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ENTREVISTA

Elliott Murphy: “La mayor parte de mi carrera está en el pasado, con suerte, todavía queda algo por venir”

Elliott Murphy

Juan Velasco

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Hubo un tiempo, en los años 80, en los que Elliott Murphy aparcó la guitarra y se hizo abogado. Estuvo dos años trabajando en un bufete hasta que se hartó de que los clientes y compañeros lo reconocieran y le pidieran que volviera a la música. Ocurrió en la misma década en la que pisó España por primera vez. Fue en 1984, en un tour en el que hasta apareció en TVE, en La edad de oro, cuyo nombre es capaz de recordar.

La anécdota de su paso por un bufete en sus oscuros años 80 la cuenta entre risas Murphy. El músico, poeta y escritor neoyorquino afincado en París está de visita en Córdoba con motivo del Festival de la Guitarra. Murphy, de hecho, presiente que ya había estado antes en la ciudad, aunque sin recordar exactamente cuándo. Será el único lapsus en su prodigiosa memoria, que guarda anécdotas que son oro molido para cualquier melómano. La suya es una historia francamente interesante: la de un tipo que vivió la gloria de la industria de la música en el inicio de su carrera, para después saborear la parte más agria y acabar, ya como artista independiente y con aura de misticismo, su segunda, tercera y cuarta vida en Europa.

Músico reverenciado por artistas como Bruce Springsteen, Billy Joel, Lou Reed o Peter Buck (R.E.M.), Murphy tiene una curiosa relación con España. Es la editorial cordobesa Almuzara la que ha traducido algunos de sus libros, mientras que ha sido un cineasta español, Jorge Arenilla, el responsable de un documental sobre su figura (The Second Act of Elliott Murphy, 2015). Además, le vuelve loco el flamenco, especialmente Paco de Lucía (“Es el más grande de la historia”, dice con entusiasmo), y se marcha de la entrevista con el compromiso de memorizar el nombre de Vicente Amigo.

Cuando veo a un guitarrista flamenco tocar, es muy humillante, son simplemente asombrosos

PREGUNTA. Ninguno de los dos tenemos claro si esta es tu primera vez en Córdoba, pero, bueno, cada día es un nuevo día, como decís en Estados Unidos. 

RESPUESTA. (Se ríe) Cada día es un nuevo día. Mira, uno de mis fans comenzó un archivo de mis shows. Ha habido alrededor de 3.000 shows en los últimos 50 años. Así que, creo que vine a Córdoba en algún punto de esos 50 años. Sé que fui a Granada, Sevilla también, y creo que a Córdoba. 

P. ¿Cuál es tu relación con Andalucía? 

R. Bueno, creo que todo guitarrista tiene una relación con Andalucía. Este es, en cierto modo, el lugar de nacimiento de la guitarra, así que hay una relación especial con esta tierra y con España. Cuando veo a algunos de los guitarristas flamencos tocar, y estábamos hablando antes de Paco de Lucía, es muy humillante, porque son simplemente asombrosos. Y hay muchos en Andalucía y toda España. Vine por primera vez a España en 1984 para tocar, y de inmediato la relación con el público fue mágica. La gente disfruta mucho de la vida nocturna en España. 

P. De alguna manera también hay una conexión con nuestra tradición, un nexo entre el flamenco y el blues. 

R. Sí, hay una conexión ahí. Se puede escuchar en algunos tipos de tonalidades menores. 

P. Y más allá, en todo este lamento, toda esta música que viene del alma y el dolor. 

R. El alma es el hogar del dolor, supongo. Es el mecanismo de sanación del dolor al mismo tiempo. La música, creo, es un mecanismo de sanación. No hay una explicación científica de por qué disfrutamos de la música. Pero la necesitamos, y casi todas las culturas del mundo tienen su tipo de música. Pero para mí siempre ha sido todo a partir de la guitarra. Y comencé a tocar la guitarra cuando tenía 12 años, con una guitarra con seis cuerdas, que se llamaba guitarra española en aquellos días. 

P. Pero, ¿cómo contactaste con la música? Porque empezaste muy temprano. ¿En tu familia eran músicos? 

R. Vengo de una familia muy musical. Mi padre estaba en el mundo del espectáculo. Tenía un gran show llamado el Aqua Show en Nueva York. Y había una gran piscina y bailarinas de ballet y también Duke Ellington y Cab Calloway, con muchas bands tocaban allí. Así que desde una edad muy temprana estuve expuesto a la música. Y mi padre no estaba entrenado como músico, pero podía tocar cualquier cosa. Él amaba los instrumentos. Mientras crecía, en mi casa teníamos un piano, un órgano, un acordeón y una trompeta. Quiero decir, todo tipo de instrumentos. Y mi madre era una muy buena cantante, así que siempre me animaron. Era muy raro porque en la ciudad donde crecí, los padres querían que sus hijos fueran doctores y abogados. Pero mis padres amaban el mundo del espectáculo. Recuerdo ver a Elvis Presley en la televisión. Toda la familia estaba viendo la televisión. Recuerdo a The Beatles en 1964 en la televisión, en el show de Ed Sullivan. Y ese fue un gran momento. 

