De soplar una caracola a tocar Star Wars
Un ciclo impartido por intérpretes de la Orquesta de Córdoba acerca la música clásica y los instrumentos a 590 escolares
Todo empezó soplando una caracola. O tal vez fuese un cuerno, aunque diremos ahora que fue una caracola. El caso es que alguien, una vez, recogió una caracola de la playa y se dio cuenta del efecto que hacía el viento en ella. Un leve eco con un sonido particular que como un suspiro salía de la oquedad más amplia. De ahí, a soplar por el extremo más estrecho, solo requirió un rápido salto de lógica.
Así el eco se convirtió en un tono que podía ser más agudo o grave en función. Y eso mismo ocurrió este martes en el salón de actos de La Foggara, en el barrio de Palmeras, donde escolares de cuatro centros descubrieron la historia y las características de los instrumentos de viento. Lo hicieron de la mano de tres intérpretes de la Orquesta de Córdoba que acercan la música clásica a los niños a través de conciertos didácticos.
Rafael Martínez, Juan Manuel Morat y Jaime Moscardó entraron en el salón soplando cada uno de ellos una caracola de distinto calibre. Una música telúrica, básica, primitiva y concisa, dejó mudos y extrañados a los chavales de los colegios públicos Mirasierra, Pedagogo García Navarro, Duque de Rivas y el instituto Villarrubia.
“Más o menos así empezó todo”, les dijo Martínez a los chavales. “Hace miles de años la gente aprendió a comunicarse con estos sonidos y con la percusión, que fue anterior y que fue el primer paso para la música”, prosiguió el miembro de la Orquesta. “Más tarde, en la edad de los metales, los humanos aprendieron a fundirlos y fueron surgiendo los primeros instrumentos. Como la corneta, esa especie de trompeta que se parece al signo de Correos”, explicó a los niños, hijos de la era digital que apenas han usado jamás el servicio postal ordinario y analógico.
La clase práctica saltaba de ligeras explicaciones teóricas sobre las distintas clasificaciones de instrumentos de viento -por ejemplo los de metal y los de madera- con rápidas interpretaciones de piezas reconocidas; desde series de televisióna jazz, música contemporánea, pop, rock o música de cine. El Carnaval de los Animales (El Elefante), de C. Saint Saens, I got Rithym, de G. Gershwin, la sonoridad tenebrosa de Don Giovanni, de W. A. Mozart, Caravan, de Duke Ellington, la archiconocida Pantera Rosa, de H. Mancini, una bulería Luz de Mayo, compuesta por el propio Martínez, la fiestera de Paquito el Chocolatero, fragmentos de las sinfonías de J. Brahms, A. Dvorak, R. Schumann o A. Bruckner, y las bandas sonoras de series de televisión y películas como Juego de Tronos o Star Wars.
Un total de 590 escolares han participado en el ciclo de conciertos didácticos del programa. El de este martes en Palmeras ha sido el último de los tres conciertos didácticos que ha programado esta iniciativa cuya gira ha incluido el barrio de La Fuensanta y las barriadas de El Higuerón.
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