Las reflexiones de un adulto en manos de un niño

Amor, magia, infinito. El artista Little, Pablo J. Rodríguez expone en La Galería Roja su primera exposición individual en la capital andaluza. La muestra, un compendio de más de sesenta microhistorias, desentraña, a trazos naif y en blanco y negro, las interacciones sociales desde una perspectiva “inocente y pícara, frágil pero rotunda”, según el artista, quien también es comisario del proyecto cordobés DMencia.

El debut de Little en su ciudad de residencia llega tras el paso de su obra por numerosos magazines y el éxito de su primera exposición en Madrid. Precisamente en El Imparcial, la sala que acogió su estreno en la capital, está el germen de Amor, magia, infinito, una colección de dibujos que nacen de breves anotaciones y que van desarrollándose a partir de trazos. Una muestra que se podrá ver hasta el 24 de febrero en Sevilla y que también busca espacio para poder exponerse en Córdoba.

La exposición abarca pequeños y grandes relatos amparados bajo una misma atmósfera: el universo de Little. El sello del autor está en su apuesta por líneas sencillas, mezcla de ingenuidad, intuición y genuino sarcasmo. “Una sensación, un pensamiento dibujado de forma torpe e inocente”, describe el autor.

“Cuento pequeñas historias que me hacen soñar que el mundo es mejor y que las personas están cargadas de amor y buenas intenciones”, adelanta Little, Pablo J. Rodríguez. “No tengo una intencionalidad concreta o fija —añade—, voy dejándome llevar por mi percepción del mundo desde una óptica naif o de niño grande, recreo las cosas que me llaman la atención, con un toque romántico e ingenuo”.

No faltan, por tanto, planetas, abrazos, paisajes inventados, volcanes, trucos de magia, trileros, paracaidistas y animales, todo su abanico de referencias, presentes también en su debut sevillano. Sin embargo, sí existen en cuanto al formato de las obras que, para Amor, magia, infinito, son sensiblemente mayores a lo que Little acostumbra a usar. “Ha supuesto un desafío plasmar en tamaños mucho más grandes mis dibujos, que suelen ser pequeños”, asegura Pablo J. Rodríguez, que para esta muestra sigue apostando por bolígrafos y tinta sobre el papel.

Pese al uso del papel, muchos son los que siguen la obra de Little en las pantallas de sus terminales móviles. Son las redes sociales el principal bastión de los dibujos de Rodríguez, algo que le asegura un rápido feedback y mayor interacción con su público más fiel. Con la lección siempre aprendida, el autor se enfrenta al desafío de conocer la reacción de su obra en primera persona, piel con piel. “El cara a cara ya es otra cosa”, cuenta.

“Siempre he recibido buenas impresiones por parte de los espectadores. Esta exposición está dibujada desde el cariño y espero sea bien recibida y querida por las personas con las que lo voy a compartir”, añade Little, confeso creyente en el amor, la magia y la infinitud de las personas.

Pablo J. Rodríguez (1989), cordobés de nacimiento y sevillano de adopción, es gestor cultural y artista autodidacta. Su “Universo Little” son emociones, pensamientos cargados de contradicciones: el amor y el desamor, las despedidas y los reencuentros, lo terrenal y la magia, lo extraordinario…

Sus creaciones se nutren de lo orgánico, su percepción imaginada de la tinta en el cuerpo. Dibujos sencillos, donde predomina la tinta negra. El mundo de Little podría mirarse desde el prisma de un adulto pequeño o de un niño grande con emociones encontradas —felicidad y miedo— en el mundo en el que vivimos.