Un año con el gimnasio vallado por la caída de cornisas en un colegio de Córdoba
En octubre de 2023, las lluvias y el viento asociados a la borrasca Bernard dejó a su paso por Córdoba multitud de árboles y ramas caídos, desprendimientos de cornisas, vallas tiradas y otros daños en la ciudad. Fue entonces cuando el gimnasio del colegio Algafequi sufrió también la embestida del temporal y se produjeron desprendimientos de cornisas y el suelo se llenó de cascotes. Entonces, el Ayuntamiento procedió a vallar el perímetro del gimnasio ante el peligro y, desde entonces, más de un año después, sigue en la misma situación y con la comunidad educativa del centro en pie de guerra para reclamar una solución.
“El gimnasio tiene 51 años y no lo han reformado ni mantenido ni una sola vez. La consecuencia directa fue que el año pasado con las lluvias y el viento de la borrasca Bernard se cayeron cascotes del techo, aparte de las goteras que hay en el interior”, explica a Cordópolis la presidenta de la Asociación de Familias de Alumnado (AFA) de este centro, Cristina Marabotto.
Desde octubre del año pasado, el gimnasio está vallado, después de que cayeran cascotes y se desprendieran cornisas del edificio. “Más de un año sin que se haya hecho nada”, dice la portavoz de las familias, al señalar que el Ayuntamiento puso las vallas y, por tanto, “es conocedor de la situación, además de porque las familias hemos enviado en multitud de ocasiones imágenes y quejas, y el equipo director también pone una solicitud cada semana”.
Así las cosas, el gimnasio es “una zona no habilitada para uso del alumnado”. Las familias señalan que la Inspección ha realizado una visita al centro, que constató que el edificio no puede ser utilizado en tales condiciones por nadie, ni por el alumnado ni por otros colectivos que utilizaban las instalaciones, como escuelas deportivas que practican deporte por las tardes o la Asociación de Circo de Córdoba que lleva 20 años usándolas.
Desde la delegación de Educación, señalan a este medio que, efectivamente la Inspección pasó el 16 de octubre por el colegio e “informó a la dirección del centro de que comunicara a las instancia oportuna la incidencia”. Señalan que el mantenimiento del edificio es competencia municipal y la Junta no tiene previsto realizar, por el momento, ninguna intervención allí.
Sin respuesta a las quejas y solicitudes
“Es peligroso”, constatan las familias, que han puesto el asunto en conocimiento del Ayuntamiento en varias ocasiones. “Ninguna de las quejas o solicitudes se han visto ni siquiera respondidas”, denuncia Marabotto.
“La dirección del centro nos consta que ha presentado quejas de manera continuada, y las familias también a través de la app de infraestructuras. No hemos obtenido respuesta. Después de las intensas lluvia y viento de las pasadas semanas, el centro ha decidido cerrarlo para evitar un mal mayor. Si bien, su cierre reduce el peligro en el interior, el riesgo de desprendimiento de la cubierta en el exterior es un hecho y el ayuntamiento lo sabe ¿Tenemos que esperar a una desgracia para que el ayuntamiento ponga remedio? ¿Es justo que el alumnado del colegio no pueda tener clases, ni actividades deportivas y extraescolares por el estado ruinoso del gimnasio? ¿Cuántos años tienen que pasar para que arreglen un tejado que se cae?”, cuestionan las familias.
Ante tal situación, reclaman una solución. Y han emprendido movilizaciones de protesta, como este mismo martes, en el que alumnado y familias han acudido al centro con material de obra y con elementos que utilizarían en las actividades que ya no pueden hacer en el gimnasio.
“Queremos llevar a nuestros hijos e hijas al colegio, sabiendo que están seguros. Las vallas y el cierre son el parche para evitarlo, pero no un arreglo, y no queremos pasar más años esperando soluciones que nunca llegan”, afirman las familias.
Este medio ha contactado con el Ayuntamiento de Córdoba para conocer su respuesta ante esta situación, sin que hasta el momento haya aportado información.
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