Solo 14 artistas concurren al primer Premio Rafael Botí de Pintura
El dato contrasta con los más de 200 que solían presentarse a la misma bienal cuando se ampliaba al conjunto de artes plásticas y no se limitaba ni la edad ni la técnica artística
Este año, la Fundación Botí ha cambiado las bases del premio bienal que solía entregar y de un marco abierto al conjunto de las artes plásticas, se ha pasado a un certamen limitado a la pintura y a los artistas menores de 40 años. Este cambio ha coincidido, a su vez, con una notable reducción de los participantes que han concurrido al certamen: solo 14. A la misa cita solían acudir más de 200 participantes cuando el premio no estaba limitado a las bases actuales.
El diputado de Cultura, Antonio Pineda, señala que todavía es pronto para sacar conclusiones. Reconoce que tal vez las nuevas bases puedan haber variado el número de participantes, ya que al ser una sola categoría puede parecer lógico que se reduzca el volumen de interesados.
“De la misma forma, sería precipitado saber si la limitación de edad puede haber dejado un volumen menor. Todo eso lo veremos cuando analicemos bien cómo ha transcurrido esta edición”, señala. Pineda sí recuerda que la limitación de edad tenía un sentido claro: “Reconocer la trayectoria de artistas jóvenes sin tener que competir con otros de una carrera más larga”.
A fuentes del sector cultural, crítico con la gestión de la Fundación Botí les llama la atención que no se haya presentado “ningún artista cordobés con trayectoria contrastada”. La razón, argumentan, “no está en que los artistas naden en la abundancia sino que estriba en el descrédito local de la institución y el acuerdo tácito de los creadores cordobeses de boicotear el premio en protesta con el desmantelamiento de las políticas de apoyo al arte contemporáneo de la Fundación Botí y su continuada deriva”.
Las mismas fuentes lamentan “también que el certamen abierto antes a todos las soportes artísticas (vídeo, fotografía, escultura) se vea limitado a la pintura olvidando por completo el resto de manifestaciones artísticas”. Por último, las mismas voces echan de menos un mayor interés por el arte contemporáneo desde la Fundación Botí. “No se han hecho ninguna muestra de arte contemporáneo desde hace dos años y se cede el Patio Barroco para que pintores aficionados expongan y vendan sus obras en competencia directa con las galerías comerciales de arte”.
Pineda se muestra satisfecho con la gestión realizada, dada la coyuntura económica. “Recogimos la Fundación Botí con un presupuesto muy menguado ya desde 2011 y con gran parte de las acciones culturales muy limitadas. Con todo, estamos intentando abrirnos lo más posible entablando acuerdos con distintas instituciones y tratando de no cerrarle las puertas a nadie que llama a la Diputación”.
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