P. He leído en algún lugar que tú querías ser abogado. 

R. Sí. Sí, quería ser abogado. Y, de hecho, a mediados de los 80, que fue un momento difícil para mi carrera porque apenas estaba comenzando y había dejado las grandes discográficas, me dije, bueno, voy a ver si puedo convertirme en abogado. Así que trabajé en un bufete de abogados durante dos años. 

P. ¿En serio? 

R. Sí. Era un bufete de abogados de negocios musicales, con muchos clientes. Así que un día, había un abogado y vino hacia mí. Dice: “Escuche, muchos de mis clientes vienen aquí y dicen que hay un tipo sentado frente a una máquina de escribir que se parece a Elliot Murphy”. Yo dije: “Sí, ese soy yo”. Y él: “Y ¿qué haces aquí?”. “Bueno, ya sabes, necesitaba un trabajo. Las cosas estaban difíciles en la música. Estoy pensando en convertirme en abogado”. Y él puso su mano en mi hombro y dijo “no lo hagas”. 

Todo guitarrista tiene una relación con Andalucía porque es el lugar de nacimiento de la guitarra

P. No conocía esa historia. Es fantástica. Tal vez puedas contarme algún chiste sobre abogados porque los estadounidenses tenéis muchísimos.

R. Sí que tenemos muchos chistes sobre abogados, sí. Bueno, el más famoso: Es verano y hay gente en la playa y todos están en el agua. Y de repente empiezan a gritar “¡tiburón, tiburón!”. Y ven este gran tiburón viniendo por el agua (hace el gesto de la aleta de tiburón con los brazos). Pero un tipo se queda en el agua, y el tiburón va hacia él y lo esquiva. Y dicen: “¿por qué no atacó a ese tipo?”. Y otro dice: “Porque es abogado. Así que es cortesía profesional” (Se ríe)

P. En este punto de tu carrera, estás viviendo como una segunda juventud o tal vez una tercera juventud o cuarta juventud. Estás muy activo en estos días. 

R. Sí, especialmente después del Covid. Quiero decir, durante la pandemia, no estuvimos muy activos. Estaba haciendo antes 50 o 60 shows al año. Y luego en 2020 y 2021, tal vez 20 shows. Y a veces con el público con mascarilla, lo cual es terrible. Era una locura. Intenté mantenerme activo. Hice una transmisión por internet llamada el Corona Couch Concerts (Concierto desde el Sofá del Corona). E hice 94 directos en casa, tocando la guitarra, cantando canciones. Cada noche teníamos unos pocos miles de personas al otro lado. Y también escribí este libro con mi coautor, Peter Redwhite. Para Almuzara Ediciones, que es una editorial de aquí, de Córdoba. Así que intenté mantenerme productivo. 

P. ¿Cómo es hacer giras a tu edad?

R. Bueno, tendría que decir que no tengo todos los lujos que Bruce Springsteen o los Rolling Stones o Eric Clapton tienen. Pero está bien. Es el viaje lo que te agota después de un tiempo. Por lo general, son ocho horas de viaje por dos horas en el escenario. No me importa. 

P. Y te gusta. 

R. Me gustan los conciertos. Realmente necesito la relación con el público. Ese momento mágico. Durante dos horas, hace que todo valga la pena. 

P. ¿Y el estudio también te gusta? 

R. Mi vida en el estudio de grabación ha evolucionado porque mi hijo, Gaspar Murphy, es un productor bastante exitoso en Francia. Así que tiene un hermoso estudio en París, no muy lejos de mi casa. Así que vamos allí a menudo. Ahora estamos trabajando en un nuevo álbum, que espero tener listo en marzo. 

P. Sí, he escuchado tu último sencillo, Old Timer, en el que dices que eres un “Stone Cold rock and roll Survivor” (un “superviviente del rock frío como el hielo”). Creo que es una descripción realmente estupenda de un artista como tú.

R. Es interesante porque cuando comencé en la música, yo abría los conciertos para personas como B.B. King o Muddy Waters, estos músicos de blues. Y entonces pensábamos que eran muy viejos, pero tenían 50 años. Ahora tengo 75, soy más viejo que ellos entonces. Y solía ver a esos tipos como B.B. King en el backstage jugando a las cartas. Y podía ver que era tan adicto a la carretera como yo lo soy ahora. Es la vida que eliges. Si no, ¿qué haces? ¿Te quedas en casa y tocas la guitarra y ves televisión?

