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REPORTAJE
Flora 2023: la inteligencia vegetal enseña cómo sobrevivir en un planeta de recursos finitos

Flora 2023 - Harriet Parry

Carmen Reina

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Flora 2023 ya exhibe sus creaciones. El Festival Internacional de las Flores de Córdoba ha abierto este viernes sus puertas para exhibir en cinco patios emblemáticos de la ciudad las instalaciones de otros tantos creadores de arte contemporáneo floral reconocidos a nivel mundial. La temática genérica de esta edición centra las creaciones en la inteligencia vegetal y muestra a la sociedad un camino donde las herramientas de adaptación de las plantas enseñan cómo sobrevivir en un planeta de recursos finitos.

La escasez de agua para pervivir, los mecanismos de defensa naturales, las herramientas de las células vegetales o las estructuras que sostienen a las plantas son mensajes de calado que se muestran al público con las formas de la belleza de las flores, con el arte siempre como eje central.

En un mundo donde está sobre la mesa el debate sobre el uso de la inteligencia artificial, Flora muestra la milenaria inteligencia vegetal y cómo las plantas cuentan con herramientas para adaptarse y pervivir. Con esa enseñanza y bajo ese prisma, cinco artistas han sido los encargados de crear sus instalaciones florales en otros tantos recintos ya consolidados en el festival: Palacio de Orive, Museo Arqueológico, Palacio de Viana, Diputación de Córdoba y el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral.

Y, como en cada edición de Flora, Cordópolis ha realizado una ruta por los cinco patios y sus instalaciones, como sugerencia que pueda servir a los lectores que deseen conocer de cerca las creaciones de este año.

'Mobilis in mobili' (Patio del Reloj de la Diputación Provincial)

Una imponente espiral vegetal de color verde da la bienvenida al público. Bajo el reloj de sol que preside el patio se erige esta instalación cinética que juega a convertir el tiempo, esa abstración, en algo tangible y vital. El movimiento de las agujas del reloj queda representado en cada una de las partes de esta gran espiral, donde la naturaleza marca el paso del tiempo. Una gran estructura viva que, con las mínimas condiciones de humedad en un planeta con los recursos finitos, podría durar casi eternamente.

Para ello, los autores, Flowers by Bornay (España) han querido que todo el protagonismo lo asuma una única planta, la Tillandsia usneoides, cuyo color verde impregna la instalación. La música de Joël Fajerman ambienta la creación y la visita a este patio, donde los artistas de este grupo barcelonés -Marta Vidal, Roser Bargalló y Joan Xapelli- han querido componer una oda poética a la inteligencia vegetal y su danza eterna con el discurrir de las horas. “Un reloj viviente que marca el paso del tiempo no en segundos, sino en ciclos de vida, crecimiento y evolución”.

'Mecanismo artifical de defensa' (Patio de las Columnas del Palacio de Viana)

Un surtido de colores donde llaman la atención el negro y el plateado transportan al espectador al futuro, a una vegetación de otro planeta o quizás del futuro. ¿Serán así las plantas del siglo XXIII en un mundo que consume sus recursos?

Sobre la fuente que preside el patio y con música de Lyra Geomungojari, se levanta la estructura de corte artificial, con flores y plantas naturales pero donde los colores y un mecanismo artificial, con cables, desnaturaliza la vegetación. A su espalda, otra estructura, esta sí toda de plantas verdes, con olores reconocibles como el eucalipto. En el conjunto, se han utilizado aspidistra, brunia, clavel, crisantemo, espadaña, eucalipto, esparraguera, junco, kale, hierba de oso, labiérnago, lentisco, paniculata, ruscus, siemprevivas y asparagus plumosa, entre otras.

La obra de Ha I Hwa (Corea del Sur) expone cómo las plantas se bastan consigo mismas para sobrevivir y defenderse mediante los más sofisticados procesos y adaptaciones al medio, pero la inteligencia artificial acecha creando entornos artificiales. La artista se plantea cómo afectarán esas intervenciones a los mecanismos naturales de las plantas. Y enfrenta, en su obra, a las formas natural y artificial en esa carrera por sobrevivir. “Esta representación pretende concienciar sobre la crisis de la tecnología, al excluir la flexibilidad de la naturaleza”.

