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Córdoba CF
Un dirigente de LaLiga asegura ante el juez que el Córdoba CF SAD “hizo lo que tenía que hacer” para estar saneado

Juicio contra el consejo de administración de Jesús León en la sala de vistas del Juzgado Mercantil

Alejandro Jiménez

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Continuando con la otra cuestión trascendental, la económica, surgida en el juicio por el segundo concurso de acreedores que sufrió el Córdoba CF SAD, llegaba el momento de abordar una de las ventas más sonadas en los últimos años por parte del conjunto blanquiverde: la de Sergi Guardiola. Cedido en el Getafe CF, el delantero tuvo que rescindir su contrato con el club madrileño -previo pago por parte del Córdoba- para volver al combinado califal y que este pudiera venderlo, junto con Álvaro Aguado, al Real Valladolid. La operación, en búsqueda de liquidez para el Córdoba, estuvo rodeada de incertidumbre, dudas y, a la postre, un negocio cuestionable en clave blanca y verde.

Juan Ramón Berdugo, exletrado interno deportivo: “Cualquier beneficio que se sacara por Guardiola era positivo”

Así, el turno de palabra seguía siendo de Juan Ramón Berdugo, que tras abordar la cuestión de los consejeros, entró a valorar, desde su punto de vista, la labor económica en ámbito deportivo. En su labor en asesoramiento jurídico de la parte deportiva no trabajó en las operaciones de Guardiola y Aguado, aunque sí es consciente de que se llevaron a acta. Así, ha considerado la venta de Guardiola como “beneficiosa”, ya que fue “un baluarte del club, se le renovó pero con bastantes trampas. Guardiola se podía ir gratis todos los años cedido, por lo que el valor era cero. Se sacaron varios millones. Era un activo del Córdoba, pero el club no tenía oportunidad de sacar rendimiento económico, por lo que cualquier beneficio que se sacara era positivo”. Además con su cesión al Getafe, su falta de minutos estaba devaluándole, por lo que se vendió “para generar liquidez en el club”.

Más adelante en la línea temporal, una vez superado el límite salarial, el Córdoba CF fue sancionado con un expediente que solo le permitía fichar por el sueldo mínimo. “Hubo jugadores -como Edu Ramos y Kieszek- que vencieron su contrato, no se renovaron antes del 30 de junio y contaban como nueva inscripción, por lo que tenían que someterse a ese límite”. Por lo tanto, para renovar a Edu Ramos o Kieszek, debían de ser cedidos, pero “no hubo un contrato de cesión con el Málaga por Kieszek, sino que se acordó que firmaría un año después un contrato con el Córdoba, ya que se pensaba que se podrían inscribir”. Sin embargo, un año después, con el descenso a Segunda División B, su vuelta fue imposible. “León decía que con la ayuda al descenso y unos millones se asciende, que en Segunda B es matemático, pero ese capital se sabía que no iba a entrar. En la planificación de la temporada se estaban vendiendo castillos de humo”, ha añadido.

Joaquín Vigueras, representante: “Todos los años que el Córdoba CF no estuviese en Primera, Guardiola podía irse cedido”

Tras un descanso, el siguiente en comparecer, de manera telemática, fue Joaquín Vigueras, en calidad de representante de Sergi Guardiola. Tras recordar que el club le debe en torno a 700.000 euros por el jugador, también ha añadido que hay “varios jugadores que nunca me han pagado, como Jaime Romero o Josema Sánchez, que tenían comisiones anuales del contrato del 10% de lo que cobraban los futbolistas, que no llegaron a pagar”.

Sobre el propio Sergi Guardiola, en marzo de 2018, Vigueras firmó la renovación con Jesús Leon y Luis Oliver. Una renovación que incluía una cláusula en la que “todos los años que el Córdoba CF no estuviese en Primera División, Guardiola podía irse”. Y es que esta renovación se firmó con el club luchando por la salvación. Si la lograba, “el jugador tenía que irse cedido a Primera, sí o sí. Cuando renovó, si no lo hacía, quedaba libre. De esta manera, el Córdoba seguía teniendo a un futbolista en propiedad y no quedaba libre. Cuestionado sobre si esta cláusula -que dejaba sin valor al jugador para el club siempre que no estuviese en Primera- afectó a la venta, Vigueras ha reconocido que ”se vendió igual, sin problema. No fue ninguna problemática para cerrar la operación“.

