Las lluvias ralentizan la cosecha de la aceituna
Nunca llueve a gusto de todos. Y el campo es un sector especialmente sensible. O no llueve y hay un desastre garantizado. O llueve mucho y también se producen daños.
Las lluvias generalizadas que han alcanzado este otoño a la provincia de Córdoba están impactando de lleno sobre el que es el gran sector económico de la zona: la producción de aceitunas y aceite de oliva. Las precipitaciones han anegado fincas y han complicado la recolección, que va mucho más retrasada que el año anterior por estas fechas.
En el campo, muchos agricultores y temporeros ven cómo el barro retrasa las labores, atasca maquinaria o directamente impide el acceso en muchas fincas de olivar. No obstante, la producción actual en Córdoba es la más destacada de toda España. Las almazaras cordobesas superan incluso a Jaén, con variedades más tardías y donde la campaña se generaliza en las próximas semanas. Sin embargo, la previsión de la llegada de más lluvias está haciendo que en algunas zonas comience a cundir la preocupación por cómo seguirá siendo la evolución de la cosecha.
Según los datos preliminares a 30 de noviembre de 2025 del Sistema de Información de los Mercados Oleícolas (SIMO), gestionado por el Ministerio de Agricultura y Pesca a través de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), la provincia de Córdoba ha liderado la producción acumulada de aceite de oliva en los dos primeros meses de la campaña, sumando 47.884,58 toneladas,. Este volumen de aceite producido en las 183 almazaras de la provincia supera las 44.587,32 toneladas registradas en Jaén en el mismo periodo.
A nivel nacional, la producción acumulada total hasta el 30 de noviembre asciende a 293.197,35 toneladas, de las cuales 250.641,79 toneladas corresponden únicamente al mes de noviembre, cuando la recolección se generalizó en las zonas olivareras.
La patronal considera que la lluvia es positiva
A pesar del liderazgo inicial en la producción nacional, la cifra acumulada en Córdoba es considerada por Asaja Córdoba como un dato positivo, aunque se encuentra por debajo de las 60.657 toneladas contabilizadas en el mismo periodo de la campaña anterior. La causa de esta ralentización reside en las lluvias de las últimas semanas de noviembre, que han frenado el ritmo de recolección. Si bien las precipitaciones contribuyeron a mejorar el estado general del olivar tras meses de necesidad hídrica, las expectativas apuntan a que el rendimiento graso apenas aumentará, dado que el fruto ya tenía el aceite prácticamente formado antes de la llegada del agua. Por ello, desde Asaja Córdoba se considera que la cosecha podría ser catalogada como media, a la espera de confirmar si la producción final queda incluso por debajo de los aforos avanzados por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura.
En cuanto al comportamiento del mercado, Córdoba ha registrado un buen ritmo de salidas de aceite en los dos primeros meses de la campaña. La provincia acumuló 23.510,33 toneladas comercializadas hasta el 30 de noviembre,. Este ritmo es considerado adecuado para el inicio de la campaña, y se prevé que se incremente en los próximos meses. Las existencias finales de aceite en las almazaras cordobesas se situaron en 45.806,84 toneladas. En el conjunto de España, las salidas acumuladas de aceite alcanzan las 184.796,71 toneladas (incluyendo importaciones),, y las existencias totales en almazaras, envasadores, operadores y refinerías suman 251.037,59 toneladas.
Finalmente, los datos del SIMO reflejan la actividad en el sector de la aceituna de mesa en Córdoba. La provincia cuenta con 36 entamadoras, que registraron unas existencias iniciales de 35.374,05 toneladas y entradas de aceituna cruda acumuladas de 63.508,40 toneladas hasta noviembre. Una parte significativa de esta aceituna cruda, 14.916,52 toneladas, fue destinada a la obtención de aceite (Obtención AO). En cuanto a las envasadoras, las 14 instalaciones de Córdoba registraron salidas totales de aceituna de mesa envasada, de las cuales 7.697,61 toneladas se destinaron a la exportación y 1.129,69 toneladas al mercado interior. Las existencias finales en las entamadoras se situaron en 71.533,87 toneladas, y en las envasadoras, en 2.911,45 toneladas.
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