De la carta a la pintada
La herida está abierta y sangra. Horas después de que el presidente del Córdoba, Alejandro González, publicara a través de los canales oficiales del club una carta pidiendo unión a los colectivos blanquiverdes, la zona de taquillas del estadio se ha visto adornada con lemas en contra de la familia González. “Familia González fuera de Córdoba. Equipo y afición juntos por la salvación” y “Directiva dimisión” son las frases que aparecen en las pintadas, que reflejan la indignación de un sector de la afición con la gestión del club y el declive deportivo del equipo.
En medio de ese ambiente de crispación entra el Córdoba en la cuenta atrás para el partido ante el Alcorcón, vital en sus aspiraciones de permanencia después de cinco meses y medio sin ganar en su estadio. Este sábado, a partir de las cuatro de la tarde, el estadio vivirá de nuevo varios partidos en uno. Los colectivos cordobesistas que no acudieron a la reunión prevista ayer con el club han reafirmado su postura de realizar, en el minuto 54 del partido, una pañolada de protesta para “animar en los 89 minutos restantes”.
Después de la última derrota del equipo en Valencia ante el Levante, los acontecimientos se han sucedido de manera frenética hasta dejar un escenario volcánico. La escenificación del alejamiento de posturas entre la dirección del club y las peñas -exceptuando a la Federación-, la carta abierta de González al cordobesismo y las pintadas en El Arcángel han sido los últimos episodios de un periodo turbulento que se cobró, también, la cabeza del director deportivo Emilio Vega y del secretario técnico Keke Durán, ambos despedidos. La tormenta no para.
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