Los ecologistas piden paralizar la actividad en la celda del almacén nuclear de El Cabril donde se ha filtrado lluvia
La asociación ecologista de Hornachuelos Hornasol, con una dilatada historia de lucha contra las instalaciones de almacenamiento de residuos nucleares en El Cabril, ha solicitado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que ordene la paralización de toda la actividad en la celda 29, donde se han producido recientemente filtraciones de agua de lluvia, algo que se ha producido al menos desde diciembre de 2017.
Hornasol asegura que la Celda 29 del centro de almacenamiento de residuos nucleares de El Cabril (Hornachuelos) ha vuelto a sufrir filtraciones de agua durante las intensas lluvias de marzo. Así lo avanzó eldiario.es. Los ecologistas recuerdan que el almacén de residuos de muy baja actividad, denominado Celda 29, viene teniendo problemas de excesiva acumulación de agua desde, al menos, diciembre de 2017.
El Consejo de Seguridad Nuclear ya cerró temporalmente en 2019 esta Celda 29 motivada por la acumulación de agua en la zona que almacena residuos de muy baja intensidad tal como ahora vuelve a ocurrir. Las nuevas filtraciones de agua han aflorado tras unas obras de mejora que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) exigió en 2020 al detectarse ese mismo problema. Ahora, el agua ha vuelto a aparecer en el almacén, un año después de que el regulador nuclear autorizara que se pudiera guardar más material allí, paralela a la colocación de una cubierta al día de la fecha.
Ante todo ello, Hornasol plantea tres exigencias. La primera, la elaboración de un informe sobre lo que acaba de ocurrir. La segunda, que se paralice toda actividad de almacenamiento mientras tanto. Y la tercera, que se vuelva a realizar un nuevo estudio de impacto ambiental que determine las obras a ejecutar para evitar nuevas filtraciones cada vez que en la zona se registran lluvias intensas.
La Celda 29 guarda residuos de baja o muy baja intensidad. La gran mayoría son las cenizas de Acerinox, tras el incidente del año 1998, que provocó una fuga radioactiva de cesio-137. Actualmente, está a algo más del 25% de su capacidad y hasta las lluvias de esta primavera venía usándose con normalidad, tras importantes inversiones millonarias para su ampliación y para evitar algo que ha vuelto a ocurrir, que se filtre agua.
Este incidente, que Enresa considera ya resuelto, se produce justo en el momento en el que está previsto que se inicie la gran ampliación de El Cabril. El plan gubernamental prevé duplicar la capacidad de almacenamiento en este paraje de Hornachuelos, especialmente para los residuos de baja y muy baja intensidad, que son los que más espacio necesitan.
0