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La UD Sur, sin luz ni agua caliente por impagos del Imdeco

Campo de la calle Marbella, sede de la UD Sur.

Rafael Ávalos

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Es la otra cara del fútbol. La negativa, que es la que sufren cada vez más asiduamente los clubes dedicados a las categorías inferiores. En este caso afecta a uno de los más veteranos y clásicos de Córdoba, la Unión Deportiva Sur. El conjunto radicado desde hace más de cinco décadas en el Distrito Sur de la ciudad se encuentra hoy por hoy sin suministro eléctrico. Un hecho éste que no sólo provoca que carezcan de luz, sino también de agua caliente, porque los termos son eléctricos. La causa se halla en impagos del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco), que es a quien corresponde el mantenimiento de la factura con Endesa para las instalaciones de la calle Marbella -como otras tantas-. Es allí donde disputan sus partidos los equipos de la entidad, los próximos ya este jueves.

“Llevamos 30 años en estas instalaciones y no pagamos luz porque no tenemos las condiciones de otras. Han dejado de pagar y ayer nos cortaron la luz. Hoy han tenido una reunión y les han dicho que es correcto el corte”, señala Manuel Cano, presidente de la UD Sur. Pero, ¿cuál es la explicación que obtienen del Imdeco? “Que se debe una cantidad de dinero y han empezado por este club”, indica el mandatario de esta entidad, que además permite conocer que los impagos no sólo afectan al campo de la calle Marbella. El problema, por ahora, parece tener poca solución. Es al menos lo que Cano extrae de su diálogo con representantes del Instituto Municipal de Deportes. “A corto plazo no me han dicho nada, que no lo saben todavía”, apunta.

La situación es complicada para la UD Sur, más si cabe debido a que en los próximos días debe actuar como local. “Como la cortaron ayer y me acabo de enterar hoy, no sé lo que vamos a hacer. Negarnos, no podemos negarnos a jugar. Haremos alguna sentada a partir del jueves”, expone Manuel Cano en relación a las posibles medidas de solución por parte del club. “Mañana tenemos dos partidos, un benjamín y un pre benjamín. Vienen Palma del Río y Posadas y les voy a llamar para decirles que no tenemos agua caliente por el impago”, añade el presidente de una entidad que nació en 1964. Son 54 años, por tanto, los que tiene a sus espaldas este conjunto de base.

Cuestionado sobre si se plantea trasladar los partidos de sus equipos a otros campos de la ciudad, Manuel Cano lo tiene claro: ni hablar. “Yo de aquí no salgo. Avisaré a los equipos que vienen y ya está. A no ser que me quiten las llaves”, expresa rotundo. Por cierto, que también advierte: “Si el Sur se va de aquí, al día siguiente no queda ni una farola”. Porque este club radica en una zona deprimida de Córdoba, en la que, como en otros casos, tiene una importancia social más que deportiva. “Hay señores en el Imdeco a los que les da igual ocho que ochenta. Pero aquí el perjudicado no soy yo, son los niños. Mañana (por el jueves) viene un equipo con niños de seis años”, afirma.

Manuel Cano no duda en aseverar que “esto es vergonzoso” y lanza una pregunta a la sociedad y al propio Imdeco: “¿Hay derecho a esto en el tiempo en que estamos?”. El campo de la calle Marbella, donde entrena y juega la UD Sur, es de los pocos que aún restan en la ciudad con albero. La entidad acumula 30 años en estas instalaciones, para las que ni siquiera cuentan ya con seguro. “Están bien. El Imdeco viene todos los viernes a pasar el coche, hizo vestuarios nuevos… Pero sí que estamos un poco más dejados de la mano de Dios ahora. Nos deniegan el seguro para desperfectos y tengo una cerradura rota en vestuarios y un cristal roto, por ejemplo, que no nos arreglan”, explica el presidente del club del Distrito Sur.

La UD Sur cuenta en la actualidad con cuatro equipos, todos de las categorías más bajas -en edad-. “Hemos llegado a tener 14 o 15, cuando todos competíamos en igualdad, pero el albero no lo quiere nadie”, arguye Manuel Cano. La tierra es otro problema, que arrastra desde hace tiempo. Ahí mantienen la esperanza de que en un año todo cambie. El césped artificial está por llegar, así está proyectado al menos, en los 12 meses venideros. “Está todo aprobado. Están esperando a que venga el arquitecto para que vea las obras que tendrían que hacerse”, comenta el presidente de la entidad. “Antes de finales de 2019 tendría que estar todo hecho”, agrega. Pero hoy por hoy lo más importante es recuperar la normalidad, recobrar la luz y con ella el agua caliente para los más pequeños.

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