Ángeles Toledano exhibe galones como promesa del flamenco en la Noche Ecléctica de Viana

No es una sorpresa para nadie que la haya escuchado, que Ángeles Toledano (Villanueva de la Reina, Jaén, 1995) haya pegado un campanazo con su primer disco. Sí lo ha sido el formato que ha escogido para debutar a nivel discográfico: con un trabajo moderno, que busca caminos distintos, letras propias y se apoya en producciones electrónicas.

Y puede que el formato haya sorprendido porque, a la hora de la verdad, ni los más críticos podrían quitarle el título de cantaora a Toledano. Si uno se pone una venda en los ojos y la escucha cantar, no hay mucho debate.

Las formas, la estética, el maquillaje, la redes… Son detalles nimios que no ocultan el talento de la artista jienense, que se formó como cantaora en Córdoba -incluso más pequeña, con el cordobés David Pino como maestro-, y que ha protagonizado una Noche Ecléctica en el mismo escenario donde deslumbró hace siete años otra cantaora empeñada en salirse del canon.

Además de Toledano, la noche ha tenido como coprotagonista a Laura Marchal, otra voz jienense (Alcalá la Real, 1995), erudita del flamenco, y que suena jonda y vanguardista al mismo tiempo. Una noche redonda en Viana.