Llegó el momento de la venta y Guardiola, cedido en el Getafe, debía salir. La voluntad del jugador era tal, pero el Valladolid lo quería en calidad de cedido. Fue el propio Córdoba el que le pidió a Vigueras que “hiciese una venta por la situación económica del club”, lo cual se pactó con el Real Valladolid “por ayudar al Córdoba. Jesús León me pidió que intentase cerrar la venta, tenía la llave para una cesión, y aún así decidí venderlo por el bien del Cordoba”. Vigueras contaba con un 15% de la venta. Para rescindir su cesión, el Getafe pidió dinero, y le hizo perdonar honorarios tanto al jugador como al representante. Finalmente, Guardiola, junto con Aguado -ambas operaciones vinculadas, tres millones por Guardiola y 500.000 por Aguado-, pusieron rumbo hacia el Real Valladolid.

Javier Gómez, máximo responsable del control económico de LaLiga: “Al final de la temporada 2017-18, el club estaba al día con la Agencia Tributaria, Seguridad social y jugadores”

Posteriormente, vía telemática, compareció en el juzgado Javier Gómez, el que fuese y es en la actualidad el máximo responsable del control económico de LaLiga. Tras aclarar que este control económico se implantó en la temporada 2013-14, ha añadido que el objetivo de este es “fijar las normas para que los clubes estén dentro del equilibrio de sus cuentas”, y su labor es la de “estar encima de los clubes ayudando a que la cumplan, adaptándolas a las condiciones económicas”. Por lo tanto, durante las temporadas 2017-18 y 2018-19 estuvo al tanto de la situación del Córdoba CF. Ha comenzado asegurando que, “en Segunda División, siempre hay tensión en la gestión. En aquellos momentos, el Córdoba tenía sus dificultades, pero las embarcábamos dentro de la tensión lógica de Segunda División”. Una tensión provocada porque “el nivel de estructura que tienen los clubes y necesitan en Segunda es más elevado que los ingresos que reciben”.

Así, sumado a esta situación, en la temporada 2017-18, Gómez ha afirmado que el Córdoba incurrió “en algunos incumplimientos que, cuando ocurren, hay que abrir expediente y sancionarlos, si procede”. Tras ese desbarajuste en la 2017-18, el dirigente de LaLiga ha afirmado que, en la 2018-19, “después de mucho trabajo que hicieron, al final de temporada estaban al día con la Agencia Tributaria, con la Seguridad Social y con los jugadores. Tuvieron que pelear y gestionar esa situación tensa de la mejor manera posible”, una situación provocada por los excesos la temporada previa, que tuvieron una sanción basada en la “prohibición de inscripción de jugadores”, lo que dejaba al club “muy mermado”.

Por lo tanto, ha reconocido que “para nada” fue negligente la actuación en la 2018-19, recordando que la administración “hizo lo que tenía y podía hacer: pelear para que el club estuviera saneado. En honor a la verdad, lo consiguió en esa temporada, aunque descendió a Segunda División B, y eso es un abismo”. Pese a ello, cuestionado sobre una posible deuda de 500.000 euros del Córdoba CF hacia LaLiga, Javier Gómez ha declarado que “es una deuda que puede que existiera”, que estuviera supeditada a la ayuda por el descenso posterior.

Pero, ¿cómo se llegó a esa situación? En 2018, Jesús León entra al club. Según el dirigente de LaLiga, cuestionado por el esfuerzo económico realizado en aquel mercado de invierno por salvar la categoría, ha afirmado que “todos los clubes por naturaleza quieren tener el máximo coste de plantilla deportiva”, por lo que ve “lógico” que se excediese en el límite salarial para salvar al club. “Los señores que estaban en la 2018-19 querían tener activos de dinero para pagar sus obligaciones financieras, estaban acompasando el cumplimiento de sus obligaciones financieras vendiendo jugadores, trabajando con la competitividad, cambiando y vendiendo activos para cumplirlos”, ha subrayado. Posteriormente, se logró esa salvación insólita con fichajes como Reyes o Aythami. Volviendo al tema del límite excedido, Gómez ha recordado que no ve “bien que se salte la norma”, ya que “a la temporada siguiente, el Córdoba tuvo limitaciones en su capacidad de inscripción”.

Tras ello, en junio de 2018, hay un acta firmada por el propio Javier Gómez en la que se acuerda, para la temporada 2018-19, un límite salarial de 3,3 millones de euros. “Me cuadra que se firmara ese acta con ese límite de presupuesto, pero cuando se da ese límite, se puede mover. Lo que ocurre es que, si el coste de plantilla era mayor, que estoy convencido de que así era, significa que está excedido, por lo que no se pueden contratar más jugadores. Si tenían la capacidad de inscripción mermada por los expedientes, pues aún más. Solo podían contratar por un porcentaje del coste de plantilla”, ha apuntado. De ahí que, pese a que el límite fuera de 3,3 millones, en el acta rezaba que la plantilla inscribible tenía un valor de 4,8 millones de euros. “Tenían que quitarse o vender jugadores, no consiguieron bajarlo lo suficiente y por ello siguieron excedidos”, ha admitido.