'Célula' (Patio del Palacio de Orive)

Un montaje disperso en distintas formas por este patio llama la atención del público, junto con la gama de colores utilizada, que van desde el amarillo al naranja, los rosas y morados, el verde o el azul.

En su creación, Flowgardenz (Rusia) -que concursan en esta edición al haber ganado el Patio talento-, sumergen al espectador en una gran célula vegetal, con todas sus partes, sus mitocondrias y cloroplastos, a una escala dimensionada al patio, como amplificador de las formas que encierran los mecanismos de supervivencia de las plantas.

Utilizando hojas de bambú, claveles, craspedia, cristantemos, flor de loto, musgo o siemprevivas, los creadores han puesto en un segundo plano al ser humano y muestran a gran escala a la naturaleza vegetal, invitando al espectador a sumergirse en esa gran célula, provocando un sentimiento de insignificancia frente a la grandeza de esa realidad microscópica y su poder de adaptación: increibles formas de vida con mecanismos únicos de supervivencia y comunicación.

Sin ocultar la estructura diseñada para soportar el peso de las partes de la célula, una visión de la creación, acompañada de la música de Grigorii Rakhmilovich, recrea el sofisticado sistema criculatorio de las plantas o la estructura reticular de sus células. “Simbolizamos la inteligencia intrincada y a menudo enigmática que reside dentro de estos organismos aparentemente simples”.

'Flor negra. Eco blanco' (Patio del Museo Arqueológico)

La belleza de la sencillez se abre paso en esta instalación donde el mensaje habla del uso responsable de los recursos del planeta. Tadao Cern (Lituania) ha basado su creación en dos únicas especies, los crisantemos y los clavales, y en el elemento del agua de la alberca de este patio, como recurso reutilizable para la vida de las plantas.

Las flores blancas están salpicadas por algunas que se tiñen de forma natural por el agua negra de la que se alimentan y conforman una imagen homogénea en esta instalación de formas redondeadas y uniformes. Es una comunidad botánica, con un sistema de apoyo para sobrevivir, avivando su inteligencia vegetal ante situaciones de peligro como la falta de agua.

Los sistemas radiculares interconectados de las plantas, señales químicas y relaciones simbióticas son esas herramientas que utilizan para su supervivencia y que, en esta obra, se han querido mostrar de forma natural, ambientado todo el conjunto con música de Santaka y con un mensaje del artista: “Más allá de su atractivo estético, esta instalación encierra un mensaje medioambiental: el uso responsable de nuestros preciados recursos”.

'Duramen' (Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral)

El último de los patios de esta ruta es el patio mayor. En él, la artista Harriet Parry (Reino Unido) habla del duramen como la parte central de un árbol, aquella estructura interna capaz de sostener todo el peso gracias a las sustancias que produce el propio árbol.

Una sección transversal de un tronco es la imagen que ha tomado la artista para crear su instalación, representando con una cuidada selección de flores, los círculos concéntricos -los anillos- del tronco de un árbol. Achilea, claveles, craspedias, crisantemos, lirios o siemprevivas jalonan una creación multicolor, que el visitante debe apreciar desde lo alto para ver en todo su esplendor.

Con música del coro de la Catedral y Clemente Mata, la instalación es tambiénun canto a las conexiones de los árboles y otras plantas, a sus redes para sobrevivir. “Los árboles se conectan y comunican, responden, se protegen y ayudan entre ellos, traspasando conocimiento a sus descendientes de generación en generación y logrando así adaptarse y sobrevivir en un mundo tan cambiante como el nuestro”.

Los patios de Flora pueden visitarse entre este viernes 20 de octubre y el miércoles día 25, en horario de 11:00 a 20:00 ininterrumpido.

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