Edu Ramos, el que nunca falta
“Es momento de trabajar mucho y de hablar poco”. La frase la deslizó en la sala de prensa Edu Ramos, una de las piezas referenciales de un Córdoba que se mueve entre la angustia y la esperanza. El último que pronunció una declaración similar fue un capitán que ya no anda por aquí. Las circunstancias ahora son igualmente difíciles, pero al menos ahora queda tiempo. “Estamos entrando en noviembre pero estoy convencido de que el equipo irá creciendo cada día y que saldremos de esta dinámica tan negativa”, dijo el centrocampista malagueño, que aspira a seguir siendo una de las piezas del equipo con Juan Merino. El nuevo entrenador contó con él en Oviedo, donde admite que vio “mejoría” porque “hicimos hincapié en lo que nos dijo”.
Edu Ramos cumple su segunda campaña como blanquiverde. Llegó desde el Albacete Balompié, donde vivió un descenso de categoría. Lejos quedan ya sus recuerdos del debut en Primera División a los 17 años con el Málaga, batiendo marcas históricas de precocidad en la entidad de la Costa del Sol. Ahora, más maduro, tiene un rol principal en el Córdoba. Ha estado presente en todos los partidos excepto en uno. Con Carrión no se movió del once. En Valladolid sufrió una expulsión y eso le dejó fuera de combate en el duelo ante el Alcorcón. Aquel día ganaron los blanquiverdes por 3-0. Fue la última vez.
Desde entonces, tres derrotas seguidas. Una experiencia dura que todos luchan por revertir. Ahora, con Merino. “Cada entrenador tiene su estilo propio y en este caso nos ha dicho que defensivamente estemos más fuertes, más juntitos con el centro del campo. A partir de ahí ya se darán ocasiones. Nos pide personalidad con el balón”, ha dicho ante la prensa.
Sobre la comunicación entre los jugadores habló Merino desde el primer día. Reclamó solidaridad en el esfuerzo y algo más de maldad. “Éramos un equipo muy plano, en el que comunicación no era bastante, pero cada día que pasa estamos hablando más en las ayudas y eso era importante en el terreno de juego”, indicó el centrocampista de Churriana, que ante lo que se avecina tiene clara una receta: habrá que dar el máximo en El Arcángel, donde ya no se admiten deslices. “Tenemos que hacernos fuertes en casa, con nuestra afición, a la que necesitamos a nuestro lado. El Numancia ha empezado muy bien, está arriba, pero aquí en nuestra casa y con nuestra gente no se nos pueden escapar los puntos”, ha manifestado el jugador, que considera que “a partir del trabajo defensivo iremos ganando con balón. Si no encajamos gol, el equipo se viene arriba y es más fácil conseguir la victoria”. Una buena teoría que habrá que plasmar en el verde.
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