La música es un mecanismo de sanación

P. ¿Qué te inspira hoy en día a escribir una canción? 

R. Diría que las canciones al principio de mi carrera eran sobre esperanza y sueños. Era este sueño de rock and roll que tenía. Pero al final, a mi edad, son más canciones mirando hacia atrás en tu vida, lo que has aprendido, con suerte un poco de sabiduría, algunas lecciones de vida. Pero aún así, para mí, las canciones viven en la guitarra. Siempre que tomo una guitarra, siento que dentro vive una canción. Esa es la magia de esto.

P. Tengo que decir que tus últimos discos suenan realmente cálidos. Y que en ellos se percibe a un músico desnudándose y hablando de sí mismo con honestidad. 

R. La verdad es que la mayor parte de mi carrera está en el pasado. Con suerte, todavía queda algo por venir. Creo que eso te hace más introspectivo. Recuerdo una vez que Bruce Springsteen y yo estábamos teniendo una conversación -sería alrededor de la época en que salió Born in the USA- sobre Elvis Presley. Bruce me dijo: “¿Qué piensas que pasó con Elvis? ¿Qué salió mal?”. Porque al final de la carrera de Elvis, no estaba haciendo cosas tan buenas. Y ambos decidimos que era porque Elvis no escribía sus propias canciones.

Cuando escribes tus propias canciones, te obligas a mirarte a ti mismo de cierta manera. Hoy en día, las canciones las escriben 5 o 10 personas. Pero el modelo de negocio del que venimos, de Bob Dylan y gente así, una persona escribe su propio material. Yo sigo en ello, aunque a veces co-escribo con Olivier Durand en las guitarras. Y creo que las canciones que uno escribe te hacen ser honesto contigo mismo. Tal vez eso es lo que busco ahora. Honestidad en mis canciones. 

P. ¿Qué hay de Olivier? Es tu compañero desde hace 28 años. ¿Qué obtienes de tocar estos chicos jóvenes? 

P. No sé si Olivier es tan joven hoy en día, pero para mí, siempre es joven (Se ríe). Olivier es 20 años más joven que yo, pero aún tenemos raíces comunes en la música. Le encanta el blues, BB King y todos los demás. Le encantan los Rolling Stones. Está más orientado hacia la música americana, así que tenemos un terreno común ahí. Olivier es un buen compañero de gira. No hay problemas. Nunca se queja. Siempre está preparado. Conoce mis canciones mejor que yo. Finalmente encontré a mi Keith Richards. Todos tienen un compañero. Bruce tiene a Steve Van Zandt. Mick Jagger tiene a Keith. Estaban Lennon y McCartney, y yo tengo a Olivier Durand. 

P. ¿Qué hay de cuando tomaste la decisión de mudarte a París? Supongo que fue una decisión difícil, ¿no? 

R. Te diré lo que pasó. En los 70, hice estos cuatro álbumes para las grandes discográficas. Salieron en Polydor, RCA y en Columbia. Y luego, en 1979, no sabía a dónde iría después. Y recibí una oferta para tocar en París en un club llamado La Palace. Y pensé que era un club pequeño, pero cuando llegué, eran mil personas, y conocían mis canciones. No tenía ni idea de que mi música era conocida en Europa. E hice seis bises. No quería salir del escenario, ya sabes. Estaba tan feliz. Y creo que en ese momento, dije: “Guau, tal vez tenga este segundo acto en mi vida, en mi carrera”. Y entre el 79 y el 89, todo se trasladó a Europa. Empecé a venir a España. Vine aquí en el 84. Hice un programa de televisión. ¿Cómo se llamaba? La edad de oro. Tal vez seas demasiado joven para recordarlo. Y empecé a tocar en Italia, Bélgica, Holanda, Suecia, en todas partes. 

En el 89, finalmente me mudé aquí. Tenía varias compañías discográficas aquí. Porque, para entonces, había aprendido a ser independiente, a producir mi propia música, a licenciarla a diferentes compañías en diferentes países. Así que no me mudé aquí sin nada. Pero siempre me gustó el estilo de vida europeo. Especialmente Francia, España, Italia, estos países latinos. 

P. La cultura mediterránea. 

R. Sí, la cultura mediterránea. Siempre me atrajo. Es curioso, porque hice mi prueba de ADN, y no tengo nada de mediterráneo. Soy irlandés, inglés y sueco, pero... Bueno, me encanta estar aquí.

Honestamente, nunca intenté ser demasiado político, nunca quise dividir a mi audiencia

P. Es curioso, porque eres un artista independiente, y hoy en día, las grandes discográficas se quejan de Internet, del algoritmo, de las redes sociales, y de todas estas cosas. Y, al mismo tiempo, esas cosas son las que ayudan a personas como tú a llegar a un público más amplio. 

