Como si fuera una final
Hubo tensión, ceños fruncidos, jugadas polémicas, tarjetas y hasta una expulsión. Eran otras caras pero las mismas consignas y exigencias. Las sonrisas y la predisposición a la fiesta del graderío de El Arcángel -con mucha chavalería- contrastaron con el nivel competitivo que se detectó en el desempeño de ambos equipos sobre el descolorido césped cordobés. Ya había advertido Luis de la Fuente en las visperas que lo de amistoso era solo una etiqueta. Ser campeón comporta una responsabilidad, sea el duelo de carácter oficial o no. La nueva hornada de talentos españoles es consciente del peso del escudo en una selección pentacampeona de Europa. Y era un España-Alemania.
Las chispas saltaron desde al arranque. El conjunto de Luis de la Fuente tuvo una salida impetuosa, tratando de intimidar a su adversario con una apuesta muy directa. Esta España tiene muy asumido el estilo. Actúa como un acordeón. Defiende con todo y ataca con todo. Eso le exige un despliegue físico importante y unos automatismos bien fijados. Y eso, con tantas novedades, tenía su riesgo. En las primeras acciones hubo una presión alta de España que dificultaba la salida de balón de los alemanes, que se encontraban incómodos para acercarse al área de Álvaro con jugadas combinadas.
No tardaron en producirse momentos de zozobra en el marco teutón. La primera gran ocasión para los españoles llegó en una rápida acción tras robo de balón en la que Ferrán Torres y Dani Olmo se combinaron para plantarse por velocidad ante la meta de Schubert. El capitán español concluyó la incursión con un disparo que se marchó por encima del larguero. Ambos, junto a Pozo, trajeron por la calle de la amargura a Alemania con sus movimientos en toda la línea de ataque.
Y llegó el tanto. Manu García controló el balón fuera del área y lanzó un disparo colocado junto al palo que sorprendió al portero alemán. El tanto del jugador del Sporting -el fichaje más caro de la historia del club asturiano, al que llegó este verano por 4 millones desde el Manchester City- aportó aplomo al juego del combinado español, que controlaba la situación con suficiencia. Alemania, con Janni Serra muy desabastecido y solo en la punta de ataque, apenas creaba peligro. Los locales tenían el partido bajo su gobierno y el público lo celebraba.
La selección rebajó el ritmo a mediados de la primera parte y dejó terreno a Alemania, que tuvo más posesión pero no conseguía ver hueco en el bien organizado entramado defensivo local. La capacidad para hilvanar jugadas sorprendía en un equipo con tantas novedades. El único representante del equipo que fue campeón de Europa el pasado verano era Dani Olmo, quien volvió a reafirmarse como el líder de esta generación. El centrocampista del Dinamo de Zagreb pudo marcar en el minuto 24 tras burlar a dos rivales en el área, pero su lanzamiento se fue alto.
Todo iba bien hasta que Alemania se vistió de Alemania. Logró el empate en su primer acercamiento a puerta. Luca Kilian lanzó un trallazo desde lejos que desvió Fernández a córner. Tras el saque de esquina, el defensa Schlotterbeck marcó desde cerca. El cuadro de Stefan Kuntz se envalentonó y Geiger probó con un disparo lejano. El escenario había cambiado. Con el partido equilibrado en juego y marcador se llegó al intermedio.
Todo varió después del paso por los vestuarios. Ocho cambios en Alemania -ambos equipos pactaron realizar un máximo de once sustituciones- dieron una nueva dimensión al conjunto de Kuntz, que estuvo punzante desde el arranque. De la Fuente también inició su carrusel de sustituciones, aunque de manera escalonada. La salida de Andrés Martín despertó la mayor ovación de la noche. El público cordobés se acordó del chaval que se proyectó desde el filial blanquiverde y fue la estrella de un año en el que el club se estrelló. Le aplaudieron todo lo que hizo, que no fue poco.
Con los nuevos protagonistas, el duelo ganó en vigor físico pero perdió en conjunción. Quizá pudo poner de los nervios a los entrenadores, pero al público le sentó fenomenal esa anarquía. Hubo acciones calientes, especialmente en área alemana. España fue a por la victoria sin miramientos, liderada por un dinámico Cucurella. Oihan Sancet, uno de los nueve debutantes con La Rojita, pudo marcar en el minuto 75, pero su disparo a bocajarro lo rechazó el meta Grill. España apretó hasta los últimos instantes, pero sin fruto en el marcador.
En pleno acoso, la afición se entretuvo haciendo la ola y vitoreando a los jugadores. “Nunca había visto una afición así en todos los partidos que he dirigido a la selección en España”, dijo tras el encuentro Luis de la Fuente, que regresó al mismo lugar en el que debutó como seleccionador para añadir un eslabón más a la cadena de citas sin perder de España en Córdoba. Ya van ocho con la sub-21. Y una más con la absoluta, que no aparece por aquí desde hace casi veinte años. ¿Volverá?
FICHA TÉCNICA
ESPAÑA, 1: Álvaro Fernández, Pedrosa (Miranda, min. 73), Cuenca (Pipa, min. 73), Eric García, Buñuel (Montero, min. 73), Manu García (Gonzalo Villar, min. 55), Pepelu (Pol Lozano, min. 64), Fran Beltrán (Oihan, min. 64), Pozo (Cucurella, min. 64), Dani Olmo (Dani Gómez, min. 55) y Ferrán Torres (Andrés Martín, min. 55).
ALEMANIA, 1: Schubert (Grill, min. 46), Vagnoman (Felix Agu, min. 71), Schlotterbeck, Julian Chabot (Awoudja, min. 46), Janni Serra (Habdwerker, min. 46), Makana Baku (Burnic, min. 46), Luca Kilian (Kiomourtzoglou, in. 46), Niklas Dorsch, Adrian Fein (Robin Hack, min. 46), Janelt (Berisha, min. 46) y Eggestein.
GOLES: 1-0, min. 10: Manu García. 1-1, min. 32: Schlotterbeck.
ÁRBITRO: Serdjan Jovanovic (SRB). Amonestó con tarjeta amarilla al español Cucurella y a los alemanes Adrian Fein, Vagnoman y Salih Ozcan. Expulsó por doble amarilla a Kiomourtuzoglou en el minuto 90.
INCIDENCIAS: Partido amistoso disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante 12.244 espectadores.
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