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Pablo Alfaro: un infrecuente efecto revulsivo

Pablo Alfaro, en la banda del Enrique Roca | CÓRDOBA CF

Rafael Ávalos

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La locución latina es una expresión típica cuando el plan funciona. El último detalle es importante pues la decisión no siempre resulta como es pretendido. Muy bien lo sabe el Córdoba, acostumbrado en su etapa reciente a no alcanzar el objetivo deseado con una medida tan difícil. Aquello de “a entrenador nuevo, victoria segura”, que es otro tópico del fútbol, no suele cumplirse en el conjunto blanquiverde. No al menos desde 2010, una década en la que apenas tres cambios en el banquillo de trece provocan un efecto revulsivo en la plantilla de turno. Dentro de esta terna se encuentra también, por su debut en el Enrique Roca, Pablo Alfaro. Porque el preparador aragonés se estrena con triunfo y, en primera instancia, consigue variar la dinámica de un cuadro califal que anduviera sin rumbo de unas jornadas atrás. Como predecesores tiene el zaragozano a Luis Carrión y Raúl Agné, que curiosamente terminara por ser destituido dentro de la misma temporada -la pasada-.

Veni, vidi, vinci. Vine, vi, vencí. Es, traducida al español, la afirmación que la Historia le firma a Julio César y que tiene uso habitual no sólo en deporte sino en otros aspectos de la vida. Sin embargo, es una aseveración que muy pocos tienen opción de realizar en El Arcángel. Y si no, que se lo pregunten a diez de los trece técnicos que relevaron a otros en el conjunto blanquiverde desde 2013 -tal y como recuerda el compañero Álvaro Vega, de @laligaennumeros-. No en vano, la presente década tuvo su inicio con dos preparadores que no salieron indemnes de la conocida trituradora, tal y como Fernando Castro Santos denominó a la entidad y su capacidad para mover el banquillo. Fueron Lucas Alcaraz y Paco Jémez los que escaparon de la maquinaria de despiece del club. El granadino, por cierto, es el único en decenios -desde Ortuondo en los ochenta- que completó dos campañas consecutivas (2009-10 y 2010-11). Ya en el curso 2012-13, bien entrado, el Córdoba recuperó su tradición de cerrar el ciclo de un determinado entrenador antes de tiempo.

En abril de 2013, Rafa Berges cesó en sus funciones por decisión de la entidad, que le buscó como relevo a Juan Eduardo Esnáider. El argentino no sólo arrancó con derrota sino que casi no supo ganar al frente del conjunto blanquiverde. No se produjo efecto revulsivo, como tampoco se dio en la 2013-14 con Luis Carrión -que tomó el mando en un partido nada más- y Albert Ferrer. El segundo pudo al menos reconducir una difícil situación y alcanzar el histórico retorno a Primera del Córdoba. También en la máxima categoría procuró el club dos variaciones de dinámicas, y no existió ninguna. Miroslav Djukic y José Antonio Romero tampoco se estrenaron con victoria. El balance de los últimos cuatro movimientos fue de dos empates y dos tropiezos. Curiosamente Carrión volvió a aparecer en escena años después para finalmente acabar con la estadística.

Durante la campaña 2016-17, después de que José Luis Oltra lograra dirigir al equipo de principio a fin en la anterior, el preparador barcelonés recibió el encargo definitivo de tomar las riendas. En su primera oportunidad tuvo papel provisional, mientras que en la segunda suplió al valenciano con acierto de entrada. Luis Carrión debutó en este caso con victoria en Copa del Rey ante el Málaga (2-0). Quizá haya quien apunte, no sin razón, que es más adecuado focalizar en el campeonato de liga. Pues bien, en la competición de Segunda A también debutó el catalán con triunfo. Ocurrió con un 1-2 en Reus. A él le tocó padecer la sensación del despido en la 2017-18, en la que hubo hasta cuatro entrenadores en El Arcángel. Juan Merino, Jorge Romero y José Ramón Sandoval le sucedieron y ninguno de ellos celebró la consecución de los tres puntos en sus respectivos primeros partidos.

Tampoco tuvieron buen resultado los dos siguientes relevos, que se corresponden a dos de los cuatro técnicos que volvió a tener en nómina el cuadro califal en el ejercicio 2018-19, que terminó con el descenso a Segunda B. En este caso hay que contar con Francisco Vílchez, que sin embargo no llegó a estrenarse. Después del segundo cese de Sandoval, ni Curro Torres ni Rafa Navarro logaron vencer. De esta forma, el club tuvo que aguardar hasta noviembre de 2019 para volver a gozar de una reformulación de su proyecto en cuestión que fuera favorable de inicio. Raúl Agné, que sustituyó a  Enrique Martín la anterior campaña, comenzó con buen pie gracias a una victoria por 1-0 ante el San Fernando. Dos de doce hasta el domingo, en que Pablo Alfaro quiso incluirse en el apartado positivo de la lista de recambios en la última década -que en realidad es en los últimos siete años-. Ahora, con prudencia y paciencia, es necesario ver si el infrecuente efecto revulsivo tiene continuidad.

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