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REPORTAJE

Una italiana en los patios: de ruta por Regina y Realejo

Visita al Patio de Escañuela.

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Al sol de un día de principios de mayo en Córdoba los colores son más nítidos. El rosa sobretodo. Las personas se apresuran para asegurarse un lugar en la cola para entrar. Mapa en mano, aprovechan para que un miembro de la familia haga de guía. Algunos llevan prisa, algunos se borran por el camino de la cola. Pero luego, se invita el asombro, la sorpresa, al ver los escondidos, silenciosos jardines urbanos cordobeses que ocultan sus historias, o mejor dicho: fábulas.

En una radio suena Son cubano de Raya Real. Entro a un patio reformado por Vimcorsa, empresa de vivienda del Ayuntamiento de Córdoba. Es el de la calle Diego Mendez, 11. Acoge a la gente con su estructura antigua. Ahora viven allí nueve familias, entre ellas está Chari Ojeda, una de las cuidadoras del jardín. Algunos miran el famoso cuadro de Julio Romero de Torres, la Chica Piconera, que ve todo lo que ocurre desde sus ojos pintados. Una planta de espina santa mira desde abajo, poco más allá hay una guitarra flamenca sentada en una silla de madera. Una cineraria viola se hace notar, el contraste con el color verde de los canalones es especial: al final. en esta fiesta, todo son colores complementarios. 

Al fondo de un pequeño callejón está Pedro Verdugo, 8: ’’El pasado es pasado, hay que vivir día cada día’’, me suena en el oído. Son dos mujeres sentadas que custodian el patio que aún conserva la arquitectura milenaria. Hay un pozo en el centro, de color blanco.

Los visitantes se asoman al patio: hortensias, helecho de Boston, unas ramas de hiedra trepadas dentro de un palet pintado de blanco, begonias... Hablo con una de las dos mujeres: vive allí con su madre, el patiecito es una herencia, le tiene mucho cariño. ’’Es un sitio de convivencia. Por mi familia, cada año participo al concurso porque quiero dar algo pequeño a mi ciudad’’.

Mi ruta continua. Paso por delante de la iglesia de San Lorenzo y sigo adelante. Un poco más allá, encuentro el patio en Calle Escañuela, 3. Bienvenidos al patio más grande de Córdoba. En algún lugar leo que es del final del siglo XIX, que está conservado por la actual Asociación Cordobesa de Amistad con los ninos saharaus.

Me encuentro con Rafael, que vive en este barrio y mira las flores desde lejos, desde una esquina. Me pregunta si puede ver el mapa, me recomienda algunos lugares especiales.

Un largo pasillo exterior salpicado de geranios y macetas conduce una gran buganvilla fucsia que desciende de un muro dejando un pequeño espacio de sombra. Parece inundarlo. sSin duda el mejor lugar para que la gente que pisa los Patios se conforme con las fotos y selfis de recuerdo.

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