“La administración estaba pensando en el club, en cumplir sus obligaciones financieras”

Por otro lado, en lo referido a los expedientes sancionadores acarreados por este excedente en el límite salarial, Javier Gómez ha recordado que “al principio del control económico, era muy habitual que se abriesen expedientes”, aunque “cada vez se abren menos”, no sin olvidar que “donde más se abren es en Segunda División, salvo excepciones”, muchas de ellas provocadas por la pandemia por la COVID-19. Así, ha reconocido que “puede ser” que en la 2018-19 se le abriese un expediente al Córdoba CF por no aportar información de carácter económico, así como otro expediente en esa misma temporada por impagos a la plantilla y cuerpo técnico.

Poco después se produjo la salida de Luis Oliver del Córdoba CF, aunque Gómez desconoce si esta salida “es para cuadrar cuentas”. Aún así, ha subrayado de nuevo que “a pesar de estar limitado -el club- por expedientes, los administradores de aquel momento vendieron jugadores. Cuando vendían jugadores solo podían dedicar una parte pequeña a contratar. Estaban pensando en el club. Estaban pensando con cumplir sus obligaciones financieras”. Parte de estas maniobras comprendieron, también, activar una 'palanca' como la venta en anticipo de los derechos televisivos. “Es lógico hacerlo”, ha declarado Javier Gómez, ya que es “para pagar obligaciones, y es bueno hacerlo”.

“El Córdoba no tenía capacidad de sacar dinero por Guardiola porque toda la fuerza la tiene el jugador”

Abordando el tema de la venta de Sergi Guardiola y Álvaro Aguado, Gómez ha recordado que en la compraventa de un jugador “influyen muchos elementos”, y que en el caso de Guardiola “el Valladolid los quería en pack -a Guardiola y Aguado-”. Desde su punto de vista, “poder obtener cualquier dinero de Guardiola ya era una buena cuestión”, ya que “tenía la posibilidad de irse cedido a Primera División sin que el Córdoba recibiese ninguna cantidad y, a cambio de eso, podía ir ampliando su contrato”. Por ello, “la capacidad que tiene el Córdoba en ese momento de poder sacar dinero es cero, porque le da toda la fuerza al jugador, por lo que poder sacar dinero es resaltable”. “Lo destacable es que el jugador quisiera ir traspasado al Valladolid. Aprovechar esa circunstancia para obtener dinero cuando el valor que tenía era tendente a cero, es lo mejor que se puede hacer”, ha añadido al respecto.

También ha admitido que LaLiga intervino en esa operación, ya que cuando “algún club escribe alegando problemas con otro club, tenemos conversaciones con el otro equipo, siempre previa autorización. Hablamos con el Getafe -donde estaba cedido Guardiola- y nos explicaron que querían un dinero porque era un jugador importante para ellos, por lo que intentamos acercar posturas para que se produjese la operación”. Preguntado sobre si el precio de un millón y medio de euros requerido por el Getafe era razonable, recordó que “depende de la situación”, y que en un club de Primera División como el Getafe, 1,5 millones “son valores lógicos dentro de la categoría”. Con todo ello, sumado a la clausula que tenía el jugador, que hacía “que el valor fuese tendente a cero”, ha tildado la operación de “aceptable”. “Voy más allá, me parece que aprovechar una oportunidad donde le jugador aceptaba el traspaso había que aprovecharla. Si hubiese estado en el lugar de Alfredo García Amado, también lo hubiese hecho”, ha apuntado posteriormente.

Francisco Javier Bernabéu, economista de la Administración Concursal: “No había dinero ni previsión de liquidez, apenas había 400 euros en caja”

Por último, el testigo restante para culminar la vista era Francisco Javier Bernabéu, economista de la Administración Concursal. Llegó al club en noviembre de 2019, junto con Francisco Estepa, y su rama de actuación dentro de la Administración Concursal, como no podía ser de otra manera, era económica. Ha comenzado recordando que encontró “cierto desbarajuste”, en el club, además de que “no había información contable disponible. No había libro de actas ni de socios, por lo que tuvimos que acudir al registro mercantil. Se fue encontrando documentación conforme pasaron los días”.

Así, ha continuado recordando que “por las pérdidas de la temporada 2017-18, que fueron de más de cuatro millones de euros, se pasó a una situación patrimonial negativa”. Y es que, a 30 de junio de 2018, según el propio Bernabéu, “faltaban ocho millones de euros para atender las obligaciones del club”, y es que “no solo se había dejado de pagar, sino que se había aumentado el pasivo”. Además, esta situación se agravó con la salida de un millón de euros hacia Grucal. Así, se llegó a un punto en noviembre de 2019, en donde “apenas había 390 o 400 euros en caja, y se debían más de tres millones”.

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