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Enresa mantendrá la actividad de la celda del almacén nuclear de El Cabril donde se produjeron filtraciones

Instalaciones de Enresa en El Cabril (Hornachuelos, Córdoba).

Carmen Reina

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La empresa nacional de gestión de residuos radiactivos, Enresa, mantendrá la actividad en la celda 29 del centro de almacenamiento de baja y media intensidad de El Cabril (Hornachuelos, Córdoba), donde se han producido recientemente filtraciones de agua de lluvia. A preguntas de este periódico y después de que ecologistas solicitaran la paralización de la actividad, Enresa asegura que la celda 29 para residuos de muy baja actividad de El Cabril “sigue operando con normalidad”.

Como avanzó eldiario.es, ahora se ha sabido que tras las intensas lluvias del pasado mes de marzo, el agua llegó hasta la celda 29, donde se ejecutaban unas obras de mejora que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) exigió en 2020 al detectarse el mismo problema de filtraciones. Ahora, el agua había vuelto a aparecer en el almacén, un año después de que el regulador nuclear autorizara que se pudiera guardar más material radiactivo allí.

Desde Enresa explican a Cordópolis que, en el mes de marzo, la empresa estaba realizando “tareas de inspección y mejoras” en la celda 29 destinada a residuos de muy baja actividad, conforme a los compromisos adquiridos con el Consejo de Seguridad Nuclear. Dichas actuaciones coincidieron con las abudantes lluvias que se produjeron a finales del mes de marzo, “lo que provocó la recogida de agua pluvial en el sistema de recogida de agua de la celda, por no estar las mejoras totalmente implantadas”. No obstante, aseguran, “en ningún caso se produjeron filtraciones en la zona de almacenamiento de residuos”.

Tras estos hechos, Enresa “informó puntalmente al CSN” de la aparición de agua en el sistema de recogida de la celda 29. Por su parte, el Consejo de Seguridad Nuclear solicitó “el informe de valoración del comportamiento de la celda, en el que se puso de manifiesto la ausencia de contaminación del agua recogida”.

Y, por otra parte -añaden- el CSN también pidió “tomar las medidas oportunas para concluir las mejoras en curso” en la citada celda. Enresa indica que el informe solicitado fue remitido y las mejoras se concluyeron -tal y como pedía el Consejo de Seguridad Nuclear-, “de forma que la celda está operando con normalidad”, de lo que también se ha dado cuenta al CSN.

En concreto, y según documentación del Consejo de Seguridad Nuclear, las fuertes lluvias caídas en la zona entre los pasados 27 y 31 de marzo provocaron “el derrumbamiento de unas vías transversales de evacuación del agua en una zanja” que se había excavado en las inmediaciones de la celda para inspeccionar soldaduras en las láminas que conforman el suelo de la celda 29, compuesto polietileno de alta densidad (PEAD), un material utilizado para drenaje, protección e impermeabilización de obras. Tras el derrumbe, se produjo “la entrada de agua directa en la Red de Recogida de Lixiviados”, los líquidos formados por los residuos, en cantidades superiores a las permitidas por el CSN, “sin que se haya producido ningún vertido al exterior”.

Repetidas filtraciones de agua en la celda 29

Ante estos hechos, las reacciones de los ecologistas no se han hecho esperar. De un lado, el colectivo de Ecologistas en Acción de Córdoba recordaba que las filtraciones de agua de lluvia en la celda 29 es algo que no ocurre por primera vez y que se debe al terreno donde se levanta El Cabril.

Ya ocurrió en diciembre de 2017 y en la primavera del 2020. Ahora ha vuelto a pasar en la primavera del 2024, a pesar de las millonarias inversiones en la reparación e impermeabilización de la celda 29 del centro de almacenamiento de residuos radiactivos, cuando se producen precipitaciones intensas en la zona, el agua de lluvia acaba filtrándose. Por ello, Ecologistas asegura que El Cabril no es el lugar adecuado para tener un cementerio nuclear por las filtraciones de agua, entre otras cuestiones.

Además, desde la asociación ecologista Hornasol, cuya actividad se desarrolla en el municipio donde se levantó este almacén de residuos nucleares, ha solicitado al Consejo de Seguridad Nuclear que ordene la paralización de toda la actividad en la celda 29.

Solicitan la elaboración de un informe sobre lo que acaba de ocurrir esta primavera en El Cabril, además de paralizar toda actividad de almacenamiento mientras tanto. Y, asimismo, piden que se vuelva a realizar un nuevo estudio de impacto ambiental que determine las obras a ejecutar para evitar nuevas filtraciones cada vez que en la zona se registran lluvias intensas.

De momento, Enresa asegura que la actividad se mantiene y se sigue operando con normalidad en la celda 29, toda vez elaborado el informe solicitado por el Consejo de Seguridad Nuclear y terminadas las obras de mejora en dicho espacio de El Cabril.

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