El expediente de cese del exgerente del IMAE sostiene que pegó “voces” a Albás
La concejala de Cultura y presidenta del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE) de Córdoba, Isabel Albás, asegura en el expediente de cese del gerente del IMAE, Carlos Aladro, que éste le profirió “voces”, lo que considera “un trato inadecuado”.
Este episodio está dentro de la exposición de hechos con la que Albás motiva la resolución del contrato de Aladro al frente del IMAE, que recoge en buena medida la denuncia que hizo la dirección del organismo, y que los propios sindicatos reconocieron que pudiera no ser representativa de la totalidad de la plantilla -de hecho, una parte se ha desvinculado de la misma-. Concretamente, Albás señala lo siguiente: “Abundando en estos hechos objetivos que quiebran la confianza entre las partes, se ha producido un trato inadecuado profiriendo voces por parte de la Gerencia a esta Presidencia”.
Albás dio una rueda de prensa este lunes después de que la Junta de Gobierno Local ratificara el cese. Por su parte, este martes ha sido Carlos Aladro el que ha ofrecido su relato de los hechos, negándose a contestar al presunto episodio que detalla la presidenta del IMAE para justificar su despido.
“No voy a entrar en ese asunto”, ha dicho el ya exgerente, que ha querido recordar que “el primer suceso que padecí con la presidenta del IMAE fue muy pronto. ”A la vuelta del primer fin de semana, recibí una serie de comentarios y advertencias en plena luz pública que no entendí muy bien. Y desde entonces ha sido complejísimo“, ha afirmado Aladro, que ha defendido que, a pesar de aquel primer desencuentro, se ha comunicado con Albás ”durante todo mi trabajo como gerente, informando de todo“.
La comunicación se quebró el jueves pasado, cuando la concejala de Cultura le comunica que lo va a cesar. Desde entonces, Aladro y Albás no han vuelto a hablar. El exgerente quiere estudiar aún los pormenores administrativos de su despido antes de anunciar acciones legales contra el Ayuntamiento de Córdoba, de ahí que haya eludido entrar en algunas cuestiones que le han planteado los periodistas.
Su relato de los hechos es el mismo que contó este periódico el pasado sábado, si bien ha querido remarcar que, pese a que nunca tuvo previsto hablar tras conocer su cese, se ha visto “en el dilema de entrar al relato y al desmentido para reivindicar su presunción de inocencia”. En este ámbito, ha agradecido el respaldo que le ha brindado tanto el sector de la cultura cordobesa -que emprendió una recogida de firmas contra su cese- como una parte de trabajadores del IMAE, que se desmarcaron del comunicado de la dirección. A estos últimos les ha agradecido su “gesto de coraje” y el haber mantenido con él “una magnífica relación de trabajo”.
Sobre la otra parte de la plantilla, representada en los tres directores Ana Linares, Francisco J. Montero y Dolores Barba, no ha querido entrar a personalizar la crítica, si bien ha dicho que le ha resultado “muy duro ver algunas cosas y hablar con algunas personas y entender algunas dinámicas profundas y arraigadas en el tiempo” en la institución.
“No es momento de hablar de irregularidades en la contratación”
Entre otros asuntos, no ha querido responder a la pregunta de si, en sus cinco meses como gerente, ha hallado algún tipo de irregularidad en la contratación y programación. “En estos momentos, no puedo hablar de esos asuntos, ni voy a poner en duda ese tipo de cuestiones”, ha contestado Aladro, que el pasado viernes acusó a la dirección del IMAE de “patrimonializar” al organismo.
También ha negado que él llegara a plantear a la presidenta del IMAE cambios en el organigrama. “Yo en estos cinco meses apenas he tomado ninguna decisión por discreción”, ha afirmado, antes de apuntar que algunas de las preguntas que hizo sobre el funcionamiento del IMAE y su dirección “han sido muy incómodas”. “Estos contratos de alta dirección son muy limitados y la posición de los gerentes es que solo podemos instar a que se lleven adelante esos procedimientos, que luego tienen que estar firmados por los responsables de área o la presidenta”, ha añadido.
No ha querido contestar a si la presidenta del IMAE le ha impedido realizar el trabajo para el que fue contratado, si bien ha puntualizado que “lo evidente es que ha instado a su finalización”.
Así, aunque ha pedido disculpas a los cordobeses por no haber podido llevar a cabo el trabajo por el que fue contratado, se ha despedido aclarando que los últimos días han sido “duros”. “No existe reparación moral para lo que ha sucedido ni para el daño que han sufrido los seres queridos y las personas de mi entorno. Nosotros nos haremos responsables de nuestro propio malestar”, ha concluido.
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