Jesús Valentín, entre urgencias y ganas
Llegó en compañía de otros para poner remedio en la defensa del Córdoba, la más goleada del campeonato, y ha vivido dos derrotas. En la más reciente, en Tenerife, les cayeron cinco goles. Jesús Valentín lleva un par de partidos de blanquiverde y ya ha vivido en carne propia episodios clásicos por estos pagos: la visión de El Arcángel abarrotado en los malos momentos y la destitución de un entrenador. Hasta la semana pasada fue Romero y desde hoy manda Sandoval. “Nos ha transmitido que podemos sacar esto adelante. Él viene con sus ideas. Y todos los jugadores, igual que él, tenemos ganar de salir de donde estamos”, explicó sobre la experiencia del primer día con el técnico madrileño recién llegado.
El zaguero de Las Américas trató de pasar por encima del pasado. Lo de Tenerife fue, realmente, para olvidar. “El partido fue muy malo por parte nuestra, sobre todo la segunda parte. Cuando encajamos goles siempre se mira a la defensa, pero somos un equipo y tenemos que estar para las buenas y para las malas”, explicó en un intento de reivindicar su oficio y colectivizar la responsabilidad.
El ex jugador del Real Zaragoza ya conoció El Arcángel como rival, aunque quedó impactado cuando tuvo que salir con la blanquiverde. “Cuando debuté aquí, con la afición, se vivió un ambiente espectacular y positivo. Ahora tenemos dos en casa”, dijo con un tono que sonó motivan. El domingo llega el Granada. “Aún no hemos hablado mucho del rival”, confesó. Ya habrá tiempo de hacerlo o se sacará de donde haga falta. El Córdoba marcha ahora a cámara rápida, como él mismo. “Yo estaba entrenando con el Zaragoza y lo único que me faltaba era ritmo de partido. Llevo dos y poco a poco me encontraré mejor”, dijo a propósito de su desempeño. Nada parece indicar que vaya a perder la condición de titular que ostenta junto a su paisano Aythami Artiles en el eje de la retaguardia.
“Cada entrenador tiene su idea. Ahora Sandoval viene con la suya. Nosotros, que somos jugadores, tenemos que hacerles caso a ellos y plasmarlo en el campo”, expresó sobre su papel en un Córdoba al que los números le lanzan un mensaje inquietante. Necesita una mutación brutal en los resultados. ¿Será posible? “Yo creo que nos lo creemos porque hay puntos en juego. Cuando no los haya pues bajaremos los brazos. Él (Sandoval) nos ha dicho que no hay nada imposible”.
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