Ni fuera de España ni vendido: los 56.000 litros de aceite robado estaban a cinco minutos
“Fue un robo de película pero esto ya no tiene explicación alguna”. Martín Parra es el gerente de Marín Serrano El Lagar, la almazara que a finales de agosto sufrió un asalto espectacular. Un grupo de desconocidos se llevó, literalmente, dos camiones cisterna cargados de aceite de oliva. Los 56.000 litros que le robaron valen a día de hoy en el mercado medio millón de euros, por el precio tan alto al que está cotizando hoy en día el aceite de oliva.
El robo fue tan tremendo y, presuntamente, tan profesional que rápidamente se dispararon todas las hipótesis. El caso fue divulgado en todas las televisiones españolas, por su singularidad y por el alto valor de un producto esencial en la gastronomía mediterránea que está alcanzando precios prohibitivos. Se especuló con que los ladrones estaban ya fuera de España. Incluso allende las fronteras de la Unión Europea, donde habría sido más fácil mezclar y volver a vender el aceite. Pero este lunes, saltó la sorpresa, y hasta la conmoción, en Carcabuey. Los ladrones tardaron cinco minutos en llegar a su destino, a través de la principal carretera de acceso del pueblo.
A primera hora de este lunes, numerosos agentes de la Guardia Civil de Córdoba custodiaban los accesos a una almazara de Carcabuey. No era la primera vez que la visitaban. El pasado 8 de septiembre los agentes acudieron a la envasadora. Entonces, en el pueblo, no se le dio mucha importancia. Solo diez días antes de había producido el gran robo pero nadie sospechaba que el aceite de oliva sustraído no había salido del pueblo. “Estoy alucinando”, detallaba Parra, quien este lunes sabía “lo mismo que vosotros, los periodistas”. Aún no tenía conocimiento oficial de que la Guardia Civil hubiera recuperado la mayor parte del aceite robado.
Los agentes han detenido a dos personas y han citado como investigada a una tercera. Se les acusa de ser los autores materiales del robo y de haber recibido el aceite. El objetivo era ir vendiéndolo poco a poco, en pequeñas cantidades que no levantaran sospechas. “Pero es que era mucho aceite: dos cisternas no se pueden vender así como así. Tanta cantidad necesita documentación”, detalla el gerente de Marín Serrano, que apenas lleva un año en Carcabuey y que solo conocía de vista a los responsables de la envasadora donde estaba el aceite que le robaron en agosto.
A finales de agosto, la almazara Marín Serrano El Lagar, en Carcabuey (Córdoba) echó el cierre al final de la jornada y dejó bloqueadas las entradas con las diferentes cancelas con las que protege el oro líquido que guarda en su interior. Al día siguiente, el 30 de agosto, cuando el gerente de la entidad, Martín Parra, fue a abrir, se dio cuenta de que la cerradura estaba rota. Después descubriría que había sido víctima de un robo millonario.
La almazara se localiza en el camino del Carmen, muy cerca del casco urbano a escasos metros del parque natural de las Sierras Subbéticas, uno de los enclaves protegidos más importantes del sur de la provincia de Córdoba. La envasadora en la que estaba el aceite de oliva, a 2,4 kilómetros de distancia y cinco minutos en coche. Para llegar solo hay que entrar brevemente en el pueblo, girar en un par de calles y tomar la carretera por la que se accede al municipio hasta un cruce en el que, curiosamente, también se encuentra la sede de la Mancomunidad de Municipios de la Subbética y donde todos los meses se reúnen los alcaldes de esta extensa e importante comarca cordobesa.
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