El Córdoba espanta fantasmas

Le salieron bien los planes en momento en que más lo necesitaba. El Córdoba salió reforzado en múltiples aspectos del partido en Tenerife, donde se presentó con los niveles de crédito en la reserva y la figura de Curro Torres balanceándose en la cuerda floja de unos pésimos resultados. El 0-2 en el Heliodoro Rodríguez, después de una semana de concentración en Jerez de la Frontera, ha otorgado al Córdoba una nueva esperanza. Un buen resultado -con actuación competente- ha elevado las expectativas de salvación. Encadenar dos podría ser una locura. Así, entre excesos -para bien y para mal-, se mueve el cordobesismo. Ahora llegan tres derbis andaluces consecutivos: Granada, Almería y Málaga. El primero y el último, en El Arcángel. De esta triple pelea entre vecinos dependerá el planteamiento final, que contempla como un escenario idílico el llegar a las últimas jornadas con opciones de salvación no excesivamente descabelladas. En Tenerife, de momento, espantó algunos fantasmas estadísticos que le atormentaban.

Primera victoria lejos de El Arcángel

A la décimotercera fue la vencida. El Córdoba logró en Tenerife su primrea victoria de la presente temporada en los desplazamientos y dejó de ser el peor equipo de la Liga 1/2/3 como visitante. Antes solamente había sumado tres puntos gracias a tres empates: en Gijón ante el Sporting (0-0), aún en la etapa de Sandoval, y contra el Zaragoza (0-0) y Reus (1-1). Con seis puntos sumados, el cuadro blanquiverde deja como colista en una clasificación solo con puntos fuera de casa al Nástic de Tarragona (5).

Portería a cero por quinta vez en el curso

Marcos Lavín suplió a Carlos Abad, que no pudo ser alineado por la cláusula del miedo de su contrato de cesión por parte del Tenerife, y consiguió dejar imbatida la portería del Córdoba por quinta vez en lo que va de curso. Las anteriores fueron ante el Alcorcón (0-0) y Almería (1-0) en El Arcángel, y frente al Sporting (0-0) y Zaragoza (0-0) fuera de casa. Es la segunda vez que los blanquiverdes consiguen ganar dejando sellado su marco, después del triunfo ante el Almería en la jornada ocho.

La gestión de una ventaja

En las dos jornadas anteriores al partido en Tenerife, el Córdoba había logrado adelantarse en el marcador. Fue ante el Alcorcón en Santo Domingo y el Albacete en El Arcángel. Ambos partidos los terminó perdiendo tras su incapacidad para administrar su posición dominante en el marcador. Frente a los alfareros se fue al descanso con 0-1 (Andrés Martín, 40'), para terminar perdiendo por 2-1 con tantos de Juan Muñoz (61') y Víctor Casadesús (78'). Contra el cuadro manchego logró el 1-0 gracias a De las Cuevas (10'), pero en cinco minutos de la segunda parte todo se le fue al traste con las dianas de Zozulya (66' y 71') y Bela (68') para dejar el resultado en 1-3. Esta vez, el Córdoba no perdió la compostura y estuvo certero para apuntillar el resultado en el tramo final.

El impacto positivo de los refuerzos de invierno

Chus Herrero, debutante en Tenerife, marcó el 0-1 y fue decisivo. El central compareció como titular junto a Flaño, Álex Menéndez, Yann Bodiger y Carrillo. Cinco de los siete fichajes invernales dieron una nueva dimensión al Córdoba, que en la jornada anterior ya utilizó al ariete Manzambi, que en el Heliodoro Rodríguez se quedó en el banquillo. El siguiente en debutar será Álex Carbonell, una vez resueltos los trámites de su salida del Reus. Flaño, como jefe de la defensa -ya luce el brazalete de capitán- y el francés Yann Bodiger como mediocentro han aportado un plus de competencia en sus posiciones.

Curro Torres logra crédito

Su puesto estaba en peligro. La derrota ante el Albacete, que terminó con una sonora bronca de El Arcángel, activó los clásicos resortes en época de crisis. Los números no respaldaban a Torres, que en diez partidos había ganado solamente uno, con cuatro empates y cinco derrotas: siete puntos sobre 30 posibles. La llegada de los fichajes y la concentración en Montecastillo dieron un fruto inmediato con la victoria en Tenerife, conseguida además de forma inapelable y con una imagen sólida del equipo. El entrenador aprobó un test eliminatorio y sigue adelante. La permanencia queda a cinco puntos.