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Juan Velasco

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“A ver su majestad a ver qué nos cuenta este año. A ver si hace mención al emérito”. Fernando todavía tiene tiempo para bromear sobre sus expectativas sobre el mensaje de Navidad de Felipe VI, que son las mismas que las de cualquier español. La diferencia entre Fernando y el resto es que él va a escuchar el mensaje del rey por la radio haciendo noche bajo el techo de un aparcamiento en la fábrica en la que ha trabajado entre el año 1997 y el 10 de noviembre de 2021, cuando se vio, de repente, despedido y en un limbo administrativo.

Fernando y su primo Antonio, que también ha pasado la Nochebuena a la intemperie en el aparcamiento de la fábrica, son dos de los casi 40 empleados de Zumos Palma, una planta propiedad del fondo turco Toksoz pero que hasta hace 15 días comercializaba Zumosol, y que hoy está totalmente parada, semiabandonada, de no ser por sus empleados, que llevan desde el lunes haciendo un campamento para reclamar a la compañía que se haga cargo de ellos tras la frustrada adquisición de la planta por parte de la empresa Cegeplas.

Una adquisición que se frustró a los pocos días de anunciarse, dejando a los 38 trabajadores en una especie de limbo legal (técnicamente en el paro y sin indemnización por despido) y con varias nóminas atrasadas. La desesperación llevó a los trabajadores a iniciar el pasado lunes un encierro indefinido en las instalaciones, abandonadas a su suerte por la compañía. Así que Fernando y Antonio han pasado la Nochebuena bajo el parking techado, con la compañía de Floki, el perro del primero, un Schnauzer blanco que no se separa de Fernando.

Así, entre botellas de vino, cervezas, pacharán y anís del mono (para calentarse), han celebrado estos dos primos la Nochebuena y la entrada de la Navidad, con la compañía también de otro trabajador, también de nombre Antonio, que se ha sumado a la no celebración. “Somos los tres solteros, por eso nos toca”, bromea Fernando horas antes de que caiga la noche.

Un menú navideño proporcionado por el Ayuntamiento

Para entonces, los tres desconocían que iban a cenar. Sólo sabían que el Ayuntamiento de Palma del Río, que se ha volcado con la plantilla en las últimas semanas, les iba a proporcionar un menú navideño y que se lo iba a acercar sobre las 17:00. Como de bebidas estaban completos y cuentan con neveras y estufas, ninguno estaba preocupado por la noche en el improvisado campamento que se ha montado en la fábrica.

Esta mañana de viernes, previa a la Nochebuena, por ejemplo, los concejales del PP se han acercado a llevarles churros. Para el sábado, Fernando y su primo no esperan menos. “Si nos traen churros, bien, pero si nos traen tostada con manteca, mucho mejor”, decía este trabajador, de 50 años y el más antiguo en la compañía de los tres que han hecho noche.

Lo que no van a tomar es un zumito de Zumosol. “Eso no se lo recomiendo a nadie, ni los chocolates Pernigotti, que son de la misma empresa, la turca, que allí en Italia hicieron la misma jugada”, explica Fernando, que relata entonces la situación en la que se han quedado él y sus 37 compañeros, hasta hace poco trabajadores de uno de los centros productivos de zumo y embotelladora más grandes de toda Europa, con capacidad para recibir 1.300 toneladas de naranjas al día y para exprimir 1.100 toneladas al día.

En el limbo por “una empresa pantalla”

Lo ocurrido con la plantilla de Zumos Palma roza lo kafkiano, aunque Fernando prefiere usar un término delictivo. Según cuenta este trabajador, la plantilla llevaba un año en ERTE, cuando Zumosol le anunció que había encontrado un comprador para la fábrica.

Éste comprador era la empresa Cegeplas (Central Andaluza de Gestión y Suministros Plásticos), una compañía que, tras investigar los trabajadores, resultó que tenía un capital social de 3.000 euros, una cantidad insuficiente para echar a andar una fábrica que, según Fernando, “para funcionar necesita un millón de euros al mes de gasto fijo”. A pesar de ello, el propietario de Cegeplas se habría comprometido a subrogar todos los contratos y a darles de alta. Así lo hizo. La plantilla pasó oficialmente a manos de Cegeplas entre el 10 y el 16 de noviembre.

Sin embargo, a los pocos días de la adquisición, la empresa Cegeplas comunicó que “por una serie de irregularidades” no era posible cerrar el trato y que finalmente el contrato de adquisición se rompía. Así, la plantilla descubre que han sido recontratados y despedidos por otra empresa y, de repente, están en el paro, sin que nadie se haga cargo de ellos.

Según Fernando, “Cegeplas es una empresa pantalla que ha contratado Zumosol para liquidar a los trabajadores y no pagar la indemnización por despido”. Lo dice sin rodeos, para que no quede ninguna duda de que, a su juicio, hay una presunta connivencia entre ambas compañías. Cuando todo esto ocurre, los 38 trabajadores se ven en un limbo administrativo: no pueden solicitar la prestación por desempleo por no tener certificado de despido

Finalmente, casi como un regalo de Navidad, desde el SEPE les han comunicado este jueves que sí podrán cobrarla. “En enero cobraremos todo el mes de diciembre y la parte de noviembre”, explica Fernando, que indica que se han iniciado también los trámites para solicitar la indemnización por despido a Zumosol, una empresa para la que no tiene demasiadas buenas palabras. “Nosotros no esperábamos que una marca de la categoría que se supone que tiene Zumosol pudiera hacer esto”, se lamenta.

Inspección de Trabajo y conciliación en el Sercla

El pasado lunes, coincidiendo con el inicio del encierro de los trabajadores, acudió a la fábrica la Inspección de Trabajo. Lo hizo después de que el sindicato de Industria de CCOO de Córdoba denunciara lo ocurrido, al entender que “se ha podido producir una presunta cesión ilegal de trabajadores”.

Se ha podido producir incluso una posible actividad delictiva, en perjuicio de los derechos de los trabajadores, dado que la empresa receptora de la fábrica, Central Andaluza de Gestión y Suministros Plásticos, S.L., (Cegeplas), no dispone de infraestructura económica ni organizativa para explotar la fábrica, por no mencionar que carece de experiencia en el sector tal y como reconocen sus propietarios”, señaló el sindicato.

Sin conocer el resultado de la inspección, Fernando, Antonio y el resto de los trabajadores no tienen muchas esperanzas en recuperar sus puestos de trabajo. A pesar de ello, el 28 de diciembre hay convocado un acto de conciliación en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (SERCLA) al que están llamados Zumosol y Cegeplas. Fernando, sin embargo, apuesta a que ninguno de los dos se va a presentar.

Mientras tanto, la fábrica de Zumos Palma, un motor industrial en una de las comarcas más importantes de España en lo que a cultivo y exportación de cítricos se refiere, seguirá ocupada por quienes, como Fernando y Antonio, la han trabajado desde hace decenas de navidades.

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