Junior y el milagro de Villarrobledo

Apenas unas horas después de la fiesta ya estaba enclaustrado en un despacho montando planes. Manuel Jiménez Vílchez (Montilla, 1981) ha vivido el que él mismo etiqueta como su “momento cumbre” como entrenador en Villarrobledo, un municipio de Albacete que desde este fin de semana cuenta con una plaza en la Liga LEB Plata. La que ganaron Junior -apelativo con el que se conoce al técnico cordobés- y sus hombres en la mayor gesta para este deporte en una localidad de poco más de 25.000 habitantes. “Está todo el mundo como loco. Ha sido increíble lo que hemos vivido. ¿Que si lo esperábamos? ¡Qué va! Íbamos con toda nuestra ilusión, como es lógico, pero esto no lo planteábamos”, confiesa el entrenador cordobés, cuyo equipo pasó como un tornado en la Fase de Ascenso que tuvo su sede en Gandía. En poco más de 24 horas ya estaban ascendidos, después de ganar al Marbella (77-74) Masnou catalán (74-76); para finalizar, noquearon al anfitrión Gandía (73-85). Pleno de 3-0 y ascenso después de una campaña “muy dura” pero también “bonita y emocionante”. Junior no se lo termina de creer. “No lo teníamos como objetivo, pero nadie puede decir que no lo merecimos”, explica orgulloso.

Es la tercera temporada de Jiménez en el CB Villarrobledo, al que llegó procedente del extinto Bball Córdoba, club en el que estuvo desde 2010 hasta 2015. Antes pasó por el Temaser Montilla en EBA (donde fue ayudante de Rafa Gomariz de 2004 a 2006) y después por el Ciudad de Córdoba (LEB Bronce, 2008-09) y el Cajasol Córdoba (LEB Plata, 2009-10). Su primera experiencia lejos de casa fue en Villarrobledo, donde ha logrado hacer historia. En el curso 15-16, el equipo terminó situado en puesto de descenso, aunque fue repescado; en el 16-17, sexta posición. “Trabajamos con paciencia y un proyecto de futuro, con todos los estamentos del club muy implicados y seguros en cada paso”, cuenta Junior, que en esta temporada superó todos los límites. El Villarrobledo terminó tercero, sumando 23 victorias y superando al filial del Real Madrid por el basket average, y se metió en el Top 16 de la EBA. Un hito para un club que vive su 25 aniversario.

“En el grupo tenemos a varios filiales de ACB -Real Madrid, Estudiantes, Gran Canaria y Tenerife-, además de otros clubes con mucho potencial”, apunta Junior, que ha contado con una plantilla en la que desempeñan un papel fundamental los jugadores extranjeros. “Para competir con el talento de las canteras de ACB y clubes con aspiraciones te tienes que apoyar en los americanos; ellos son los que dan el factor diferencial”, relata. Y la fórmula le ha funcionado. Vadal Pinson y Leshawn Murphy llegaron desde el Cazorla, uniéndose a Reco McCarter, Isaac Smith y Alex Nicholas Welhouse. El pívot senegalés Bruno Diatta fue otro de los puntales de la brigada exterior, a la que se sumaron piezas nacionales como Artur Alaminos, Adrián Camino o Mario Melero. Con la temporada en curso dieron un salto de calidad al reclutar a Tury Fernández, un base procedente de La Roda que se incorporó en los últimos dos meses y fue determinante en la fase de ascenso. “El grupo ha sido muy bueno, muy constante en el trabajo, y los resultados nos fueron motivando a todos”, cuenta Júnior.

El salto a la LEB Plata supone el techo para el basket en Villarrobledo, que se suma a los éxitos de otros clubes de la misma zona que están tomando el protagonismo en las competiciones FEB. “Están el Albacete y La Roda, y ahora hemos ascendido nosotros y el Almansa. Es curioso”, apunta el técnico montillano, que vislumbra el futuro con una mezcla de ilusión e incertidumbre. “Sinceramente, esto es muy bonito pero hay que dar el siguiente paso y ver si podemos afrontar la aventura con garantías deportivas y económicas. En el club estamos todos muy emocionados y ya te puedes imaginar las ganas que hay”, expone Jiménez, que tiene contrato firmado por un año más en la entidad manchega. En esta temporada, después de batir los récords de victorias, logró llevar al equipo a su máximo nivel. En la entidad troyana, Junior ejerce como director deportivo y técnico de la primera plantilla. “He encontrado una gran confianza y respaldo en este club”, dice.

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Y de Córdoba, ¿qué? “Sigo al equipo de Liga EBA, como es natural, aunque son ya tres años fuera y no lo vivo tan en directo. El proyecto del Cordobasket es coherente con lo que plantearon: dan salida a jugadores jóvenes de Córdoba y eso está muy bien”, por lo que considera que “desde ese punto de vista” merece tener éxito y que Rafa Sanz “hace una labor que tiene muchísimo mérito”. Otra cuestión es querer o poder mirar más lejos. “Yo puedo hablar de mi grupo de EBA, que es fuerte, y por los rivales que hemos visto de allí como el Marbella, al que nos hemos enfrentado directamente, o el Cazorla y el Melilla. Tengo claro que, a día de hoy, los americanos son los que dan el plus de calidad a una plantilla nacional si quieres tener aspiraciones de crecer deportivamente ascendiendo de categoría”, insiste. De momento, su Villarrobledo ya es de LEB Plata. “Y ahora, que venga lo que tenga que venir”, afirma entre risas.