El ERTE del Córdoba ya es un hecho

Ahora sí. Ya es un hecho. El Córdoba acomete el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por la situación generada por el Covid-19. La decisión cobra forma real después de que las autoridades laborales hayan admitido a trámite la propuesta de la entidad, que anunció su intención de acudir a la alternativa en ámbito profesional y económico ofrecida por el Gobierno con motivo de la emergencia sanitaria por el coronavirus con origen en la ciudad china de Wuhan. De esta forma, el club rebajará en torno a medio millón el gasto en un período de inactividad plena por la pandemia.

El ERTE afecta, como ya se conoció en el momento en que se informó de la medida, al personal deportivo y también al no deportivo. En concreto, la mayor reducción en los salarios se produce en la primera plantilla blanquiverde. De tal forma lo explicó el club en un comunicado que emitió el pasado 23 de abril. Fue entonces cuando expuso en una nota publicada en la web oficial y difundida en redes sociales la intención de llevar a cabo el expediente. Del mismo modo, alcanza a buena parte de los trabajadores de otras áreas, con excepciones en determinadas áreas.

Después de presentarlo, lógicamente era necesaria la aprobación por parte de las autoridades laborales. Es este visto bueno el que ya ha recibido el club, con Infinity al frente desde la compra de la unidad productiva en diciembre. El grupo inversor de Baréin tiene total disposición a solventar los problemas que pudiera tener cualquiera de sus empleados en lo que dura la situación. Además, el significativo ahorro en las nóminas de los jugadores va a permitir que éste sea mucho menor para el personal no deportivo.

Cabe recordar que el Córdoba presentó a trámite el ERTE el 23 de abril después de que desde su consejo de administración se insistiera en que no se barajaba tal opción. La continuada prórroga del estado de alarma declarado por el Gobierno el 14 de marzo por la propagación del Covid-19, que se va a prolongar como mínimo hasta el 9 de mayo, provocó que cada vez fuera más difícil retomar la competición en Segunda B. De hecho, en el instante en que llegó el anuncio sobre la medida ya se sabía de la pretensión de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de dar por finalizada la campaña con un play off exprés y sin descensos. La falta absoluta de actividad y la ausencia de ingresos llevaron a la entidad a adoptar esta postura.