unos años, cuando relea esta entrevista, sonreirá al ver las imágenes y se asombrará de las respuestas que realiza. Esta jovenzuela, cuya trayectoria ya se estudia en los exámenes de algún centro educativo andaluz, es una chica poco habitual. Muy familiar y sencilla, apunta una personalidad que ensalza los valores fundamentales del progreso de nuestra época, el esfuerzo, el sacrificio y las ganas de mejora. Positiva, alegre, dicharachera, en definitiva, humana, relaja el nivel dialéctico encumbrando su propia figura sin darse cuenta. Lourdes, tan joven como apacible, proyecta una identidad deportiva al alcance de muy pocos.
Pregunta: ¿Le ha dado tiempo a digerir lo que ha hecho este verano?
Respuesta: Uff. Lo que el equipo nacional ha realizado no se ve todos los días. Lo que personalmente he vivido en Londres no lo pueden hacer todas las personas. En realidad, lo asemejo a cuando pasa el tren. Se sabe que va a pasar; para algunos sólo pasa una vez.
P. En alusión a sus méritos, ¿cuánto trabajo cuesta estar en unos Juegos Olímpicos?. Se dice pronto…
R. Realmente, el trabajo es muy duro y sacrificado. Pero luego tiene su recompensa.
P. ¿Cuántas horas dedica al día a este deporte?R. Normalmente, unas siete horas. Si el día sale bien, igual acabamos un poco antes, pero si se complica, muchas veces, estamos más tiempo.
P. ¿Se ve toda la vida como gimnasta?
R. No se trata de verme o no. Influyen muchos factores. Hay que tener en cuenta que, lo primero, es que quieran seguir contando con una. Además, en la vida de una deportista también hay que considerar las lesiones. Son muchas cosas… En el futuro puede pasar de todo.
P. ¿Qué papel tiene su familia en todo esto?
R. Tengo la suerte de que mi familia va mucho a verme. Lo hacen siempre que pueden. Me apoyan mucho. Esta profesión, que es tan dura, depende bastante del respaldo familiar. Hay momentos en los que una deportista se cansa. Nos podemos cansar en cualquier momento. Resulta indispensable que estén ahí.
P. ¿Resulta muy decisivo para su carrera?
R. Es especialmente importante. Creo que si no lo tienes, no puedes llegar alto.
P. Hablemos de Londres. ¿Cómo vivió aquello?
R. (Risas). Cuando salí del ejercicio mixto, si le digo la verdad, en la final me emocioné. Hubo un momento en el que me vi allí y no sé. Me miraba la gente, pensaba… Eran los Juegos Olímpicos. Era Londres. En un instante, me dije, ¡madre mía! Es lo máximo a lo que puede aspirar cualquier deportista…
P. Siempre soñó con eso…
R. De pequeña, me costo mucho. No era fácil entrenar cuatro horas. Me costaba. Pero, poco a poco, intentaba superarme y decirme que lo iba consiguiendo. Cuando algo me salía, me autoilusionaba diciéndome “mira lo que vas alcanzando”. Poco a poco, me fue gustando más la gimnasia. Me lo acabé tomando con mucha ilusión. Aunque si le digo la verdad, cuando empecé, yo nunca pensaba en unos Juegos Olímpicos. Yo no sabía lo que era eso (ríe).
P. Ahora que ya ha vivido la experiencia, ¿se marca otra meta?
R. Hoy por hoy, me dedico especialmente a la gimnasia, aunque intento sacar los estudios. La carrera de gimnasta es muy corta y se acaba pronto. Hay que ser conscientes de ello.
P. ¿Cuánto tiempo se ve a ese nivel?
R. Voy a seguir hasta que mi cuerpo me diga que pare. Hasta que ya no pueda más.
P. En esas, ¿se fija alguna meta?
R. El sueño de todo deportista es ir a unos juegos Olímpicos. Eso lo he cumplido, pero ahora, pido algo más. Me voy a pedir una medalla…
0