Kilómetro cero para un nuevo Córdoba
Los apuntes del plan B ya están arrugados en alguna de las papeleras de El Arcángel. Después de culminar la mayor remontada de su historia para lograr una improbable -en enero, con pinta de imposible- permanencia en Segunda División, el Córdoba CF se enfrasca desde ya en su proyecto de futuro. Con el plan A. El bueno. El que debe conducirle -o al menos, eso esperan- a una dimensión superior y colocarle en la órbita de un regreso a Primera División. “Y que sea para quedarse”, llevan diciendo al unísono y a media voz los arquitectos del asunto, Jesús León y Luis Oliver. Ahora lo pregonarán sin tantas reservas. Se ha puesto en marcha la maquinaria de las segundas oportunidades y el Córdoba está bien colocado en la rampa de salida. De la catástrofe de la última etapa del anterior grupo gestor -el de los González- ha nacido una estructura con base firme. En lo deportivo, la capacitación de todo el grupo es evidente. En lo estructural sigue haciendo tareas -algunas ya muy añejas- por hacer.
Sandoval, el punto de partida
El hombre del milagro termina su contrato. ¿Qué hay de su continuidad? “¿Cómo no va a seguir el entrenador? ¡Claro que sigue!”, dejó caer, en medio del lanzamiento de confettis de la fiesta por la salvación, el director deportivo del club en declaraciones recogidas por Canal Sur. Habrá que ver qué planes guarda Luis Oliver para cubrir el banquillo blanquiverde. Sandoval ha cumplido el trabajo para el que se le contrató, lo que supone el punto de partida capital para conversar sobre el futuro. Con el madrileño al frente, el Córdoba marcó unos números excepcionales: 10 victorias en 16 partidos. Cifras de aspirante al ascenso a Primera. En los próximos días se aclarará todo. Sandoval se ha ganado el cariño y el respeto de los aficionados. Ha sido aclamado por la hinchada y él no ha perdido la ocasión para exponer su estado de felicidad en Córdoba, donde tiene lazos familiares ya que su esposa es natural de Pozoblanco. Habrá negociación. “Ya más relajados, después de todo esto, nos sentaremos y veremos la decisión más beneficiosa para todos en función de los nuevos objetivos que nos marquemos”, dijo León sobre el asunto después del partido de la permanencia.
La ciudad deportiva: una necesidad que requiere consenso
El asunto quedó aplazado hasta conocer dónde iba a estar el club en el curso 18-19. Ya se sabe: se quedará en Segunda y, sin género de dudas, con el horizonte puesto en un retorno a Primera División. El Córdoba necesita una ciudad deportiva desde hace años, muchos años. Desde los tiempos en los que tuvo tres dueños y todos se dedicaban al negocio de la construcción. Paradojas de Córdoba. Durante la etapa anterior, con Carlos González al frente, el tema de la construcción de un complejo deportivo para el club de la ciudad fue tema de permanente debate y disputa abierta. No hubo manera de que saliera adelante ninguna iniciativa y todo terminó con batalla política, judicial y personal. El Córdoba sigue preparándose en un recinto deplorable, aunque las mejoras en los últimos meses -el césped, principalmente- han sido evidentes. La intención de Jesús León es contar con una moderna ciudad deportiva que sea propiedad del club. Tiene la opción de seguir en la de Camino Carbonell o incluso de aceptar la propuesta que hizo al club el Ayuntamiento en 2010: ocupar una parcela junto a Rabanales 21. Esta parcela, de propiedad municipal, sería cedida. El club tendría que pagar un canon por su uso.
Con las relaciones institucionales plenamente recuperadas, en próximas fechas se podrá arrojar luz sobre un tema tan espinoso como prioritario. Sobre la mesa está, además de la ciudad deportiva, el uso del estadio El Arcángel. El estadio es propiedad del Ayuntamiento, pero es el club quien lo gestiona: mantiene las instalaciones (desde la llegada de León se han sucedido los cambios de césped, la rehabilitación de zonas comunes, obras en los vestuarios…), contrata al personal necesario, cobra las entradas y disfruta de unas oficinas. Todo en virtud de un documento, un protocolo de intenciones, que sí que se firmó entre el club y el Ayuntamiento, pero que no se concretó nunca. León ha llegado a declarar que estaría en disposición de estudiar la compra de El Arcángel, una operación con difícil encaje legal.
El proyecto deportivo: fabricar y comprar
De la disposición de instalaciones propias dependerá buena parte del proyecto deportivo en lo que atañe a la formación de producto propio. La cantera sigue siendo un examen pendiente para el Córdoba CF. Lo cierto es que año tras año se marchan a clubes con más medios los más destacados futbolistas de los equipos locales, incluyendo a la entidad blanquiverde entre los que sirven de lanzadera. Un equipo bien arraigado en Segunda División -o, mucho mejor, en Primera- serviría como elemento de seducción para evitar la fuga de talentos. En la etapa de González se colocó el foco -de una manera peculiar, con evidente afán mercantil, pero se hizo- en las divisiones formativas. Desde la llegada de Jesús León existe cierta incertidumbre al respecto. Las urgencias del primer equipo, luchando por no descender -y con ello arrastrar a todo el mundo-, hicieron que cualquier movimiento con respecto a la cantera se mantuviera en un segundo plano. El filial de Segunda B descendió a Tercera División, un dato que también condiciona. ¿Habrá un fortalecimiento del Córdoba CF en sus propios equipos de cantera? ¿Se optará por convenios con otras entidades? ¿Todo a la vez? Hay preguntas en el aire.
