Y al final, Alberto Salido

Con su granito de arena depositado por un fin común. Ocho jornadas después, todos los jugadores con ficha del primer equipo disputaron minutos con una camiseta blanquiverde en alza. Alberto Salido, con su entrada al terreno de juego en sustitución de Federico Piovaccari en el minuto 86 de partido, era el único jugador de la primera plantilla del Córdoba que no había gozado de tiempo de juego en partido oficial. Aunque su participación no tuvo apenas repercusión en el encuentro -el resultado ya era de cuatro goles a cero-, el hecho de que Pablo Alfaro lo tuviera en cuenta en la rotación del equipo pudo significar un punto de inflexión para el jugador.

No suele ser habitual que un futbolista de campo tarde tanto en debutar con la camiseta de un equipo si no es por tema de sanción o lesión. De hecho, la temporada pasada, Djetei fue el jugador que más tardó en debutar con el equipo, hecho que se dio en la quinta jornada, aún con Enrique Martín a los mandos de la nave cordobesista. La excepción, porque así suele suceder en su puesto, es la de Edu Frías. El guardameta catalán tardó 26 jornadas ligueras en debutar -el último partido a domicilio de aquella temporada, ante el Cádiz B (1-1)- aunque hizo lo propio tras 17 en la primera ronda de Copa del Rey ante el San Sebastián de los Reyes. En la presente campaña, Isaac Becerra fue el que lo hizo más tarde sin lesión mediante, cuando lo hiciera en el último partido de Juan Sabas como entrenador del Córdoba en la derrota a domicilio ante el Linares Deportivo (2-0). A partir de ahí, el ex del Valladolid ha sido fijo para Pablo Alfaro, disputando los dos partidos ante Real Murcia y CD El Ejido 2012.

Con la Copa del Rey en el horizonte más próximo, se abre un nuevo camino para Alberto Salido. De hecho, casi el mejor de los escenarios para sus intereses particulares. La lesión y sanción de Willy Ledesma y la posible rotación de Piovaccari pensando en la liga podrían hacerle ser de la partida o tener minutos importantes en las permutas que aplique Alfaro al once inicial. Su diferenciación en cuanto a perfil de ariete respecto al extremeño y al italiano podrían abrirle un abanico de posibilidades al mallorquín, que ya sabe lo que es vestir la blanquiverde y que los aficionados aplaudan su nombre cuando suena por megafonía.