La vida bajo techo (I): “ En nuestra mano tenemos más posibilidades de las que creemos”

“Mientras dure la vida, sigamos con el cuento”, animaba la escritora Carmen Martín Gaite. Hemos recibido las primeras historias ciudadanas sobre esta crisis desde distintos puntos de Córdoba. Éste canal se convierte en un lugar para que relates tu experiencia en estos días difíciles. Un espacio de denuncia, desahogo, ayuda e inspiración para los demás. Puedes escribirnos aquí.

Anna, desde “Brooklyn”

¿Qué puedo hacer yo que por ahora tengo asegurada mi pensión o mi sueldo, para contribuir a mitigar el impacto de esta crisis en las personas que nos rodean y no tienen tanta suerte? Fácil: sigue pagando todos los meses por las actividades que no vas a hacer o no van a hacer para ti (limpiadora, asistente, cuidadora, yoga, pilates, gimnasio, meditación, las actividades extras de todo tipo). En nuestra mano tenemos más posibilidades de las que creemos.

Pablo, desde el “Alkázar” Viejo

Me entristece profundamente la deshumanización que estamos construyendo entre tod@s. Cada vez que nos hablan de una persona que ha fallecido por el virus buscamos rápidamente su edad, sus patologías previas… su lugar en ese grupo maldito que hemos llamado de riesgo. Pero ellas no estaban en ese grupo antes, o al menos no así. Antes eran nuestras abuelas, mis vecinos, mi novia, mi profesor… Y aunque es lógico que las autoridades sanitarias nos vean como una globalidad de datos técnicos para entender mejor el virus y sus consecuencias en un contexto de sanidad con recursos limitados, nosotras no debemos verlo así. La muerte de una persona de 80 años no debe suponernos un respiro a los “sanos, jóvenes, de mediana edad” por ser de riesgo. La muerte temprana de alguien con asma crónico, patología del corazón no debe conducirnos a una sensación de tranquilidad, de reforzamiento de nuestra posición en este lugar de sanos, jóvenes invulnerables. Porque son centenares de miles las personas con cáncer, diabetes, problemas respiratorios crónicos… que no tiene porque morir ahora, ni de este modo. Nuestr@s ancianos que mueren por el virus, lo hace envueltos en sacos grises, sin una misa o funeral laico que reúna a sus seres queridos. Mueren en residencias, en pisos vacíos con cuidador@s a quienes no conocen casi, aislados también emocionalmente, lejos de todo lo que supuso su vida, de cómo pensaron alguna vez su muerte, sin despedirse de sus nietos, sus hijas, sus amores. Sin una mano acariciando la suya. Sin un beso en la frente. Sin un “adiós abuela”.

Jose Castillo, desde Córdoba

Nace Frenalacurva.net

Hace una semana que la pandemia del coronavirus nos cambió la vida por completo. Unos luchando desde los sistemas de salud y los servicios públicos, otros confinados en casa. Todos y todas sufriendo en primera persona, de una u otra manera, esta crisis.

Pero hay algunos colectivos especialmente vulnerables: mayores solos, familias monomarentales, personas con diversidad funcional, niños sin conectividad en sus hogares… La crisis del coronavirus para estos colectivos es todavía más insoportable y por eso necesitan TU AYUDA.

Casi al mismo tiempo que se extendía el virus, brotaron por todo el país iniciativas ciudadanas, ejemplos de solidaridad, creatividad e innovación social, que quisimos recoger en www.FrenaLaCurva.net FLC es una plataforma ciudadana conformada por voluntarios, activistas, empresas, organizaciones sociales y laboratorios de innovación abierta de toda España y Latino América.

Ahora damos un paso más y, gracias a la comunidad hacker (los buenos), hemos levantado una nueva plataforma online que permite canalizar, organizar y distribuir las miles de acciones solidarias que necesita la sociedad en estos momentos difíciles. No hay tiempo que perder.

Lanzamos FrenaLaCurva Maps, un mapa que permite colgar chinchetas geoposicionadas definiendo necesidades (chinchetas rojas), ofrecimientos (chinchetas verdes), necesidades con intermediación (chinchetas naranjas: para nietos, hijos o vecinos que quieren ayudar personas sin conectividad) y servicios públicos (chinchetas azules: como tiendas de comercio local o farmacias que han cambiado de horario…)

Te invito a que compartas este mensaje con tus amigos y vecinos, y que des un paso adelante y te conviertas en una chincheta verde, ofreciendo tu ayuda, o una naranja intermediando por alguien vulnerable (o una roja si lo necesitas, claro)

En todas las grietas se cuela la luz.

Alicia, desde Carlos III

Maestra teletrabajando muchísimo pero lo peor en mi casa para mis padres y para mi es no poder ver a los peques de mi familia... Pero por todos esos nietos, sobrinos... intentamos iluminar la avenida.

Manuel, pontanés desde Madrid

Soy de Puente Genil, aunque por trabajo resido en Madrid y aquí me pillo la cuarentena. He compuesto una canción sobre el proceso de adaptar tu vida a cuatro paredes y lo que pesa la incertidumbre.

https://www.youtube.com/watch?v=CCejQYbDKg4

Esperamos tu historia. Puedes escribirnos aquíaquí

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