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La comunidad educativa de un pueblo cordobés rueda una película sobre un guardia civil republicano

Una imagen de 'Manuel', la película que ha rodado la comunidad educativa de Albendín.

Juan Velasco

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Más de 150 personas, la mayoría de ellas alumnos y profesores de la comunidad educativa del CEIP Santa María de Albendín, han rodado y estrenado la película Manuel, un largometraje de 80 minutos que rescata una historia poco conocida de la localidad, la de Manuel Hernández González, un cabo de la Guardia Civil que, en plena contienda, se negó a acatar las órdenes del mando franquista y fue por ello encarcelado y deportado.

Detrás del proyecto, que ha involucrado a casi un cuarto de la población de Albendín, una pequeña pedanía de la localidad cordobesa de Baena, está Vicente Mejías, director del CEIP Santa María desde hace 20 años y director también del largometraje, titulado sencillamente Manuel, una historia que llegó a su mesa como una idea mucho más simple: ¿Y si hacemos un cortometraje sobre esta figura?

Hoy, tras haber levantado un proyecto que ha contado con el apoyo de todo el pueblo y haber estrenado la película en la localidad, Mejías cuenta con orgullo todo el proceso detrás de este largometraje, una película que relata una historia extraordinaria de humanidad en plena Guerra Civil. Lo hace a partir de una figura poco conocida, la de Manuel Hernández González, un cabo de la Guardia Civil destinado en Albendín en 1935 y que, en 1936, tras el estallido de la Guerra Civil española, se encontró en una posición moralmente desafiante cuando le ordenaron detener a sus propios convecinos, entre ellos al alcalde y los trabajadores del Centro Obrero de Albendín.

Cárcel y deportación

Así, en lugar de seguir las instrucciones, decidió advertirles de que el bando franquista iba a por ellos. Este acto de valentía y humanidad llevó a Manuel a ser condenado a cadena perpetua, pasando por varias prisiones hasta su liberación seis años después, cuando fue deportado. Fue a su salida cuando el exguardia civil escribió una especie de memorias, tituladas Páginas Confidenciales, que permanecieron guardadas durante décadas hasta que su bisnieto se las entregó al historiador Arcángel Bedmar.

Éste, asombrado por el material, convirtió aquellas páginas en un libro titulado Patriota era, patriota soy, que se presentó en 2014. Años después, en 2021, el entonces alcalde de Albendín, José Andrés García, le propuso a Mejías dirigir un cortometraje y éste acabó alargando el proyecto mientras crecía el número de actores y técnicos que se prestaron a participar en él.

Alfombra roja para el cabo Manuel

Casi dos años después, con 80 minutos de metraje editado, el pasado 6 de diciembre se estrenó Manuel en Albendín. “Fue un estreno con alfombra roja”, cuenta Mejías, que en el desarrollo de la película, sencillamente confió en la comunidad que había conocido a lo largo de sus veinte años en Albendín y ellos, a su vez, confiaron en su capacidad por el trabajo colectivo en proyectos teatrales previos.

El resultado ha sido que la película se ha proyectado en cuatro pases distintos en Albendín, con el cine lleno en todos ellos. Además, con el añadido de que lo que se recauda va íntegramente a proyectos benéficos y mejoras en el colegio, mientras que los más pequeños han podido disfrutar del sueño de estrenar una película en su propia localidad y sentirse por un día estrellas de cine.

La cinta, sin embargo, necesita un espectador más, una persona clave: aquel bisnieto del cabo Manuel Hernández que encontró sus memorias. Mejías cuenta que vive en Londres y la verá pronto en una proyección especial en la localidad. Así se cerrará un círculo en el que una persona que cuidó de los vecinos de Albendín ha acabado uniendo de nuevo a todo el pueblo de nuevo 87 años después. 

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