Stop Desahucios logra un mediador tras 'tomar' Endesa
Una veintena de activistas protesta pacíficamente durante dos horas en las oficinas de la eléctrica contra la pobreza energética de cientos de familias
Una de las lacras de la crisis que sufre el país desde 2008 es el de la pobreza energética. Miles de familias no pueden hacer frente a unas facturas de la luz que se han encarecido al mismo ritmo que se empobrecían buena parte de los clientes. Para protestar contra este endurecimiento de las condiciones de vida, Stop Desahucios ha participado en Córdoba una acción coordinada por el Movimiento Andaluz por el Derecho a la Vivienda y que ha tenido su reflejo en Granada y en Huelva. En Córdoba, una veintena de activistas se ha encerrado en las oficinas de Endesa hasta arrancar un compromiso de reunión, dentro de dos semanas, con un representante de la firma.
En ella, Stop desahucios planteará la situación de centenares de familias que no pueden hacer frente a los pagos de las facturas y reclamará soluciones que no impliquen el corte de la luz o el envío de apercibimientos que el colectivo entiende como amenazas de una inminente suspensión del servicio eléctrico.
El encierro hasta la negociación es una de las estrategias básicas de la plataforma. La han practicado con éxito en entidades bancarias o empresas hasta lograr garantizar futuros encuentros con ejecutivos que representen a las firmas y tengan capacidad de decisión en una mesa de negociación.
En las oficinas de Endesa de la calle Alfonso XIII ese compromiso lo han logrado pasadas las 14.00, cuando ya se iba a echar la persiana de cierre y se iban a ir los empleados. “Les hemos dicho que nosotros no nos marchábamos hasta tener una garantía de negociación. Y en ese momento, el gerente de la oficina se ha puesto a hacer llamadas y ha logrado cerrar una reunión dentro de dos semanas con un representante de Endesa que vendrá desde Sevilla”, explicaba un portavoz de Stop Desahucios.
La toma de Endesa se produjo, en realidad, unas horas antes. Tras concentrarse por la mañana en Las Tendillas, los activistas recorrieron los escasos metros que separan la plaza cordobesa de las oficinas de la eléctrica. Una veintena de ellos se quedó en la oficina enarbolando pancartas y vistiendo camisetas contra la pobreza energética. “Agentes de la Policía Local y Nacional vigilaron la escena, sin llegar a apercibir a nadie, puesto que no se estaban cometiendo actos violentos”, ha destacado el mismo integrante de la plataforma.
A las 13.00, los responsables de Endesa decidieron, unilateralmente, cerrar la oficina y dejar de prestar servicios a los clientes que seguían entrando. Alguno de ellos, no obstante, llegó a adherirse a la petición de los activistas de Stop Desahucios de contratar una menor potencia de electricidad en sus casas, como gesto de ahorro y protesta. Una hora después, el encierro terminó sin incidentes después de que la empresa se comprometiese a la próxima reunión negociadora.
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