En cuanto a la primera plantilla, existe una evidencia: este grupo de trabajo, con este entrenador, ha conseguido hacer números de ascenso. Mantenerlo intacto es imposible. Para empezar, los cedidos volverán a sus puntos de destino: Juanjo Narváez retornará al Betis, Eneko Narváez al Cádiz y Javi Noblejas al Rayo Vallecano. El colombiano ha sido el que ha tenido una aportación de mayor impacto, aunque en las últimas jornadas cedió protagonismo. El punta intervino en minutos finales de los partidos y el lateral no entró ni en convocatorias. Con el contrato finalizado están dos hombres clave: José Antonio Reyes y Edu Ramos. A ninguno les va a faltar oferta ni en Córdoba ni fuera de ella. En el aire está también la continuidad de Pawel Kieszek. El portero polaco, uno de los baluartes del Córdoba, tiene 34 años y una propuesta sin concretar. Después del partido ante el Sporting dejó declaraciones que sonaban a despedida. Luis Oliver tiene planes en la agenda y algunos se desvelaron pronto. El navarro mostró su deseo de traer a Rubén Castro, próximo a cumplir los 37 años y goleador histórico del Betis.
El escaparate del mercado: Guardiola, Reyes... y alguno más
Sergi Guardiola. Ese es el nombre sobre el que pivota todo. De su permanencia o de su marcha dependerá gran parte de la remodelación que afronte el equipo. Llegó el pasado verano como un jugador de complemento, a la sombra de la contratación estelar de Jona Mejía. En el mercado invernal, el hispano hondureño fue enviado al Cádiz. Volverá a la disciplina blanquiverde para la pretemporada. Guardiola, al que el Córdoba amplió el contrato en enero, se ha revalorizado después de marcar 22 goles. “Vamos a intentar que se quede, pero los de Primera son como buitres y tienen mucho dinero”, admitió este sábado Luis Oliver, quien recordó el precio del delantero: “Diez millones de euros en España y quince para Inglaterra”. Llegó gratis en verano de 2017.
El caso de Reyes queda aparte. El internacional utrerano estaba sin equipo desde que salió del Espanyol. Ahora se ha vuelto a poner en el escenario y tiene nivel para actuar en clubes de Primera o en el extranjero. Que le quieran es normal; que él decida coger las maletas es otro cantar. Su buena relación con Jesús León y su condición de ídolo del cordobesismo, que le ha adoptado como a uno de los suyos, pueden pesar en la decisión de un futbolista diferencial. En el escaparate se sitúa también otro jugador que llama la atención en el mercado: Álvaro Aguado. El joven mediapunta, que llegó el verano pasado para el filial de Segunda B desde el Real Jaén, se ha convertido en una de las sensaciones del final de Liga. Oliver ya desveló la intención de mejorar sus condiciones económicas, una vez demostrada su aptitud como profesional. Aguado, que marcó el último gol del Córdoba en esta Liga, tiene detrás a equipos de Primera División.
La masa social: entre el sentimiento y la economía
El club cuenta con una cifra en torno a los doce mil socios como fijos. A través de una promoción de precios de saldo -unidos al despertar del equipo- consiguió llenar las gradas en los últimos ocho partidos. Las localidades baratas tenían, eso sí, condición de oferta exclusiva para los abonados. “Vamos a batir récord de socios”, se atrevió a decir Luis Oliver en la noche del sábado. Las gradas llenas de El Arcángel se han convertido en una seña de identidad de la gestión de Jesús León, por lo que suponen de mensaje de respaldo que transmiten al exterior y, obviamente, los beneficios para el equipo anfitrión. Los socios se preguntan sobre qué sucederá a partir de ahora.
En el quinquenio anterior hubo célebres promociones de carnés gratuitos para los socios en caso de ascenso a Primera División. ¿Se repetirá la estrategia? La cuestión es que ha habido aficionados que han podido ver por apenas diez euritos tres meses de fútbol profesional en directo. La campaña de abonos será uno de los puntos cruciales para construir el futuro. Se especula con bonificaciones en el precio del carné para socios con varios años de antigüedad, retorno de carnés para jóvenes, descuentos familiares... Los puntos clave no tardarán en desvelarse. El nuevo Córdoba necesita mantener las gradas llenas, sin renunciar a los ingresos. Difícil equilibrio en una ciudad habituada, por suerte o por desgracia, al señuelo del gratis total o el precio simbólico. Ante el Sporting, en la jornada 42, se superaron los veinte mil espectadores en las gradas. No había acudido tanto público desde la Liga 14-15, la temporada en Primera División.
Más allá de la cantidad de abonados, el Córdoba retomará el viejo reto de recomponer la paz social. El feliz desenlace de la temporada y la marcha de los anteriores propietarios ha contribuido a crear un ambiente alejado de la crispacíón de antaño, aunque siguen disputas larvadas en el seno del cordobesismo. La separación de los colectivos de animación, el complicado entendimiento entre las dos plataformas -Federación y Asociación- que engloban a las peñas y ciertas prácticas enquistadas del pasado permanecen como escollos para una unión necesaria.
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