Raíllo, de fiesta en Mallorca: más acento cordobés en Primera
Desde el domingo, la provincia tiene un nuevo representante en la élite. Lo es a título individual, como sucede en otros casos, en la máxima categoría del fútbol español. Se trata de Antonio Raíllo, que celebra el ascenso del Mallorca a Primera después de una temporada memorable. En realidad, son dos campañas para el recuerdo las que de manera consecutiva acumula el conjunto bermellón. De ambas es partícipe, y de forma notable, el defensa. El cordobés va a ser uno más entre los grandes después de una remontada épica por parte del cuadro bermellón ante el Deportivo en la final del play off: En Son Moix están de fiesta tras vencer por 3-0 a los gallegos y destrozar el sueño construido por estos en Riazor días antes (2-0). El hecho es que el zaguero está de enhorabuena, como alguna semana atrás le ocurriera a cinco paisanos. Más si cabe dada la importancia que tiene en el equipo que dirige Vicente Moreno.
Un estallido de felicidad es lo que tuvo lugar la noche del domingo en Son Moix. Una explosión de júbilo cuya onda expansiva alcanzó al cordobés, pieza clave en la isla desde su llegada allá en verano de 2016. Antonio José Raíllo Arenas (Córdoba, 1991) compartió con miles de aficionados, además de con el resto de sus compañeros, un ascenso ganado a pulso. Es el del Mallorca, que ante el Deportivo completó una gesta pocas veces lograda: los baleares dieron el salto de Segunda B a Primera en apenas dos campañas. Emularon al Éibar de la 2013-14, por ejemplo. Lo hicieron ante un rival que creía tenerlas todas consigo y finalmente cayó. Por cierto, los coruñeses cedieron con exbermellón en su banquillo: Pep Martí.
En la hazaña mallorquina jugó un papel destacado el cordobés, que recaló en Son Moix como refuerzo para el curso 2016-17. Aquella temporada sufrió con el descenso del equipo balear a Segunda B. Disputó entonces 29 encuentros de Liga, una cifra que quedó claramente rebasada en la 2017-18. Con Vicente Moreno ya al frente, Raíllo se hizo fuerte en la zaga del cuadro bermellón. Tanto que gozó de minutos en casi 40 duelos entre el campeonato regular del Grupo III de la categoría de bronce, Copa del Rey y play off. El defensa celebró ya esa campaña el retorno del histórico conjunto a la división de plata después de proclamarse campeón. En esta ocasión, el reto era mayor quizá. Éste suponía el afianzamiento del Mallorca en Segunda A, algo que se quedó corto con el paso de las jornadas.
La temporada la cerró el cuadro bermellón con su segundo salto consecutivo, esta vez con su vuelta a la élite. Un hecho éste que Raíllo festejó como figura principal en el vestuario. El zaguero jugó de nuevo casi 40 encuentros entre Liga y play off e incluso explotó su vena goleadora en una fase del campeonato regular de Segunda A. Anotó tres dianas en dos partidos y ambos concluyeron con victoria de los suyos: ante Las Palmas (1-2) y Zaragoza (3-0). De ahí que la dicha fuera mayor para el cordobés, que secundó en este sentido a otros cinco jugadores de la tierra. Semanas atrás, Fede Vico, Quini, Bernardo, Adri Castellano y José Antonio González celebraron el ascenso del Granada a Primera. En la élite va a estar seguro el primero de ellos. Toca ver qué sucede con el resto. En el caso del defensa, parece claro que va a continuar.
De esta forma, Raíllo se suma a otros futbolistas de Córdoba en la máxima categoría. Son Alfonso Pedraza, si bien todo hace indicar que va a salir del Villarreal para firmar con el Eintracht Frankfurt alemán, Álvaro Medrán y Sergio León. Sobre el segundo ha de decidir el Valencia, que las dos anteriores campañas le cedió al Alavés y al Rayo. El último salió del Betis y fichó por el Levante recientemente. De vuelta al defensa, cabe recordar que dejó pinceladas de su nivel ya en el Pozoblanco, donde luchó por el ascenso a Segunda B a las órdenes del hasta hace poco director deportivo del Córdoba, Rafa Berges. Su actuación le valió para firmar con el Betis, en cuyo filial militó una campaña antes de recalar en el segundo equipo de su tierra. Sin embargo, no contó con oportunidades en El Arcángel -en el primer conjunto blanquiverde- y puso rumbo a Barcelona. Formó parte del Espanyol B dos cursos y otro del principal cuadro de los periquitos, con debut en Primera. Fue antes de hacer escala en Ponferrada y después comenzar su etapa más exitosa en el Mallorca.
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