De las panderetas a los tambores de guerra
Las fiestas se terminaron para el que tuviera algo que celebrar. No parece el caso -en lo deportivo, seguro que no- de Sporting y Córdoba, que se cruzan con gesto torvo este sábado a partir de las cuatro en El Molinón. En el feudo asturiano huele a quemado. Los anfitriones, metidos en una racha pésima, terminaron el año a siete puntos de distancia de los puestos de play off. Ya cambiaron hace semanas de entrenador -ficharon a Rubén Baraja, que fue objetivo del Córdoba cuando despidieron a Carrión- y han recuperado para este encuentro al centrocampista Sergio Álvarez, una referencia del grupo rojiblanco. Hay nervios.
Los blanquiverdes también llevan lo suyo. En el vigésimo puesto después de su convincente goleada al Reus -el mejor momento de una temporada aciaga-, acuden con el club en plena convulsión por un cambio de propiedad y unas estructuras deportivas que están por atornillar. El entrenador, Romero, ha recibido un voto de confianza de los nuevos dueños debido a la reacción del equipo y al apoyo del vestuario. En el Córdoba esperan arreglar -al menos, en parte- el rumbo con dos salidas durísimas: Gijón y Cádiz. En El Molinón piensan que pueden reconducir su marcha con un par de compromisos caseros: Córdoba y Alcorcón. A los blanquiverdes les ven allí como lo que son: colistas durante más de un mes hasta final de año y una formación endeble en defensa. Nadie recibe más goles. Habrá que ver si los progresos se reflejan en un campo noble de la Segunda División, donde hay presión para todos: el de casa y el de fuera.
Baraja, entrenador sportiguista, ha venido ensayando un cambio de sistema para poblar el centro del campo y dominar desde la posesión. Romero, por su parte, ha entrenado a puerta cerrada en las últimas sesiones y podría emplear un dibujo similar al de los dos últimos partidos, ante Almería y Reus, para un partido en el que irá “a ganar”, según expresó en su comparecencia ante los medios previa al viaje a Asturias. El entrenador cordobés se ha llevado en la convocatoria al meta Marcos Lavín y a Aguado, ambos del filial, y ha dejado en tierra a Pinillos, Jaime Romero y Josema, tres fichajes que llegaron con la etiqueta centelleante y que ahora, tras perder todo su brillo, podrían ser próximas salidas en el mercado invernal. Ya se verá. De momento, Romero dice que no piensa en eso ni le han consultado nada. Con la dirección deportiva en plena transición, el panorama es complicado. El empresario Luis Oliver -con el excordobesista Daniel López Ramos como responsable del área deportiva- parece estar llevando el peso de los movimientos. Pero el traspaso aún no se ha hecho efectivo y, oficialmente, los González siguen siendo los jefes en El Arcángel.
El Córdoba necesita romper una racha negativa que se remonta al mes de agosto. Bajo la canícula estival logró su única victoria lejos de casa: un 0-3 en Albacete. Tiene dos oportunidades (Gijón y Cádiz) para evitar que se cumpla una vuelta completa sin un éxito completo que llevarse a la boca en los viajes. En Almería ya dejó una mejor imagen, pero terminó perdiendo (1-0).
Con el sabor de la buena imagen en la primera victoria de Romero ante el Reus (5-0), el conjunto cordobesista intentará volver a ganar lejos de El Arcángel, algo que no logra desde agosto cuando se impuso en Albacete (3-0). La activación anímica del último partido, la subida del tono defensivo y el buen momento goleador de Sergi Guardiola son los asideros de los blanquiverdes, que abordan un test trascendente. Llega la hora de la acción directa.
ALINEACIONES PROBABLES
SPORTING DE GIJÓN: Mariño, Jordi Calavera, Álex Pérez, Barba, Isma López, Álex Bergantiños, Carmona, Sergio Álvarez, Moi Gómez, Rubén García y Michael Santos.
CÓRDOBA: Pawel Kieszek, Fernández, Caro, Joao Afonso, Javi Galán, Edu Ramos, Aguza, Caballero, Javi Lara, Jovanovic y Sergi Guardiola.
ÁRBITRO: Santiago Varón Aceitón (Comité Balear).
CAMPO Y HORA: El Molinón, 16:00 horas.
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