El Gobierno suspenderá el contrato para la obra en Cordobilla por la falta de agua en Iznájar

El Gobierno de España ha confirmado que durante 2025 resolverá el contrato de las obras de mejora ambiental y de usos sociales y económicos del embalse de Cordobilla en Puente Genil, según una respuesta del Ejecutivo a la pregunta realizada por los senadores populares Cristina Casanueva, Lorena Guerra y Fernando Priego. La decisión responde a la imposibilidad de cumplir las condiciones fijadas en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) debido a la falta de caudal procedente del embalse de Iznájar, del que depende el sistema. De hecho, este pantano no puede actualmente ofrecer agua a Cordobilla debido a su poca capacidad actual,

De hecho, la respuesta señala que las condiciones hidrológicas en Iznájar “no han cambiado significativamente” en los últimos años, lo que hace inviable mantener el proyecto. Según el Ejecutivo, tampoco es posible modificarlo sin sobrepasar los límites económicos establecidos por la Ley de Contratos del Sector Público. Por tanto, el Gobierno de España ha explicado que procederá a la resolución del contrato en 2025.

El proyecto, licitado en diciembre de 2021 por un valor que supera los tres millones de euros, comenzó formalmente el 27 de agosto de 2022. Sin embargo, apenas un mes después, el 30 de septiembre, se firmó el acta de suspensión temporal total debido a la falta de caudal en el Genil.

El agua procedente de Iznájar era esencial tanto para movilizar los sedimentos con los que se proyectaba formar un canal para garantizar la dilución mínima exigida por la DIA, necesaria para mantener los niveles de oxígeno y evitar la mortandad de peces en el Paraje Natural de Cordobilla. La prolongada sequía, que se arrastra desde hace más de cinco años, impidió cumplir estas condiciones y la resolución del contrato para las obras de este embalse llegará en los próximos meses.

Antecedentes y alternativas

Construido en 1953, el embalse de Cordobilla ha perdido alrededor del 40% de su capacidad de almacenamiento por la acumulación de sedimentos, en buena parte debido a la erosión de la cuenca y la expansión del olivar. El proyecto de descolmatación urgente, declarado de interés general en 2023, buscaba recuperar parte de esa capacidad, hoy muy limitada para usos como el regadío o la generación eléctrica.

Aunque el plan original quedó paralizado, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico estudió en 2024 una alternativa: la construcción de un canal de 454 metros de longitud mediante maquinaria convencional, con un presupuesto de 2,46 millones de euros. Ahora, el futuro es desconocido para el embalse de Cordobilla, sobre todo después de que la resolución del contrato de las obras sea una realidad en este 2025.