El fenómeno de los pisos turísticos durmientes de Córdoba capital
Un 20% del todos los pisos turísticos que hay Córdoba ni siquiera se ofertan en las plataformas de alquiler vacacional. Son licencias de alquiler vacacional durmientes, expedidas en buena medida en los últimos meses de forma preventiva, tras el anuncio de las nuevas normativas que aspiran a controlar este fenómeno tanto a nivel andaluz como a nivel local.
El principal medidor de este fenómeno es el Registro de Turismo de la Junta de Andalucía y es público. Allí se actualizan los datos de nuevas licencias otorgadas a Viviendas de Uso Turístico (VUT), que es el nombre técnico que se da en la última normativa andaluza a lo que coloquialmente se conoce como pisos turísticos, casas o inmuebles particulares que se pasan al alquiler para turistas, normalmente por días o semanas.
Este registro muestra, con datos actualizados a 2 de mayo de 2024, que, de los 2.946 pisos turísticos que hay en la provincia, un total de 2.718 están en la capital. La ciudad mantiene su ritmo de crecimiento de dos nuevas licencias cada día desde hace un año (en el último mes han sido 64 y desde abril de 2023, un total de 602). Lo curioso de este crecimiento es que hoy hay más pisos turísticos inscritos en el Registro de Turismo de la Junta de Andalucía que ofertados en las webs y aplicaciones de alquiler vacacional.
Así, si uno acude a AirDNA, el opendata que monitorea la oferta de alquiler vacacional de plataformas como Airbnb o Vrbo (Booking también oferta pisos turísticos pero mezclados con hoteles y apartamentos), la oferta de pisos turísticos activos de la capital es de 2.126, mucho más baja que la del registro oficial. Por activos, esta web entiende que un alojamiento ha estado anunciado en las plataformas una vez en el último año, de modo que casi 600 licencias ni siquiera se han convertido en oferta turística.
Esta situación es inédita. De hecho, hace años el problema era que había más pisos ofertados en las webs que registrados (llegó a haber unos 3.500), porque entonces no se exigía número de licencia para darlos de alta. Desde 2018, Airbnb o Booking sí que lo exigen, de manera que las casas turísticas ilegales son mucho menos habituales (todavía se pueden dar casos de que se usen números de licencia compartidos).
¿Por qué ocurre esto? En gran medida, esto se da desde el anuncio del nuevo decreto de la Junta de Andalucía, que ha provocado una pequeña avalancha de propietarios que se han sacado la licencia de manera preventiva, por si finalmente el Ayuntamiento de Córdoba decide aplicar su propia normativa que limite los pisos turísticos en la ciudad. No necesariamente el sacarse la licencia (que se otorga de modo automático, a la espera de que se produzca la inspección que la certifique) significa que se saque el piso turístico al mercado. La prueba son esos casi 600 que no han estado activos en el último año, y que supone el 20% de las licencias de pisos turísticos activas en la capital.
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