El Córdoba Femenino entra en ebullición

Los gestos de incredulidad y estupor se extendieron por contagio en cuanto corrió la noticia. Justo en el momento en el que el equipo femenino del Córdoba CF se preparaba en la noche de este miércoles para disputar un amistoso ante el Apademar en el campo de Fátima, el club blanquiverde informaba a través de sus canales oficiales de una drástica determinación: Magdalena Entrenas era relevada de la presidencia y sustituida por Miguel Romero Bravo. Hubo empate (1-1) y marcó la japonesa Michi Goto en una noche extraña, en la que se produjo un relevo express que nadie esperaba. Un capítulo más de las guerras intestinas en el Córdoba.

“No sabía nada de esto”, admitía un sorprendidísimo Francisco Avilés Peque, director deportivo del equipo femenino, tratando de manejarse entre la inquietud y la incertidumbre por el futuro de una sección cuya principal impulsora acababa de encajar el segundo golpe de Jesús León tras sus abiertas y públicas discrepancias por el último consejo de administración. El empresario montoreño prescindió de sus servicios de asesoría jurídica a través de la empresa Sanivo Abogados. Después la desplazó de la responsabilidad del equipo femenino, que en la noche del 14 de agosto entró en una nueva era a empujones.

¿Y quién es Miguel Romero? Se trata de un hombre de confianza de León dentro de su grupo de empresas. En distintos momentos ha tenido labores dentro de la entidad, aunque nunca dentro del organigrama del club, como ahora. Se le conoció por haber sido quien acompañó a León durante aquel episodio de venta frustrada a un grupo de Ucrania y el accidentado viaje (y no menos en el retorno) al país del este europeo.

Estuvo presente en el consejo de administración del Córdoba de este martes, en el que se determinaron el cese del secretario Juan Ramón Berdugo y el nombramiento de Enrique Rodríguez Zarza, además del fin de la relación contractual con el director general Alfredo García Amado y la firma Sanivo Abogados de Entrenas. Las discrepancias de la abogada, aireadas en los medios de comunicación, le han costado su puesto en el equipo femenino.

Entrenas encajó su destitución con “sorpresa” y manifestó que el equipo femenino es “lo único que no había tocado” León durante su etapa en el Córdoba. “Es una forma absurda de taparme la boca”, declaró a CORDÓPOLIS. “Es una vergüenza y un escándalo”, añade la abogada, que aún sigue manteniendo su condición de consejera de la entidad a la espera de que se celebre una próxima junta de accionistas. Para ella, la actitud de León ha sido “una venganza contra la verdad”.

Un proyecto encarrilado

Su irrupción supuso uno de los escasos motivos de celebración en el Córdoba el pasado curso. Las féminas lograron un histórico ascenso de categoría tras un curso formidable: conquistaron una plaza en la nueva división de plata, de carácter profesional, que con la denominación de Liga Reto Iberdrola arrancará el fin de semana del 7 de septiembre. La escuadra cordobesa, que abrirá el curso a domicilio ante el Valencia B, está inmersa en una pretemporada algo atípica.

Sus rectores miran de reojo lo que ocurre entre los muros de El Arcángel, que no es poco. Están habituados a las estrecheces económicas y a exprimir al máximo sus humildes medios, especialmente en lo que atañe a instalaciones -problema compartido con el resto de equipos blanquiverdes que sufren las peculiares condiciones de la Ciudad Deportiva- y a sufragar los gastos que conlleva la participación en un campeonato de rango nacional. Se esforzaron y los planes les salieron mejor que bien. Primer año de vida y ascenso de categoría, consiguiendo además convertirse en un abanderado del deporte femenino cordobés. El club, pese al éxito deportivo, otea el porvenir con justificada inquietud. Las estructuras del Córdoba se zarandean y el temblor es general y notorio. La salida de Entrenas supone un cambio cuyo alcance es impredecible. El proyecto tiene el sello personal de la abogada, muy implicada en dotar de una estructura sólida al equipo.

La crisis del club ha hecho algo más que salpicar a la sección femenina, que pese a funcionar de un modo autónomo está padeciendo los efectos de situaciones de descontrol dentro del día a día cordobesista. El equipo ha comenzado la pretemporada y ha disputado ya varios partidos sin contar con las equipaciones oficiales. Este miércoles, las jugadoras utilizaron la indumentaria naranja del primer equipo masculino con la marca Adidas.

La plantilla, que empezó a trabajar el pasado 2 de agosto, está ya conformada con el desafío de afianzarse en la nueva categoría. Sin embargo, los niveles de ilusión clásicos en los comienzos se rebajan por las cuestiones extradeportivas. Y hay una especialmente relevante: el club no ha abonado a las futbolistas las primas acordadas por el ascenso de categoría, una recompensa que supone unos 900 euros para cada una. La ya expresidenta, Magdalena Entrenas, ha confirmado que la deuda se mantiene y confía en que quede saldada pronto. No es, por desgracia para el Córdoba, el único débito que tiene pendiente. “Son cantidades modestas, pero para las jugadoras son importantes y ellas se lo han ganado”, afirma la abogada cordobesa, que fue la principal impulsora de un proyecto que “funcionó por el gran sacrificio y la implicación personal” de “quienes hemos estado detrás”, dice.

El Córdoba CF, que disputó sus partidos la pasada temporada en la Ciudad Deportiva, logró batir el récord de asistencia a un partido de cualquier deporte femenino en la ciudad con un amistoso ante el filial del Atlético de Madrid que congregó a 6.500 personas en El Arcángel. El patrocinio de la empresa cordobesa Supermercados Piedra resultó fundamental en el arranque, aunque los apoyos han ido sumándose. “Podríamos tener patrocinios para que el club sea autosuficiente y totalmente viable económicamente”, admite Entrenas, que resalta la “labor social” y el “ejemplo positivo” del equipo para entender que se haya convertido en “una seña de identidad para el deporte y las mujeres” en Córdoba.