R. Completamente, eso es lo que pasa. Internet me ha permitido mantenerme en contacto con mi público. Antes, la discográfica era el guardián. Tenías que pasar por eso. Internet cambió todo para mí. Tengo una gran relación con mi audiencia. Quiero decir, conozco personalmente a muchos de mis fans. Conozco algunos fans que vienen a 40 shows al año. Así que realmente... No podría haber planeado mejor.

P. Y ahora tienes el control completo de tus canciones. Tal vez no ganes mucho dinero con Spotify y todo eso, pero tienes el control.

R. Te diré la verdad sobre esa situación: Los artistas siempre se quejan de Spotify, pero si estás firmado con una compañía discográfica, ellos obtienen el dinero. Y luego te dan un poco. Pero yo ahora hablo directamente con Spotify. Tengo mi propia compañía discográfica, así que estoy contento. Me encanta Spotify. Y en los viejos tiempos, en la radio no te pagaban nada. Todavía no pagan nada. Así que estoy a gusto con eso. 

P. ¿Qué han aportado Francia y Europa a tu música? 

R. Espero que hayan ampliado mis horizontes. Quiero decir, estábamos hablando antes de Paco de Lucía. No creo que lo hubiera descubierto si no hubiera vivido aquí. La gente de Francia me presentó su música, y también Django Reinhardt, su forma increíble de tocar. Así que creo que ha ampliado mis horizontes, especialmente con Olivier, porque él conoce a todos esos grandes guitarristas. En cuanto a las raíces de mi propia música, probablemente no haya cambiado mucho. La gente dice que toco folk rock. Pero realmente, toco más rock que folk, porque nunca fui un cantante de folk. Siempre fui un rockero desde el principio. Empecé tocando doo-wop, y después de eso, The Beatles, Bob Dylan, y luego Byrds y música así. Creo que simplemente Europa ha agrandado mi apetito de música de todas partes. Y me encanta ver cómo en Europa la guitarra está en todas partes.

P. ¿Algún guitarrista que te haya gustado mucho particularmente?

R. Hay un gran guitarrista, Ali Farka Touré, de Mali. Es asombroso. Es como si estuviera tocando blues. Es increíble. 

P. Me gustaría conocer tu opinión, si te apetece, sobre la situación política actual en Francia, donde vives, y que está luchando contra la extrema derecha, y América, de donde vienes, que ahora tiene elecciones y es posible que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. 

R. Los chinos tienen una maldición que dice: “Ojalá que vivas en tiempos interesantes” (Se ríe). Estamos viviendo tiempos interesantes. El mundo está tan dividido… Honestamente, nunca intenté ser demasiado político, porque nunca quise dividir a mi audiencia. Nunca quise decir, si te gusta mi música, tienes que pensar como yo. No sé cómo definirme. No soy alguien que esté en el extremo, de ninguna manera. Ciertamente espero que Trump no sea reelegido. Principalmente porque creo en una situación política global. He viajado tanto por el mundo y no me gusta cuando los países se vuelven aislacionistas. Temo que esta sea la política de Trump, ser más aislacionista. Está amenazando con salir de la OTAN. Y lo mismo ocurre con Francia. Ambos extremos están amenazando esto. 

P. Bueno, tienes una canciónWhat the fuck is going on que es pura política. 

R. Era económica cuando la escribí. La escribí en 2008 con la crisis financiera. Pero hombre, es verdad que hoy tiene más sentido que nunca. 

P. ¿Qué significa ahora América para ti? 

R. Bueno, estoy muy agradecido por mis raíces musicales americanas. Crecí en una época dorada de la música cuando el rock and roll comenzó, en los 50 y los 60. Y Bob Dylan abrió la puerta para la poesía y las letras. Pero creo que ahora estoy en un punto distinto. He vivido en Francia 35 años. Cuando vives en un país tanto tiempo como yo, sabes que nunca seré francés. Piensan diferente a mí. Y sin embargo, he evolucionado de los americanos. Así que no sé dónde estoy ahora. Estoy en algún lugar en el medio del Océano Atlántico entre los dos países. Soy un expatriado. Los expatriados somos personas que nos sentimos más en casa cuando no estamos en casa. En mi último viaje a América, visité Nueva York y es como una ciudad extranjera para mí. Pero fui a Montreal, que es como una ciudad americana, pero hablan francés. Así que me sentí muy bien allí.

Siempre que tomo una guitarra, siento que dentro vive una canción

Un día después de publicar la entrevista, el usuario de X @NachoLuque16 resuelve las dudas del cantante: Elliott Murphy efectivamente actuó en Córdoba antes de este sábado. Fue el 14 de diciembre del año 1991 en Disco Tres.

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